lunes, 14 de agosto de 2023

Alberto Durero y “su rinoceronte”.


En 1494 España y Portugal firmarían el Tratado de Tordesillas. Los portugueses, quienes rechazaban el proyecto colombino, prefirieron dirigirse hacia el sur y bordeando África por el Cabo de Buena Esperanza, finalmente iban a llegar a la India con Vasco de Gama al frente de una expedición y a quien lamentablemente la malaria mataría en 1524 en la India portuguesa, ya con el cargo de Virrey…

El Rinoceronte de Durero es un grabado xilográfico creado en 1515 por el pintor y grabador alemán Alberto Durero (1471-1528) el artista más famoso del Renacimiento alemán, por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre el arte…

En realidad, Durero nunca vería el primer ejemplar vivo de un rinoceronte, pero se enteraría de aquel animal, el del cuerno, llegó como un regalito en 1515 a Portugal. Desde los tiempos del Imperio Romano nadie en Europa habían visto un rinoceronte, y es que no se volvería a ver un rinoceronte vivo hasta la llegada de un segundo ejemplar de la India a la corte española de Felipe II alrededor de 1579.

Esta historia en realidad se inició en 1515 cuando Manuel I, rey de Portugal, recibió como un regalo del sultán indio Muzafar II, un rinoceronte vivo. 
En abril del año 1511, Afonso de Albuquerque había zarpado desde Goa que ya era colonia portuguesa, rumbo a Malaca con una fuerza de unos 1200 hombres y diecisiete o dieciocho barcos y le solicitó al sultán permiso para construir una fortaleza cerca de la ciudad. Obviamente estalló un conflicto, y Malaca fue invadida por los portugueses. El sultán Mahmud Shah se vio obligado a huir.

El sultán Muzafar II hizo varios intentos para retomar la capital, infructuosamente, y más tarde, se estableció en una nueva capital: Bintan hasta 1526, cuando los portugueses finalmente lograron echarlo de Bintan. De allí, el sultán se retiró a Kampar en Sumatra donde murió dos años después. Historia triste, aunque repetitiva y moriría tal vez “mentándole la madre” a los invasores portugueses, Pensaria en… ¡Sumatra! Tal vez musitaría… “La Sutra”, pero eso es historia…

Cuando el regalo del sultán indio Muzafar II llegó a Lisboa, era ya el 20 de mayo de 1511 y el gigantesco rinoceronte arribaba a Portugal en mayo tras 120 días de viaje marítimo. Miles de personas acudieron en Lisboa para ver aquel gigantesco animal que fue alojado en “la casa de las bestias” del rey Manuel I, monarca quien organizó una pelea entre el rinoceronte y un joven elefante de su colección para comprobar el relato de Plinio el Viejo, quien en el siglo primero después de Cristo aseguraba que el rinoceronte y el elefante eran enemigos. El elefante escapó asustado…

El poderoso rey Manuel I de Portugal decidió regalar el animal de la India al Sumo Pontífice de Roma, León X, cosas que se le ocurrían para ganar sus favores, aunque ya antes, el papa había recibido con beneplácito a un elefante blanco regalo del monarca portugués. ¡Era “regalón” el rey! En diciembre de 1515 sale el animal en una embarcación rumbo a la Ciudad Eterna y aquello fue todo un espectáculo en el puerto de Lisboa. El 24 de enero se detuvo en Marsella, donde el rey de Francia, Francisco I, acudiría presuroso a admirar el animal…

Continuaría su viaje aquella maravilla de monstruo, pero llegando a Italia, una tempestad hace naufragar la embarcación y el rinoceronte que venía encadenado y con grilletes, muere ahogado. ¿Fin del cuento? … ¡No! Recuperaron el cadáver del animal y su piel sería enviada a Lisboa en donde reconstruyen la bestia rellenándola de paja. “Impagliato” o relleno de paja es la palabra que se empleó en Roma cuando el animal, o lo que de él quedaba de él, se renvió al Vaticano. Allí el rinoceronte fue pintado por Giovanni da Udine y por Rafael Sanzio de Urbino, pero el animal ya disecado no causó en Roma la misma enorme expectación que provocó en Lisboa cuando la bestia aún vivía. Toda esta alucinante historia inspiró la novela de Lawrence Norfolk “El rinoceronte del Papa” (The Pope's Rhinoceros).

El artista teutón y niño prodigio de las artes Alberto Duero, quien jamás había visto un rinoceronte en persona, lo conocería en Núremberg de un boceto de un artista desconocido quien sí lo había admirado en Lisboa, y en un documento no firmado relataba, como fue que: “influido por Plinio el Viejo, en mayo del año 1513 el poderoso Rey de Portugal, Manuel de Lisboa, trajo al animal vivo desde la India, y lo llamaban rinoceronte. Tenía el color de una tortuga moteada, y estaba casi completamente cubierto de gruesas escamas. Era del tamaño de un elefante, pero con las patas más cortas y era casi invulnerable”. Se dice que el rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto, y está por demás, tan bien acorazado que ni un elefante puede herirle. Lo más impresionante era su poderoso y puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas”.
El grabado en metal de Durero, no es una representación fiel de un rinoceronte, pues muestra un animal con duras placas que cubren su cuerpo como las chapas de una armadura, con una pieza de la armadura en la garganta, una coraza de pecho de aspecto sólido y remaches en las juntas. Durero también situó un pequeño cuerno en su grupa, y le dotó de piernas escamadas y cuartos traseros en forma de sierra. Es posible que se crease una armadura para la pelea contra el elefante en Portugal, y que estas características representadas por Durero, fueran en realidad partes de la "armadura" de Durero quien tal vez quiso representar los duros pliegues de la gruesa piel de los rinocerontes indios o, así como el resto de las imprecisiones, puede que sean simples malentendidos o añadidos creativos de Durero, quien también dibujaría una textura escamada sobre el cuerpo del animal.

A pesar de las sucesivas reimpresiones, el grabado de Durero es actualmente bastante escaso en el mercado y los ejemplares impresos en el siglo XVI alcanzan cifras elevadas en las subastas; en 2013 un ejemplar de este grabado marcó el récord de precio pagado por una estampa del artista alemán, al alcanzar los 866.500 dólares en la sala Christie's de Nueva York.

Alberto Durero es, al igual que el holandés Rembrandt y el español Francisco de Goya, fue uno de los escasísimos genios del arte europeo que crearon con igual dedicación pinturas y grabados, pero en vida tuvo que enfrentar sonados pleitos jurídicos por las copias que hacían de sus obras. A diferencia de Rembrandt o de Van Gogh, Durero tuvo una vida estable económicamente, como marchante de sus producciones que se vendían a precios elevados.

Hasta finales de la década de 1930, la imagen de Durero aparecía en los libros de texto de Alemania como una representación fiel del rinoceronte; en alemán, los rinocerontes indios aún reciben el nombre de Panzernashorn (rinoceronte armado). Sigue ejerciendo una poderosa influencia artística, y fue la inspiración de las esculturas de Salvador Dalí de 1956, Rinoceronte cósmico y Rinoceronte vestido con puntillas aquí mostrado, que desde 2004 existe ese ejemplar de grandes dimensiones en el Puerto José Banús de Marbella.

Maracaibo, lunes 14 de agosto del año 2023





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