Desde tiempos remotos, las civilizaciones han
alzado la mirada hacia el cielo con una mezcla de veneración y temor. Fenómenos
como eclipses, cometas y lunas especiales
marcaron calendarios agrícolas, inspiraron creencias, fueron interpretados como
mensajes divinos o presagios, y ayudaron a orientar a los navegantes y
campesinos.
Entre 2014 y 2018 en el este de Texas se evaluó si los ciervos se movían
más por la noche durante las diferentes fases lunares, considerando la
nubosidad. Pero no se comparó con las tasas de movimiento diurno ni se
registraron las tasas de movimiento durante todo el día también necesarias para
la prueba. El estudio pretendía descubrir que los ciervos se movían más por la
noche cuando había luna llena y las noches eran despejadas, y aunque los
resultados estadísticos lo demostraran las razones son poco claras.
Un
estudio de telemetría VHF entre 1981 y 1984 se realizó en el sur de Michigan y
puso a prueba la idea mencionada anteriormente y se descubrió que la actividad
de los ciervos disminuía ligeramente en primavera en los días con mayor
iluminación lunar, pero no se observaron efectos de la luna en ninguna otra
época del año. Hay dos estudios de GPS, el primero se realizó entre 1998 y 2004
en el centro de Oklahoma. Los investigadores no encontraron ninguna base para
ninguna de las hipótesis planteadas, los ciervos se desplazaban aproximadamente
a la misma velocidad y en los mismos momentos a lo largo del mes lunar.
Otro
estudio de GPS se realizó en el este de Carolina del Sur y este grupo de
investigadores informó que los ciervos eran más propensos a moverse durante los
períodos de luna bajo los pies y luna sobre la cabeza durante los cuartos
crecientes, y durante la salida y puesta de la luna durante las lunas nuevas y
en cuarto menguante. Sin embargo, debido a la relación entre la iluminación
lunar y la salida y puesta de la luna, esto significa que los ciervos son más
activos alrededor del amanecer y el atardecer, algo que nadie discute. Además,
menores en este artículo muestran inadvertidamente que la fase lunar no altera
el movimiento en ningún momento del día a lo largo del mes lunar,
La fase
y la posición lunares pueden no ser muy importantes para los ciervos, pero ¿qué
ocurre con los depredadores? Dado que disponemos de tan poca información
científica sobre animales de caza, la evidencia científica sobre cómo responden
los depredadores a la iluminación lunar podría indicar cómo esperaríamos que
sus presas se comporten para evitarlos. Existe poca información; existen dos
estudios sobre los efectos de la fase lunar en los pumas, ambos con cámaras
trampa en Centroamérica (México y Belice) y que prueban la idea de que ninguno
de los estudios encontró evidencia de que los pumas modifiquen su actividad en
respuesta a la fase lunar.
En
resumen, existen cuatro estudios sobre ciervos pero ninguno de ellos ofrece un
respaldo significativo a estas ideas. También hay dos estudios que analizan la
idea en pumas. Sin embargo, estos tampoco muestran evidencia de que la fase
lunar afecte sus patrones de actividad. Por lo tanto, aunque no existe mucha
ciencia revisada por pares sobre este tema, la poca investigación publicada
indica que no existen patrones
importantes que vinculen la luna con la actividad de las especies de caza
mayor.
La poca
información disponible indica que los efectos de la luna en la actividad de la
caza mayor son, en el mejor de los casos, mínimos. Hay pocos datos como para
que estudios de calidad influyan en el futuro, y sorprendería que la luna
tuviera un gran efecto en la caza mayor, y no obstante sigue existiendo lo que
denominan la Luna del Cazador.
La Luna alcanzó su plenitud a las 05.47 horas (hora peninsular española) del 7
de octubre. Aunque ese instante marca el cenit de su iluminación, su
aspecto casi completo podrá
contemplarse durante varias horas antes y después, “La luna llena del
Cazador” apareció en el calendario
nocturno de octubre precisamente en el tránsito entre la noche del 6 al 7, y es en la
madrugada del 7 cuando alcanzó su máxima plenitud. En ese instante, el satélite
se encontró completamente
iluminado, aunque durante las horas anteriores y posteriores la Luna
mostraba un aspecto casi idéntico al plenilunio, lo que amplíó el margen para
su contemplación.
Observar
esta luna tan especial no requiere aparatos sofisticados: basta con
unos buenos ojos, un cielo despejado y un horizonte amplio.
Para quienes dispongan de prismáticos o un pequeño telescopio,
podrán disfrutar de los cráteres, montañas lunares y
ciertas sombras que aportan textura al satélite. Como consejo, si se puede
situar en un lugar con poca contaminación lumínica, alejado de
farolas, carteles o alumbrado urbano, y asegúrese de tener una vista
despejada hacia el Este en las primeras horas, verá que la Luna
ascenderá por ese horizonte.
La Luna del Cazador 2025 representó un instante sublime que unió la
ciencia, la poesía y la memoria ancestral en un recordatorio de que, aunque
conozcamos sus órbitas y fases, seguimos siendo humildes espectadores
del gran teatro del cosmos.
Maracaibo,
sábado 25 de octubre del año 2025
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