viernes, 10 de octubre de 2025

Sándor Márai

Este año 2025, el Premio Nobel de Literatura ha sido otorgado a un periodista y escritor húngaro: László Krasznahorkai, hoy en el blog hablaré sobre Sándor Márai (1900-1089) también Sándor Grosschmid, quien nació en Kassa, Hungría, y está considerado como uno de los grandes escritores en lengua húngara de todos los tiempos y una de las figuras clave en la literatura europea de entreguerras.

Tras iniciar su carrera escribiendo en alemán, Márai decidió usar su lengua natal para desarrollar su obra literaria, en la que destacó, además de en la narrativa, en la poesía, la dramaturgia y la crónica periodística. De estilo realista y descarnado, se le comparó con Thomas Mann y Stefan Zweig, disfrutando de gran éxito en toda Europa durante los años 30.

Tras la Guerra Mundial, en la que se posicionó claramente en contra de los movimientos fascistas, y debido al auge del comunismo en Hungría, Odiaba el régimen comunista húngaro, por lo que se fue a Italia en 1948 y luego Márai tuvo que exiliarse en Estados Unidos Pero Márai no pudo encontrar un hogar en Estados Unidos. Sentía nostalgia y añoraba sus raíces europeas. Escribiría en su diario: “¿Qué es eso que no me gusta? sobre América? No hay otra respuesta, sólo ésta: sin espíritu (…) No se puede encontrar una nueva patria, sólo se puede ganar dinero y convertirlo en un lugar de residencia”.

 

En 1956, siguió de cerca la Revolución Húngara. Creía tanto en su victoria que se trasladó a Europa el 6 de noviembre. Para cuando llegó, la revolución había perdido toda posibilidad. Márai estaba profundamente decepcionado con las potencias occidentales por no apoyar la causa húngara. Más tarde, a su regreso a Nueva York, envió un poema (titulado "
Mennyből az Angyal") a los húngaros a través de Radio Europa Libre (Szabad Európa Rádió).

De entre su obra habría que destacar obras como El último encuentro La herencia de Eszter, aunque sus diarios y memorias resultan indispensables para conocer la Hungría invadida por alemanes o soviéticos, como queda retratada en Confesiones de un burgués. Los rebeldes (1930)(2009), La extraña (1934) (2008), La gaviota(1943) (2011), Música en Florencia  (1951), A la luz de los candelabros(1967), El último encuentro (1999).      


Publicaciones póstumas: Un perro de carácter
(2024),  Los celosos (2023),  El matarife (2022),  Lo que no quise decirte (2016),  Diarios 1984-1989(2008),  La hermana (2007),  ¡Tierra, tierra!(2006),  La mujer justa(2005),  Confesiones de un burgués (2004),  La amante de Bolzano (2003)(2014),  Divorcio en Buda(2001),  La herencia de Eszter(2000),  Liberación(2000) (2012). 

 

El último encuentro es una novela que sigue la historia de dos amigos de la infancia que se reencuentran después de muchos años de separación. A través de sus conversaciones, se revelan los secretos y las heridas del pasado que han afectado profundamente a ambos hombres. La novela es una reflexión sobre la amistad y cómo ésta puede ser una fuerza poderosa tanto para el bien como para el mal. Por otro lado, La extraña es una novela que sigue la historia de Vicktor Askenasi, quien emprende un viaje solitario por el Mediterráneo en el que reflexiona acerca de la condición humana: el amor, la pasión, el sexo, el matrimonio, la insatisfacción y la felicidad transitoria, antesala de la decepción inevitable. Un viaje en el que el mar, el paisaje y la muchedumbre le hacen sentir la extrañeza de la vida. Un libro profundo de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX. Una obra breve e impactante que mantiene viva la tensión que oscila entre la incertidumbre, el amor, la soledad y la felicidad transitoria, antesala de la decepción inevitable,

 

Las novelas de Sándor Márai han sido traducidas a varios idiomas y son ampliamente leídas y admiradas en todo el mundo. Su lenguaje refinado y su profunda reflexión sobre la humanidad las hacen obras maestras de la literatura y seguirán inspirando a las generaciones futuras. 

 

Después de la pérdida de las dos guerras mundiales y sometida Hungría a una dictadura de tipo soviético, hasta prácticamente mediados de los años sesenta, la literatura atravesaba una época de poca calidad, con intentos de engañar a la censura. En los años noventa, en tiempos de la democracia, la literatura húngara resurgirá con Imre Kertéz, premio Nobel de literatura que con Sin destino, una obra maestra, considerada una de las mejores novelas del siglo XX, vuelve a ocular un lugar de honor en la literatura europea y universal.

Habría que esperar varias décadas, hasta el inicio del ocaso del régimen comunista en los años 80, para que este extraordinario escritor fuese redescubierto en su país... y en el mundo entero. Sin embargo, esta renovada fama coincidió con una serie de tragedias familiares que marcaron los últimos años de su vida: primero, la muerte de su mujer, Lola, en enero de 1986; después, las de su hijo adoptivo János, a los 46 años, y las de sus hermanos. Estas desgracias quedaron muy patentes en los diarios que Sándor Márai escribió en esta etapa, con entradas tan dolorosas como la siguiente: “La soledad que me envuelve es tan densa como la niebla invernal, es palpable. Hasta la ropa huele a muerte”. Enfermo, pobre y deprimido, Sandor Márai se estableció en San Diego, California. Se aisló mucho tras la muerte de su esposa se suicidó disparándose en la cabeza el 21 de febrero de 1989.

“¿Que significa 'amar'? Durante años he pensado que significa conocer a la otra persona..., conocerla perfectamente, con todos sus secretos; conocer cada rincón de su cuerpo, cada reflejo; conocer a fondo su alma, cada una de sus emociones... Quizás sea eso, quizás conocer sea lo mismo que amar. Pero eso solo es una teoría. Después de todo, ¿que quiere decir conocer? ¿Cuánto se puede conocer a un ser humano? ¿Hasta dónde se puede seguir a un alma desconocida? ¿Hasta sus sueños? ¿Y luego adonde?

¡Qué cosa más rara debe de ser! Como un milagro... Yo imagino que los encuentros de ese tipo deben de ser místicos. La vida real no se basa en tales probabilidades. Creo que las personas que siguen el mismo ritmo, que segregan sus hormonas al mismo tiempo, que piensan lo mismo de las cosas y lo expresan con palabras idénticas... bueno, creo que eso no existe. Una de las dos será más lenta y la otra más rápida, una es tímida, la otra osada, una ardiente, la otra tibia. Así es como hay que tomar la vida, los encuentros... Hay que aceptar la felicidad así, en su estado imperfecto.”

Para lapesteloca, en Maracaibo, el día viernes 10 de octubre del año 2025

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