sábado, 23 de abril de 2022

El IAP de la UCV

El IAP de la UCV

En la fotografía, aparecen algunos médicos residentes y personal de empleados del Instituto Anatomopatológico (IAP) de la Universidad Central de Venezuela(UCV); Soraya Reyes, Carmen Lara, Yudith Zamora. María Inmaculada Guerrero, María Cristina Durán, Nohelia Perez, Zoramith Roldán, Juan Carlos Merheb (+), Cathy Hernández, Ivonne Colmenares, Gracia Regalado, Miguel Blanco, Crisaida Pérez, Linda Gutierrez, Angela Ruíz y el Dr. Jesús Enrique González, el fotógrafo era quien escribe, es aquellos días, director del IAP, Jorge Garcia Tamayo. Todo esto, en Caracas cuando aquella institución era la cuna de los patólogos que hoy en el país o en el exterior, continúan dándole prestigio a esta especialidad médica.

 










Esta crónica pretende rememorar o hacer del conocimiento de quienes no lo sepan, como entre 1978 y 1980 y utilizando el microscopio electrónico (ME) del IAP en la UCV, se hacía investigación sobre la patología ultraestructural tumoral y sus trabajos fueron publicados en una revista venezolana vigente y en revistas de Patología de México y España. El ME además de un arma diagnóstica, resultaría un instrumento de enseñanza para los residentes del postgrado. Era común utilizar el “retrospectoscopio” para señalar como los tumores en las láminas coloreadas con hematoxilina y eosina mostraban con el ME filamentos, microvellosidades, gránulos, luces y densidades trasformadas en estructuras precisas que permitían asegurar los diagnósticos que se hacían con el microscopio de luz.

 

Con el apoyo del Departamento de Virología de IVIC se publicarían estudios experimentales sobre la respuesta inmune y la ultraestructura del sistema nervioso central en el fenómeno encefalítico inducido por el virus de la encefalitis equina(EEV) y crearíamos un modelo experimental para mostrar el daño intrauterino provocado por aquel virus, aceptado y publicado en el Boletín de Patología Comparada del Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas de EUA. En1981 informaríamos sobre las lesiones tempranas de fetos y placentas en las ratas Sprague Dawly utilizando el ME y también la inmunohistoquímica (IHQ). Paralelamente, publicaríamos estudios con el ME en casos de amibiasis cerebral y de encefalitis granulomatosa amibiana.

 

En 1982 se publicó sobre la anemia drepanocitica y las lesiones hepáticas en esta patología, y 34 casos de tumores pediátricos epiteliales y mesenquimáticos, e igualmente se examinaron 17 casos de rabdomiosarcomas con el ME. Entre los años 1982 y 1984 se publicarían trabajos sobre la ultraestructura de 15 timomas, de los tumores malignos de células redondas, del tumor odontogénico epitelial calcificado, y del tumor de células gigante maligno de los tejidos blandos; entre 1983 y 1989 se revisó nuevamente la ultraestructura del VPH en el cáncer ginecológico y trabajos sobre el VPH y la neoplasia epitelial vulvar describirían cambios ultraestructurales durante la infección con este virus. En 1988 y 1989 se publicarían dos importantes trabajos sobre tumores cuya morfología no estaba clara, donde la ultraestructura ayudaría a dilucidar su origen; la fasciitis pseudosarcomatosa, que es una lesión de miofibroblastos y el hemangioendotelioma epitelioide, una lesión que simulaba ser una neoplasia epitelial.

 

Estábamos ya viviendo la pandemia del SIDA y el IAP comenzaría a publicar sus experiencias con la ayuda del ME en las autopsias y las biopsias de estos enfermos; inicialmente sobre 50 autopsias y luego la importancia de la inmunohistoquímica y los estudios ultraestructurales, demostrarían casos de Herpes, y llegarían a 404 autopsias de SIDA examinando las infecciones oportunistas y sobre 69 biopsias hepáticas y la patología pulmonar en el SIDA. Luego de publicar un nuevo caso de encefalitis granulomatosa amibiana en una revista alemana, se señalaría el aporte del ME en las biopsias endomiocárdicas y en particular en la cardiomiopatía dilatada y en 1997 la ultraestructura pulmonar en la proteinosis alveolar. Finalmente se examinaría con el ME muestras de cultivos celulares de humanos infectados con el virus de la EEV en otra epidemia de encefalitis acaecida en el Zulia en 1995.

 

Hubo otras publicaciones sobre el tumor murino transplantable, el fibosarcoma congénito, el Glioblastoma Multiforme congénito, el tumor de Askin, la Nesidioblastosis, y del estudio ultraestructural del Pneumocistis carinii y de la aplicación del ME al estudio de la patología microbiológica del SIDA. En el año 2001 David Mota y colaboradores publicarían sobre la ultraestructura e IHQ del carcinoma medular de la glándula tiroides.

 

En 1997 me tocó en lo personal tener que separarme de mi trabajo en la Sección de microscopía electrónica del IAP de la UCV. Y en 1998 tuve que acogerme a la jubilación. Me hubiese gustado que las numerosas personas que trabajaron en estas lides y se involucraron en los estudios ultraestructurales de nuestra patología pudiesen ser coautoras de muchos trabajos y estuviesen presentes en las referencias bibliográficas, y guardaré siempre un recuerdo muy especial para el personal técnico y para los entusiastas médicos residentes que durante sus años de preparación para hacerse patólogos intervinieron en tantos casos, aprendiendo y enseñándonos a todos.

 

Sin embargo, sin que por ser los últimos dejen de ser importantes, debo terminar de referirme a el hecho de que otras publicaciones seguirían naciendo sobre el estudio ultraestructural de los tumores, ya acompañados usualmente de la correlación inmunohistológica en la Revista Vitae Academia Biomédica Digital, de la Facultad de Medicina, de la Universidad Central de Venezuela que pueden servir de ayuda al examinar el diagnóstico diferencial de los tumores bajo los criterios que ofrece la IHQ, ya que para corroborar los diagnósticos, habría que aplicar en cada caso, cuanto habíamos aprendido sobre la ultraestructura de las neoplasias.

 

Ante el aparente olvido, quizás desconocimiento, claudicación, o resignación de quienes no terminan de entender que lo antes expuesto fue todo una historia del siglo pasado y que desde que se inició el Siglo XXI con el mal llamado socialismo, el país pasó a ser víctima de un proyecto perverso y fuimos colonizados por Cuba, con un actual jefe de estado que fue entrenado en Cuba quien fue designado por quien llevó al país a la situación en la que ahora sobrevivimos, no es posible creer que el IAP de la UCV resurgirá cual “bodegón” como un negocio particular. Hay que ubicarse en la realidad y no crear falsas ilusiones...

Nota: la bibliografía puede revisarse en  ( https://bit.ly/3rIrpdu ) en lapesteloca, noviembre 2019.

 

Maracaibo, sábado 23 de abril del año 2022

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