viernes, 4 de agosto de 2023

El lóbulo occipital


El occipital funciona en los dos hemisferios cerebrales con sus neuronas que cumplen en tres áreas visuales las tareas referentes a la visión y la cognición. Los lóbulos occipitales son el centro de procesamiento del sistema visual con su neuronas de la corteza visual primaria y la de asociación visual. Estas neuronas reciben información visual desde donde esta información va a otras zonas cerebrales que se especializan en otros temas, por lo que una lesión del área visual primaria produce ceguera completa de una zona del campo visual, cuya extensión dependerá del tamaño del área lesionada.

La corteza visual primaria posee neuronas que preferencialmente responden a estímulos visuales específicos. La corteza sigue una configuración retinotópica con la mitad superior del campo visual representado en la corteza inferior al surco calcarino, y con la mitad inferior del campo visual representado en la corteza superior al surco calcarino.

La corteza de asociación visual se constituye con las neuronas de las regiones restantes del lóbulo occipital, que también se conoce como la corteza visual extraestriada. La función de esta región es interpretar las imágenes visuales. Algunas fibras de la corteza de asociación visual forman el tracto corticotectal, el cual se proyecta al área pretectal y/o a los colículos superiores.

Cada una de sus partes es capaz de contribuir de manera eficaz a las funciones de coordinar y regular la orientación espacial, la memoria, visión y otras tareas importantes para el individuo. Además, también son áreas que cumplen su función porque forman parte de la corteza visual primaria y la de asociación visual. La información de la corteza visual primaria es enviada a la corteza visual secundaria (área de Brodmann 18 y 19), antes de continuar a la tercera y cuarta área visual para finalmente alcanzar la corteza temporal inferior (áreas de Brodmann 20 y 21).

La segunda área visual, también conocida como corteza visual secundaria, V2 o corteza preestriada, ocupa una gran parte del área de Brodmann 18 y en algunos casos la 19. La corteza visual secundaria rodea a la corteza visual primaria y recibe información de esta.

La Tercera área visual secundaria es importante para la percepción del color, del movimiento y de la profundidad; la tercera área visual, o V3, se encuentra adyacente al aspecto anterior de V2 y también se ubica dentro del área de Brodmann 18. Esta área visual se comunica directamente con la corteza visual secundaria y es funcionalmente importante en el procesamiento visual del movimiento y al mismo tiempo vincula los flujos de procesamiento temporal y parietal.

La cuarta área visual, V4, se ubica anterior a V3 dentro del área de Brodmann 19. Se comunica y recibe información de la corteza visual secundaria. Su función es interpretar los colores, la orientación, la forma y el movimiento. La cuarta área visual también se comunica con la corteza temporal inferior (áreas de Brodmann 20 y 21) del lóbulo temporal. Todas estas son áreas que cumplen su función porque forman parte de la corteza visual primaria y la de asociación visual.

En cada área visual que compone la zona posterior de los hemisferios cerebrales, están las neuronas que pueden controlar funciones importantes para las actividades que realizamos diariamente: 1-Procesa los objetos que se localizan en la periferia y brinda las herramientas para aprender a diferenciar colores y movimientos. 2-Ayuda a identificar las formas y figuras de las cosas que nos rodean. 3-Participa en el procesamiento de las funciones visuales y espaciales. Así mismo, es una región que interviene en importantes procesos cognitivos, es decir está diseñada también para 4-intervenir en el habla. 5- la memoria, 6-las matemáticas, 7- la lógica, 8- la escritura, 9- las sensaciones y 10- en la identificación de las letras al momento de la lectura.

Cuando algún área visual de la corteza cerebral occipital, se lesiona o afecta por algún tipo de enfermedad o traumatismo, encontraremos síntomas y signos neurológicos asociados con las funciones de estas áreas en particular. La persona afectada puede presentar alucinaciones, confusiones, dificultad para identificar las formas, caras conocidas, colores y movimientos, déficit en los procesos del habla, en la habilidad matemática, en la escritura, e incluso puede tener movimientos involuntarios de los ojos.

Las alteraciones mencionadas suelen ser productos de tumores, accidentes cerebrovasculares, malformaciones, o traumatismos craneoencefálicos, los cuales conllevan a la aparición de patologías como pueden ser la ceguera cortical, el síndrome de Balint y la epilepsia.

El síndrome de Bálint es causado por lesiones cerebrales con alteraciones del sistema visual, problemas perceptivos y dificultades en el reconocimiento. Es irreversible, con Ataxia óptica: alteración de la coordinación entre la visión y la interacción o movimiento. Incoordinación ojos y manos, del el espacio y el cálculo de distancias. Apraxia ocular: con parálisis de la mirada, con a la ausencia del control voluntario de la movilidad ocular. Simultagnosia: incapacidad de observar más de un objeto a la vez sin que los anteriores desaparezcan del campo perceptivo. Agnosia: dificultades para reconocer y distinguir objetos e incluso caras dentro del campo de visión.

Un daño en un lado del lóbulo occipital podría causar la pérdida homónima de visión con exactamente el mismo campo cortado dentro de ambos ojos. Los trastornos del lóbulo occipital pueden causar alucinaciones e ilusiones visuales (imágenes visuales sin estímulos externos), pueden causarse por lesiones en la región occipital o asimientos temporales del lóbulo. Las ilusiones visuales (percepciones torcidas) pueden tomar la forma de objetos que parecen más grandes o más pequeños de lo que son realmente, objetos que carecen de color u objetos que tienen coloración anormal.

Maracaibo, viernes 4 de agosto, del año 2023

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