domingo, 28 de julio de 2024

Recuerdos inventados

 


Hay una amnesia que impide formar nuevos recuerdos y su lugar es ocupado por las confabulaciones. Esta especie de enfermedad, imaginaria o real, fue usada por el escritor Winfried Georg Maximilian Sebald (1944-2001), para relatar la historia de un familiar que acabó sus días en un hospital psiquiátrico.  

 

Abreviado como W. G. Sebald, este escritor alemán se caracterizó por escribir con mucho de autobiografismo y meditar sobre la historia, la tragedia humana, la memoria, la escritura y la vida interior, cosa que hacía utilizando imágenes de fotografías adjuntas al texto. En sus últimos años de vida y hasta la fecha ha sido reconocido como uno de los más importantes e influyentes escritores contemporáneos.

 

W. G. Sebald (1944-2001) nació en Wertach, Alemania. Después de acabar sus estudios universitarios vivió en Suiza, y luego se trasladó a Inglaterra. Desde 1970 fue profesor en Norwich. Entre sus galardones figuran el premio Joseph Breitbach, el Heinrich Heine y, en 2002, el Independent Foreign Fiction por Austerlitz. W G Sebald  falleció a principios de siglo en Norfolk (Reino Unido), a la edad de 57 años, después de sufrir un infarto en un accidente de tráfico.

 

W. G. Sebald gustaba de alterar la realidad sin que se notase. En uno de sus libros, titulado Los Emigrados el escritor parte de sus recuerdos para reconstruir cuatro biografías, de personas que tuvieron que emigrar y dejar sus raíces buscando otras oportunidades. En la Editorial Anagrama se han publicado los libros del autor: Del natural, Vértigo, Pútrida patria, Los emigrados, Los anillos de Saturno, Sobre la historia natural de la destrucción, Austerlitz y Campo Santo.

 

Como la situación actual en este país, sin una guerra causal de por medio, pero con evidencias de exterminio por hambruna y desnutrición producto de la minimalización de los salarios, y de la lograda -casi absoluta destrucción exprofeso- del aparato productivo, con pésimos servicios de sanidad y de educación, así hemos recorrido todo este siglo XXI, con centenares de presos militares y civiles por motivos políticos, crisis que ha llevado a Venezuela, a plantear persistentemente la violación de los derechos humanos por un aparato represivo interno sin contabilizar los, alrededor de ocho millones de emigrados, descrito como algo inédito en el mundo.


Los emigrados terminan por transformarse en una meditación sobre la memoria y su pérdida: un relato nada épico, sobre el desarraigo, la desesperación y la muerte que sirve de título para el libro de WG Sebald donde recrea las vidas de cuatro exiliados –o cinco, si se incluye su propio autorretrato indirecto– a través de lo que narran ellos mismos, de recuerdos ajenos, fotografías y objetos encontrados. Al reconstruir el pasado de su antiguo casero, de un maestro de la escuela primaria, de su tío abuelo y de un pintor que fuera amigo suyo, Sebald también se describe a sí mismo, y narra su propio sufrimiento por el destino de estos hombres ante el pasado alemán, creando una prosa poética opresivamente clara.

 

En su narración, WG Sebald nos habla de su tío abuelo quien parecía sufrir un síndrome de Korsakoff, trastorno neuropsiquiátrico crónico que guarda relación con una deficiencia severa de vitamina B1. Aunque en la mayoría de los casos este síndrome se asocia con el consumo de alcohol, su síntoma principal es la pérdida de memoria; una amnesia en sus dos tipos básicos, amnesia anterógrada - incapacidad para formar nuevos recuerdos- y amnesia retrógrada -incapacidad de recordar acontecimientos que ocurrieron antes del inicio del trastorno- aunque, los recuerdos de la infancia se conserven.

 

Es como para ponerse a pensar en que existen venezolanos que padecen ahora, -a tan solo unos días de unas muy cuestionadas elecciones-, de este síndrome… ¿Fallas nutricionales? El doctor Abramsky, era el encargado de aplicar la terapia de electroshok a sus pacientes en el libro de WG Sebald. Aquel que recibía las descargas sin chistar, y al final resultaban la mayoría de los pacientes con trastornos de la memoria ya que era que no le quedaba de otra que fingir para falsificar los hechos. En el juego literario de WG Sebald, sus emigrados, termina por transformarse en una meditación sobre la memoria y su pérdida…

 

Sin embargo, este libro puede resultar un ejercicio para la recuperación de la memoria colectiva, una evocación sobre la experiencia del exilio y de la pérdida de la patria en Europa, resulta la transcripción poética de una historia oral que se rebela contra quienes pretenden olvidar. En esta obra maestra, WG Sebald describe con gran sensibilidad la vida y las miserias de cuatro judíos expulsados de su patria europea, quienes sucumben desconsolados en la vejez… Guardando las diferencias históricas y conceptuales, mi memoria me ha trasladado a los compatriotas, no solo a los que se han muerto en hospitales y ergástulas locales, o han fenecido en El Darién, también a quienes hambrientos y desmemoriados se tropiezan deambulando por estas calles…

 

Susan Sontag (1933-2004) escribiría sobre “Los emigrados” de W G. Sebald que era “el libro más extraordinario y emocionante que había leído”. En 1985, WG Sebald publicó una recopilación de escritos sobre literatura austríaca con el título de La búsqueda de la infelicidad y su propuesta era que esa literatura se caracterizaba por “la infelicidad del que escribe”; pero aquella infelicidad no tenía nada que ver con el deseo de morir, sino que era una forma de resistencia.

 

Paradójicamente ya en otro siglo, he llegado a pensar que estoy repitiendo las impresiones del autor de Los Emigrados y como corolario debe ser importante No olvidar lo sucedido…

 

Supuestamente hoy el país va a cambiar…

 

En Maracaibo, el día domingo 28   de julio de este año 2024

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