sábado, 19 de agosto de 2023

Retinitis


La retina es la capa del ojo sensible a la luz en la que se encuentran las células nerviosas, conos y bastones. Ya en mayo, este año, hablamos en este blog sobre la retina y sus fotoreceptores (https://tinyurl.com/4nwy6w5w). Hoy me referiré a el término retinitis que designa la existencia de una inflamación que afecta a la retina.

Las retinitis pueden estar provocadas por diferentes factores y los más frecuentes son de origen infeccioso, pueden ser hongos, bacterias, parásitos y virus, como el citomegalovirus, el virus del herpes simple, o el virus varicela-zóster. La toxoplasmosis es la enfermedad infecciosa de origen parasitario frecuente y causa una coriorretinitis muy característica.

A veces se utiliza el término coriorretinitis para designar una enfermedad en la que también existe inflamación de la coroides, que es la capa vascularizada del ojo la cual se encuentra en íntimo contacto con la retina. La retinitis pigmentaria, es una denominación, incorrecta, porque en esta enfermedad no existe inflamación de la retina, por lo que es preferible llamarla retinosis pigmentaria.

La llamada “retinitis” pigmentaria es una enfermedad genética, donde la velocidad de la pérdida de visión varía de persona a persona. Inicialmente hay pérdida de la visión nocturna y pérdida gradual de la visión periférica (lateral) lo se conoce como “visión de túnel.”. No existe tratamiento para la retinitis pigmentaria y se sabe que hay más de 100 genes que la causan.

“Retinitis central serosa” es otro término equivoco ya se le da a la “coriorretinopatía serosa central”. Este es un trastorno que ocurre cuando se acumula líquido debajo de la retina por lo que se puede distorsionar la visión. El líquido se filtra desde la coroides que es la capa de tejido que se encuentra rodeando la retina. Existe como limite el epitelio pigmentario retiniano (https://tinyurl.com/4nwy6w5w), y cuando se acumula líquido debajo de él, se forma un pequeño desprendimiento debajo de la retina, que causa que la visión se distorsione (ver imagen de una tomografía de coherencia optica).

La corioretinopatía serosa central es la cuarta enfermedad retiniana que mayor amenaza supone para nuestra visión. Puede detectarse al aparecer visión borrosa, percepción de una mancha central, líneas torcidas o problemas con lectura, hay que acudir al oftalmólogo para hacer un buen diagnóstico. Es más frecuente en varones jóvenes, aunque las mujeres, normalmente a edades más avanzadas, también la padecen. Los hombres de 30 a 50 años tienen más probabilidades de sufrir coriorretinopatía serosa central que las mujeres. El estrés es un factor de riesgo importante. Las personas con mucho estrés están más propensas a sufrir la coriorretinopatía serosa central.

Su forma aguda, no requiere tratamiento en la mayoría de los casos, ya que se resuelve espontáneamente en unos tres meses, pero su forma crónica, sí requiere tratamiento. El estrés, el embarazo, la toma de corticoides y otras alteraciones hormonales son los principales factores de riesgo. Otros factores de riesgo son: 1-uso de esteroides (por vía oral, intravenosa o, incluso, por inhalación). 2- la infección por Helicobacter pylori (esta bacteria en el estómago). 3- alguna enfermedad autoinmunitaria. 4-trastornos del sueño, como el insomnio o la ápnea de sueño. 5-se dice de los sujetos con personalidad de tipo A (comportamiento agresivo y competitivo). 6.padecer de hipertensión arterial.

La mayoría de los casos de coriorretinopatía serosa central se diagnostican con una angiofluororetinografia que muestra el sitio donde en la retina esta ubicada la filtración que produce en edema debajo del epitelio pigmentario. (ver) y en realidad desaparecen en uno o dos meses sin ningún tratamiento.

En algunos casos, la pérdida de visión es grave o el derrame no desaparece; si es así, puede recurrirse a tratamiento con rayo láser, terapia fotodinámica o medicamentos orales. Estos tratamientos pueden sellar la fuga y restaurar la visión. La mayoría de las personas con coriorretinopatía serosa central recuperan una buena visión sin tratamiento. Es importante saber que aproximadamente la mitad de los pacientes que tuvieron coriorretinopatía serosa central vuelven a tenerla.

Es importante diferenciar también entre dos tipos de coriorretinopatía serosa central, según su tiempo de duración: Coriorretinopatía serosa central aguda, y Coriorretinopatía serosa central crónica. La coriorretinopatía serosa central aguda dura poco y está autolimitada (se resuelve sola), por lo que el pronóstico visual es bueno. En esos casos, hay que esperar aproximadamente tres meses para valorar su evolución. En la coriorretinopatía serosa central crónica, las secuelas pueden ser más graves La disminución de la agudeza visual puede estár provocada por alteraciones anatómicas. Se producen cambios irreversibles en el epitelio pigmentario que es la capa situada debajo de la retina y resulta esencial para el buen funcionamiento de los fotorreceptores.

Es importante realizar un buen diagnóstico para poder planificar un tratamiento en los casos que lo necesitan. En particular es muy importante hacer un buen diagnóstico diferencial, puede ser la vasculopatía polipoidea (un tipo de degeneración macular asociada a la edad), la enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada (un tipo de uveítis), tumores benignos (como nevus o hemangiomas), o tumores más peligrosos y malignos (como el melanoma o algún linfoma).

En abril del 2022, relate sobre mi experiencia (https://tinyurl.com/ynj9py7m) con el manejo de un escotoma en el ojo izquierdo como consecuencia de una “retinitis central serosa”. Existe también el fenómeno de los “escotomas centelleantes” a los que hicimos referencia hace unos días (https://tinyurl.com/aee6wuuk) y que ya mencionamos antes hablando de la “retinitis central serosa”.
Dentro de las infecciones parasitarias de la retina y la coroides, mencionamos a la Toxoplasmosis ocular ya que es una parasitosis de la retina quizás no tan frecuente de nuestro medio, pero es la causa más frecuente de retinocoroiditis infecciosa parasitaria en adultos y en niños. Lo más frecuente es que la infección por Toxoplasma gondii sea congénita. Cuando es adquirida, los mecanismos de transmisión son el contacto con heces de gatos, la transmisión transplacentaria, a través de una herida cutánea, y menos común por la transfusión de sangre o el trasplante de órganos.

Debido a que la imagen de la retina al examen del fondo de ojo es muy característica (ver), decidí finalizar con ella esta breve revisión sobre el término “retinitis” y sus varias interpretaciones.

Maracaibo, sábado 19 de agosto del año 2023

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