Traigo aquí algunos detalles
geográficos e históricos que me han parecido de interés, quizás por la
relectura del famoso libro de Conrad “El
corazón de las tinieblas” y el relato de la navegación de Charles Marlow por
el río Congo en busca de Kurtz…
Puede que esté regresando
mentalmente al filme dirigido y producido por Francis Ford Coppola en 1979
basado precisamente en la novela de Joseph Conrad, aunque el cineasta
trasladaría la acción a la Guerra de Vietnam con Martin Sheen, Robert Duval y
Marlon Brando; aquel filme ganador de dos Óscares y Palma de Oro del
Festival de Cannes de ese año, o quien sabe, puede que mi interés se relacione más
con las numerosas tragedias engendradas en sus aguas ante la explotación cruel de
los nativos y de sus riquezas por Leopoldo II el rey de Bélgica, o que se yo…
En realidad, algunos de estos temas
ya han sido comentados en este mi Blog lapesteloca,
en otras ocasiones… Lo cierto es que geográficamente Congo es el décimo río más
largo del mundo, el segundo río más largo de África, y el segundo más caudaloso del mundo, solo por detrás del Amazonas. Se
identifica al río Congo como el río más profundo del mundo, con zonas de hasta
220 metros de profundidad y una extensión de 3.457.000 kilómetros cuadrados.
El río nace Congo al noreste de
Zambia, entre los lagos Tanganica y Nyasa (Malawi), a 1760 metros sobre el
nivel del mar y desemboca en el Océano Atlántico. Recorre la República del
Congo, la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, el
oeste de Zambia, el norte de Angola, Camerún y Tanzania. En el curso bajo del
río Congo se forman grandes gargantas y cascadas, por lo que se le considera uno de los río más peligrosos.
El 9 de
agosto de 1877, cuando Henry Morton
Stanley regresaba a la civilización occidental después de viajar a todo
lo largo del río Congo, en el corazón de África, estaba ya absolutamente
convencido de las posibilidades comerciales de aquellos vastos territorios y
destacaría la importancia del fácil tránsito en la vasta red fluvial con
múltiples afluentes adscritos al gran río.
Desde
aquel entonces el explorador anglosajón iniciaría más que una amistad, una
nefasta conchupancia con el rey belga Leopoldo II que terminaría por darle
inicio a lo que se planificó como el
desarrollo de un emporio mercantil de riquezas y prosperidades inauditas, el
cual habría de ser fatídico para los pobladores de aquella región…
En 1876
ya Leopoldo II era el rey de Bélgica, quien fundaría la Asociación
Internacional Africana y en la letra pequeña de su declaración preliminar
de intenciones decía que la intención de “la
Asociación era liberar a los pueblos oprimidos del África Central” y
supuestamente con estos buenos propósitos, convocaría a todos los reyes locales con
sus tribus a reunirse en una magna asamblea con gran pompa y boato para la
ocasión; los invitados fueron convencidos con aguardiente de dudosa destilación
hasta logar que todos hubiesen firmado e inmediatamente después,
serían enviados río Congo abajo sin timonel en una precaria embarcación…
A golpes
de 'chicotte', el terrorífico látigo local, una mesnada
de esbirros locales apalearon hasta dejar inválidos a más de un millón
de varones, y asesinaron por incumplimiento de contrato a otros diez millones
de aborígenes. Mutilarían en vivo con amputaciones inimaginables a otros cuatro
millones de nativos, algo estremecedor e indigerible para cualquier mente
humana…
Toda
aquella maldad, creadora de un espantoso genocidio ante el silencio y
complacencia de las llamadas naciones civilizadas del mundo, tan solo para
apropiarse de las riquezas de aquella región. Así ensangrentada se mancha la
historia del río
Congo, el décimo río más largo del mundo, el segundo río más largo de África, y por detrás del
Amazonas el segundo más caudaloso del mundo.
Todo esto que estamos recordando
ahora cuando se hizo posible gracias a la colonización del Congo, un fenómeno bajo
un régimen sin verdadero control francés y deleznable que llevo al llamado rey
Leopoldo a convertir a su país, Bélgica en una potencia imperialista y lo llevo
a él, a transformarse él mismo en multimillonario. Leopoldo impuso altas cuotas
a la producción de caucho en el Congo, y obligó a la población autóctona a
cumplirlas con métodos coercitivos de una extrema violencia.
La amputación de las manos de los
trabajadores a modo de castigo alcanzó particular notoriedad internacional.
Esta era una práctica común entre los soldados de la Force Publique, a los que
se le demandaba justificar cada bala gastada trayendo las manos a sus víctimas.
Detalles estos que fueron registrados por misioneros cristianos que trabajan en el
Congo y causaron indignación pública cuando se dieron a conocer al público.
Todo aquello, ya antes mencionado,
se había iniciado después de su famoso viaje del explorador inglés Henry
Morton Stanley (1841-1904) por el río Congo, quien luego de haber
localizado al explorador perdido David Livingstone, se transformaría en uno de
los grandes colaboradores de Leopoldo II de Bélgica. Consentiría todas las
atrocidades cometidas para enriquecerse grotescamente al explotar las riquezas
del África Central. el escritor Richard Burton, relataría como Henry M. Stanley
fue uno de los iniciadores de las masacres asesinando a los nativos, “disparando
contra los negros como si fueran monos”.
Una de
las principales amenazas en la cuenca del río Congo ha sido y sigue siendo la
deforestación, por las nuevas prácticas agrícolas modernas y la tala industrial
acelera su ritmo, pero existe otra gran amenaza y esta es la demanda de alimentos
por el incremento exagerado de la población en la región, aumentando la caza
excesiva de animales salvajes como murciélagos, monos, ratas y serpientes.
La República Democrática del Congo,
denominado Zaire entre
los años 1971 y 1997, es conocida popularmente como R. D.
Congo, Congo Democrático, Congo-Kinsasa o Congo del Este, es uno
de los cincuenta y cuatro países que forman
el continente
africano. La República Democrática del Congo, cuya capital y ciudad
más poblada es Kinsasa, es el país oficialmente francófono más
poblado del mundo. A partir de 1899, Francia distribuyo el territorio en
concesiones de treinta años a empresas a cambio del pago de un impuesto
correspondiente al 15% de los beneficios a la administración francesa.
El sistema fue establecido por
Eugène Étienne, entonces Subsecretario de Estado para las Colonias. Estos concesionarios
contaban con varios inversores, entre ellos Leopoldo II de Bélgica. Sin embargo,
Leopoldo II compró sus acciones bajo un nombre falso, hecho, descubierto tras
la muerte del soberano, que conmocionó a las autoridades francesas de la época,
quienes se dieron cuenta de que su colonia estaba siendo explotada de incógnito
y a menor coste por
un país extranjero. Las duras condiciones de explotación de la colonia (por ejemplo, el ferrocarril
Congo-Océano, construido entre 1921 y 1934 e hicieron que el nacionalismo se
desarrollara rápidamente en el Congo.
Ahora, La República Democrática del Congo,
es conocida popularmente como R. D. Congo, Congo
Democrático, Congo-Kinsasa o Congo del Este, y es uno de los cincuenta y cuatro países que forman
el continente
africano.
Maracaibo, martes 3 de diciembre del año 2024
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