sábado, 4 de octubre de 2025

Mis viejos Maestros

 

En octubre del año 2017 me tocó hablar en la Academia de Medicina del Zulia y diría que ya estaba a un par de años de llegar a los ochenta y que tal vez podría ser más adecuado reflexionar sobre mis viejos maestros de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia. Hoy quiero volver a recordarlos…

 

Julio Árraga Zuleta, hijo de nuestro famoso pintor Julio Árraga, con un gran don de gente y extensa cultura literaria, él fue fundador de nuestra Academia de Medicina del Zulia.

 

Rodolfo Urrutia Loaiza, impulsor de la Cirugía experimental en el Zulia con innovadoras técnicas en cirugía gastrointestinal y de la vesícula biliar. En el mismo hospital Chiquinquirá como estudiantes mucho aprendimos al ver actuar al siempre actualizado 

 

José Trinidad Martínez, todavía en 2017 era el más ilustre experto ginecólogo de Maracaibo y no puedo olvidar a otro José Trinidad, JTNúñez Montiel el brillante colposcopista y estudioso, también ginecólogo, que me condujo hacia la investigación ultraestructural sobre el virus del papiloma humano (VPH), en trabajos que adelantaríamos juntos a comienzos de los años 70 del pasado siglo XX.

 

José Ordoñez Marín y sus inolvidables clases magistrales. Ordoñez Marín quien fuera Decano fundador de nuestra Facultad de Medicina, era un personaje de quien se contaba dormía en hamaca y en el piso reposaban sus libros…

 

El Master Jorge Quintero Atencio internista brillante, es imposible no citarlo, pues era un filósofo con una mente privilegiada, y entre los internistas debo nombrar al tempranamente fallecido Oswaldo García Arenas quien fuera el fundador del Servicio de Medicina Interna en el hospital General del Sur.

 

Jorge Hómez Chacín el dermatólogo venereólogo y parasitólogo de la escuela francesa es una imagen personalmente inolvidable… Al mencionar la parasitología debo mencionar a :

 

Adolfo Pons Romero de quien ya hablamos (https://surl.lt/dshfgz) en este Blog (lapesteloca) y de su importante revista Kasmera…  Cuando se dice algo sobre las revistas médicas de este pais, ninguna como Investigación Clínica del genial:

 

Américo Negrette. (https://surl.lu/njxoos ) Quien fuera nuestro maestro de Semiología en las salas del hospital Central, y despertó mi interés por la investigación. Negrette me unió a los jóvenes investigadores que en aquellos días ayudarían a crear el Instituto de Investigación Clínica… 

 

Humberto Rivera. Quien todavía ha sobrevivido a la catástrofe que el COVID 19 provocara en nuestra Academia de Medicina del Zulia. Yo esperaba ser un cirujano y pude ayudarlo a operar muchas veces y ofrecerle cuidados postoperatorios a sus pacientes quirúrgicos… Pero terminé decidiéndome por examinar en el hospital universitario, las causas y las consecuencias de las enfermedades bajo la tutela del doctor Wenger.

 

Franz Wenger. Es importante recordar el rol que jugó Wenger en su lucha para hacer despistaje de cáncer por citología. Fundó una Sección especial para entrenar citotecnólogos en el hospital universitario de Maracaibo, en aquellos tiempos cuando los radio y quimioterapeutas oncólogos eran  Luis Guillermo Borjes Duarte  y  Jesús Acosta Galván. Todos ellos fueron mis profesores y muchos más a quienes no he podido nombrar, les conocí estudiado Medicina y hoy aprovecho para agradecerles públicamente por lo mucho que me enseñaron…

 

Hice anatomía patológica con el doctor Wenger desde mi graduación en julio del año 63 hasta febrero del año siguiente, 1964, y sería el propio Wenger, al verme trabajando a dedicación excl.,usiva pero sin sueldo, quién me consiguió una beca del Club Rotario de Wisconsin y fui a parar a los Estados Unidos. Tras 5 años de entrenamiento como residente, en Wiscosin y en Filadelfia, tengo que nombrar a tres Maestros de aquel entonces:

 

El profesor William Ehrich, (https://surl.li/xstdpt )

La baronesa Gabrielle Zurhein  (https://surl.li/uhyjdv )

El patólogo chileno Enrique Valdivia, (https://surl.lu/wwlhsc )

Todos ellos me enseñaron a hacer investigación sobre la patología de las autopsias, en neuropatología y en patología pulmonar a trabajar aplicando la microscopía electrónica en la investigación.

 

Una noche, viviendo en el helado clima de Wisconsin, recibí una llamada telefónica desde Maracaibo: era el padrino de nuestra promoción médica “Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo”. Era el doctor Pedro Iturbe ( https://surl.li/zpbhei ) quien me informó que había conseguido un  microscopio electrónico (ME) para su Sanatorio. Pedro Iturbe, me pidió que fuese hasta Chicago para visitar a Fernández Morán. Lo hice, y fui muy bien recibido, y ya de regreso, en 1968, instalaríamos el ME en 1969 para hacer investigación en el Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo siguiendo las instrucciones de

el doctor Fernández Morán.


 

Mis colegas patólogos en Maracaibo, no creían en el ME. El elefante gris lo denominaba el jefe del Servicio. Los patólogos no estaban interesados en hacer investigación. En 1971, nos visitaría personalmente el doctor Fernández Morán, y organizamos el 1er Simposio Venezolano de Patología Ultraestructural y asistió invitado el ya famoso doctor Rui Pérez Tamayo   y luego, ese mismo año, durante el VIII Congreso Latinoamericano de Patología que se dio en el hotel del Lago, presentaríamos trabajos con el ME sobre encefalitis equina, rabia, amibiasis, y la ultraestructura de tumores.

 

En aquel evento latinoamericano, conversando con JTNúñez Montiel decidimos usar el ME para examinar el cuello uterino de sus pacientes y en el siguiente Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Patología, que se dio en 1973 en Mérida, Yucatán-México, demostramos la presencia del virus del papiloma humano (VPH) en el cuello uterino y señalamos tempranamente y por primera vez, su importancia en el cáncer cervical.

 

He querido aprovechar esta ocasión para permitirme nuevamente mencionar a algunos de mis profesores, a quienes recuerdo con respeto y admiración, fueron mis Maestros en Medicina.

 

Maracaibo, sábado 4 de octubre del año 2025

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