Fray Servando o el Padre Mier (1765-1827) fue un ex fraile dominico, mexicano, sacerdote liberal y escritor de tratados sobre filosofía política en el contexto de la Independencia de la Nueva España. A la edad de 16 años, ingresó a la Orden de Predicadores (Dominicos) en la Ciudad de México. Estudió filosofía. Se ordenó sacerdote y a la edad de 27 años se doctoró en Teología por la Real y Pontificia Universidad de México.
El 12 de diciembre de 1794, durante
los festejos del aniversario número 263 de la manifestación mariana de la virgen de Guadalupe
dijo en un sermón que el culto guadalupano era prehispánico, al igual que el
cristianismo, y que no había motivos por los cuales agradecer a España, puesto que el Imperio azteca era ya
cristiano antes de 1519.
Tratando de apelar su condena,
decía haber sido sentenciado sin previo juicio, en castigo por aquel sermón
guadalupano, el arzobispo Alonso Núñez de Haro lo
condenó a diez años de exilio en el convento dominico de Las Caldas,
en Cantabria, España
y se le prohibió a perpetuidad el ejercicio de la enseñanza, la enunciación de
sermones o la realización de confesiones. Igualmente, fue despojado de su grado
de doctor. Escapó del convento de Caldas rompiendo los barrotes de la celda
pero fue capturado y fue encarcelado de nuevo en el convento de San Francisco,
en Burgos. En su nueva cárcel pudo presentar su
caso al Consejo de
Indias.
Revisada la tesis de su sermón por
teólogos de la Inquisición, determinaron
que no hubo blasfemia ni herejía, pero el obispo Nuñez de Haro impediría su
absolución, por lo que en 1801 escapó y de Bayona pasó a Burdeos y a París
donde trabajo como intérprete José
Sarea, conde de Gijón y con Simón Rodríguez, abrió una
academia en París para
la enseñanza de la lengua
española.
Tradujo al castellano Atala,
de Chateaubriand.
En París conoció a Alejandro de Humboldt,
al duque de
Montmorency y al mismo Chateaubriand.
En 1802 dejó la orden dominica y se
pasó al clero secular en Roma,
pero cuando volvió a Madrid, fue apresado por tercera vez, debido a una sátira
en apoyo a la causa independentista mexicana. Enviado a un reformatorio
en Sevilla, se escapó en 1804, pera nuevamente fue
arrestado y puesto en prisión, durante tres años. Entonces el Papa lo nombró su
prelado particular, porque había convertido a dos rabinos al catolicismo.
La Regencia de Cádiz le
proporcionó una pensión de tres mil pesos anuales. Se incorporó a la Sociedad
de Caballeros Racionales, con sedes en Cádiz, Londres y Baltimore. Asistió a
algunas sesiones de las Cortes de Cádiz y
posteriormente se trasladó a Londres,
donde colaboró con José María Blanco White en El
Español, un periódico que apoyaba los movimientos independentistas en los
dominios españoles en América.
Servando Teresa de Mier se
encontraba en Cádiz durante los preparativos para la celebración de las Cortes
constituyentes; cuando llegó la comisión de América, donde se encontraba Lucas Alamán, un novohispano
criollo con el que había entablado amistad en París (posteriormente sería su
encarnizado rival político). Alamán lo invitó a unirse a la bancada americana,
y de esta forma Mier participó en las cortes de Cádiz. Otro miembro de la diputación
americana era Miguel Ramos Arizpe, un criollo
con el que Mier entabló gran amistad pues ambos liberales, Mier y Arizpe se
convertirían en rivales políticos de Alamán durante los primeros congresos
constituyentes mexicanos.
La participación de Mier,y de
Arizpe en Cádiz fue destacada, aunque Cádiz no arrojó los beneficios esperados
para las colonias novohispanas, y más tarde en sus Memorias, Teresa de
Mier escribiría que su participación en las Cortes de Cádiz le permitió
darse cuenta de la imperante necesidad de obtener la independencia absoluta de
América.
En Cádiz recibió una invitación
de Iturrigaray para ir a vivir
a Londres. Allí el antiguo virrey le encargó escribir
una obra histórica sobre la revolución en la Nueva España. Iturrigaray deseaba
una apología a su persona, para convencer al rey para calmar la revuelta
novohispana. Así Mier redactó Historia de la revolución de Nueva España,
Antiguamente Anáhuac o Verdadero origen y causas de ella con sus progresos
hasta el presente año de 1813.
En Londres conoció al
revolucionario español Xavier Mina,
y puestos de acuerdo se decidió a acompañarlo en una expedición a Nueva España
para pelear por la independencia del virreinato. Partieron rumbo a América el
15 de mayo de 1816 y desembarcaron en Baltimore,
para tomar contacto con los insurgentes hispanoamericanos allí afincados.
Acompañó a Mina a Nueva York y Filadelfia y fracasado se reencontró con
Mina en Galveston. La expedición que mandaba Mina,
desembarcó en Soto la Marina en abril de 1817. Mientras Mier permaneció en un
fuerte cerca de la playa. Con la captura de los insurgentes en
el fuerte de Soto la
Marina en junio de 1817, fue preso nuevamente y
enviado a la Fortaleza de San Carlos de Perote
y luego a la cárcel de la Inquisición de
la Ciudad de México.
Allí escribió parte de
sus Memorias. Finalmente se trasladó a La Habana en
1820 y escapando por sexta ocasión, se refugió en Filadelfia, hasta la consumación de la
independencia de México. En febrero de 1822 volvió a México arribando al puerto
de Veracruz y de nueva cuenta fue hecho prisionero y enviado al castillo
de San Juan de Ulúa, bajo control de
los españoles. Posteriormente, seria diputado al primer congreso mexicano por
el estado de Nuevo León. Siempre se opuso a la formación de un Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide a la
cabeza, hecho que le valió la prisión por enésima vez. Escapó por última vez el
1 de enero de 1823, en esta ocasión del convento de Santo Domingo.
Servando Teresa de Mier fue elegido
diputado al segundo Congreso Constituyente. El 13 de diciembre de 1823
pronunció su famoso "Discurso de las profecías". En el que se
manifestaba a favor de una república federal moderada; el verdadero reto para
el gobierno sería decidir cuál es la federación conveniente para México. La
carencia de educación y cultura, además del estado de guerra, son condiciones
que implican la necesidad de unión para Teresa de Mier. La existencia de estas circunstancias
en México lo condujo a favorecer una federación compacta.
Servando Teresa de Mier convidó a
sus amigos a una fiesta, pronunció un discurso justificando su vida y
opiniones, y pocos días después, falleció. Fue enterrado con honores en la
cripta del antiguo convento de Santo Domingo de la Ciudad de México. En 1861 su
cuerpo fue exhumado y encontrado momificado. Se desconoce el paradero de los
restos de Servando Teresa de Mier, aunque se cree que están expuestos en una de
las 365 capillas ubicadas en la zona de Cholula en Puebla. Su nombre está escrito en letras de oro
en el frontispicio de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en San
Lázaro, en la Ciudad de México.
El mundo alucinante es el título de la novela de Reynaldo Arenas donde narra la historia de fray Servando Teresa de Mier y sobre ella estaremos conversando mañana.
Maracaibo, martes
17 de diciembre del año 2024
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