Hoy 5 de julio del
2024, puede ser propicio el dia para hablar de septiembre de 1960 cuando se
estrenaba “The apartment” de Billy Wilder (en España y en
Venezuela El apartamento; en Argentina y en México, Piso
de soltero), aquel inolvidable filme donde Jack Lemon le preparaba a
Shirley Mac Laine unos “espaguetis a la raqueta” luego de que ya Shirley se
había tomado una sopa de cebolla para complementar un caldito de pollo. El
apartamento, sería ese filme donde ALDiamond y Billy Wilder ganarían el Oscar al mejor argumento y guion escrito para la pantalla; Daniel
Mandell Oscar al mejor montaje y A Trauner y EG Boyle ganarían el Oscar a la mejor direccion de arte en blanco y
negro.
Todo esto que he
relatado en otras ocasiones en este blog lapesteloca
estaba presente en la famosa película de Jack Lemon y Shirley MacLaine, que
tuve la suerte de ver en compañía de mi primo en la ciudad de Nueva York, cuando
por peripecias del destino, nos tocaría estar allí en septiembre de 1960, el
mismo año que un mes después el 12 de octubre día de “la raza” de aquel 1960 Nikita Khrushchev
se quitaría su zapato y zapatearía enfurecido el pódium de la ONU… El mundo lo vería
por la televisión…
Era septiembre de
1960 cuando Elvys Presley recién comenzaba a cantar aquello de “It's now or never, come hold me tight, kiss
me my darling, be mine tonight”… Llegan a mi mente con las notas de la
canción, el recuerdo de un par de estudiantes de enfermería del hospital
Montefiore en el Bronx, pero esa es otra historia, pues mejor les cuento que en
1960, viajábamos por Manhattan en el subway -donde todo era exageradamente limpio
y pulcro-, ya bien lo decían los avisos “Spit is punish by the law”, no
había comenzado el desbarajuste ni había ninguna inseguridad, luego vendría todo
aquello de “grafitearlo” y “el malandraje” y lo demás, y es que…
En septiembre de
1960 no existía formalmente una guerra en Vietnam… No hay que olvidar que a
Kennedy lo mataron tres años después, un 22 de noviembre, pero del año
1963. Así que, era septiembre de 1960 y estábamos en Nueva York, pero ni
nos enteramos de que desde el mes de junio el Congo (“Belgación” ya lo habían
inventado) el Congo del África se había independizado de Bélgica, y que ese año
1960, siguiendo a Camerún muchas naciones africanas se independizarían de
Francia; y ya en agosto de 1960 Benin, y Niger, Costa de Marfil y Chad también
se habían independizado, de manera que en el mero septiembre, el Congo y Chipre,
Gabón y Mali, aquello era un relajo, una hermosa “Multi-independencia”, era tal
que parecía “de película”, pero
nosotros éramos “chamos” que andábamos por Nueva York, y ni nos enteramos…
En 1960, en
Maracaibo, ya en el cine Venecia donde el neorrealismo italiano había hecho
eclosión, paralelamente explotaba la nouvelle vague francesa, ¡enfants
de la patrie! Si, explotaría ese año 60, cuando Jean-Luc Godard
filmó À bout de souffle -(“Al final de
la escapada”)- y un poco más adelante habrían de proyectarse en el Venecia dos
emblemáticos filmes, con un par de películas nacidas en la Italia de 1960: “La dolce vita” de Federico Fellini, y “La aventura” de Michelangelo Antonioni… ¡Viva el cine en “blanco
y negro”!
En aquel septiembre, de ese año 1960 ( hace la bicoca de casi 60 años ) se estrenaría la famosa película de Alfred Hitchcock, “Psicosis” y el sonido, tipo graznido agudo, y el cuchillo de cocina en alto, con la regadera bañando a la aterrorizada mujer de Tony Curtis, Janeth Leight y veríamos a Anthony Perkins personificado para siempre a Norman Bates a quien ni lo nominarían en la ceremonia de los Oscares para ese año, en la muestra en 1961 de filmes famoso que quizás vimos muchos meses después en Maracaibo, pero “Psicosis” habría de quedar para la posteridad de los cinéfilos de todo el mundo.
Premiada en el Festival de Cine de Cannes con la Palma de Oro 1960, La Dolce Vita fue considerada como uno de los mayores logros en la historia del cine. Algunos críticos dijeron era la mejor película que se haya hecho jamás (que diría Orson Kane Wells), el filme estaba escrito y dirigido por Federico Fellini, con Marcello Mastroianni, Anita Ekberg y Anouk Aimée e iba a marcar un hiato en el paso de Fellini del neorrealismo hacia una etapa más simbolista.. Fellini quien a finales de 1958 ya se había ganado dos premios Oscar por La Strada y por Las noches de Cabiria, en 1960 triunfaría en el Festival de Cine de Cannes y el filme La Dolce Vita bautizaría un estilo de vida y le dio nombre a una profesión “los paparazzis” (Paparazzo era el apellido de un fotógrafo amigo del protagonista). La película de Fellini triunfó internacionalmente, pero para su productor Giuseppe Peppino Amato fue un desastre ya que él terminaría arruinado.
Meses
antes de septiembre, ya en el mes de julio de 1960, el Dr. Américo Negrete,
Director del Centro de Investigaciones Clínicas, de la Facultad de Medicina de
la Universidad del Zulia, convertido después en El Instituto de Investigación
Clínica de LUZ, lograba uno de sus sueños, y así, ese año 60 nacería el primer
número de la revista Investigación Clínica, con el báculo de Esculapio en la
portada. Ya al año siguiente la revista estaba presente en la Biblioteca
Regional de Medicina (BIREME) de Brasil y sigue vigente desde LUZ en Maracaibo con
Slavia Ryder al frente, para el mundo de la ciencia y la investigación.
Entre el 10 y el 14 de septiembre de aquel
año 1960, se crearía por iniciativa del ministro de Energía y Mina de
Venezuela, Juan Pablo Pérez Alfonzo, con el Ministro
de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia
Saudita, Abdullah al- Tarik. en la
ciudad de Bagdad, la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP). Eran los albores de: ¡¡la
Venezuela Saudita!!
Hay quienes creen
que olvidar es una bendición y se dice que las sociedades avanzarán sólo si se
olvidan de lo que sucedió en el pasado y entonces si puedan mirar hacia
adelante. Otros dicen, y me parece importante, que: “Recordar es vivir”. Olvidar parece ser una virtud para escapar de
los horrores del pasado; ya Nietzsche afirmaba: "es imposible vivir sin olvidar". La frase: “Aquellos que no pueden
recordar el pasado están condenados a repetirlo”, se le atribuye a George Santayana, un filósofo español,
que hizo su carrera en los Estados Unidos y de
quien en otra ocasión les prometo que hablaremos en este blog.
Maracaibo, viernes 5 de julio
de año 2024
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