jueves, 13 de septiembre de 2018

Le Rouge et le Noir ( 1 )




Le Rouge et le Noir   ( 1 )

Si bien recuerdo que leí hace muchos años La cartuja de Parma, no así a Rojo y Negro, no obstante el nombre de Julien Soler me lleva siempre a recordar a mi maestro Eduardo Liendo. A comienzos de la década de los 90, durante dos años tuve la suerte de asistir al Taller de Narrativa que ofrecía Eduardo en el edificio que fuera el Ministerio de Educación, a un par de cuadras de la esquina de El Conde en el centro de Caracas. Allí le escuché hablar varias veces sobre su admiración por Julien Soler, un personaje que conocía a fondo pues estando preso en la isla del burro, Rojo y Negro era uno de los pocos libros que tenían para leer y re leer. Desde entonces no había tenido la oportunidad de leer la novela de Stendhal y francamente hablando no lo he hecho, lo que no me impide hablar del personaje y llevarles a ustedes resumidamente el argumento de su trama, la cual, sea dicho de paso,  que me parece exageradamente melodramática. 

Rojo y negro la novela de Stendhal (1783-1842) se desarrolla en Francia a fines de los años 1820, y trata de las ambiciones de un joven para elevarse sobre la pobreza de su nacimiento. Rojo y negro es un ejemplo de novela psicológica e influyó en muchos escritores del realismo, en particular a León Tolstói, y en el siglo XX a André Gide. El título del libro se interpreta como los colores de los uniformes del ejército (rojo) y de los sacerdotes (negro).  El argumento tiene que ver con las tensiones entre la propia tendencia republicana de Julien Sorel -en particular, su lealtad nostálgica a Napoleón- y las conspiraciones de los aristócratas católicos legitimistas, en particular los marqueses de La Mole y sus partidarios jesuitas, que representan el extremo político opuesto. Si bien este contexto histórico es tratado por Stendhal considerándolo suficientemente importante como para titular la novela Rojo y negro: crónica de 1830, la trama psicológica de Julien Soler es la que domina la obra.

Dividida en dos partes, la novela nos presenta inicialmente a Julien Sorel, hijo de un viejo carpintero del pueblo, el aserrador Sorel, quien desprecia las cosas intelectuales, y a Julien, un niño que recita de memoria el Nuevo Testamento en latín, y es protegido por Chélan, el cura del pueblo. Julien admira a Napoleón Bonaparte, considerándolo su modelo exitoso. El abate Chélan recomienda a Julien como preceptor de los hijos de Monsieur de Rênal alcalde de Verrières. En el mundo de la burguesía provincial, Julien Sorel seducirá a la señora de Rênal, una joven hermosa, tímida e ingenua. Julien hipócrita, oculta sus sentimientos por la anfitriona y su admiración por Napoleón, pero se gana el corazón de los niños y paseará al anochecer con la señora Luisa Rênal, quien se enamorará de Julien obligado a rechazar los avances de Elisa, la criada de la señora Rênal quien decide difundir un rumor de que algo hay entre su ama y Julien, el hombre de moda en Verriere. El señor de Rênal recibe un anónimo denunciando el adulterio de su esposa con Julien, y el padre Chélan mete a Julien al seminario donde será odiado por sus compañeros. El abate Pirard le ofrece el cargo de secretario del marqués de La Mole y Julien marcha a trabajar con el aristócrata en París. 

En la Segunda parte, el marqués de La Mole, tiene una hija Mathilde, una joven aristocrática con muchos pretendientes pero que acabará enamorándose de Julien. Él desprecia a Mathilda comparándola desfavorablemente con la señora de Rênal, a quien añora. El marqués aumenta su confianza en Julien, y Mathilda le confesará a su padre que está embarazada y desea casarse con el joven secretario. El marqués le ha otorgado a Julien un cargo de teniente de húsares en Estrasburgo, y es ahora el caballero Julien de Vernaye. Mathilde no puede convencer a su padre el marqués de La Mole quien rechaza categóricamente la idea de matrimonio. Una carta de Madame de Rênal para el marqués denuncia  la inmoralidad de su examante devorado por la ambición y Julien, desesperado, se va a Verrières y durante la misa entra en la iglesia le dispara a Luisa Rênal, su antigua amante. Creyéndola muerta, Julien espera en la cárcel por su juicio y Mathilde va a verlo diariamente con un seudónimo, pero los arranques de heroísmo de Mathilde aburren a Julien quien persiste en su amor por la señora de Rênal. A pesar de la opinión pública el jurado condena a Julien a la guillotina. Mathilde y Madame de Rênal confían en la apelación y Julien piensa en el futuro del hijo que ha de nacer. Madame de Rênal, logra el permiso para ver a Julien a quien le manifiesta que su amor por él nunca ha menguado. Se da la ejecución de Julien y Mathilde y le pide ver al verdugo los restos del padre de su hijo, compra el cadáver, entonces agarra la cabeza de Julien, le da besos en la frente, y entierra la cabeza en la cumbre del Jura donde Julien Sorel vivía. Madame de Rênal fue fiel a su promesa, sin embargo tres días después de la ejecución, muere abrazando a sus hijos. 
 
En su libro Mentira romántica y verdad novelesca (1961), el crítico y filósofo René Girard identifica otra de las claves de Le Rouge et le Noir, a la que él denomina el deseo triangular. Dice Girard, que la novela de Stendhal revela cómo,  el deseo por otro siempre es “mediado” por un tercero (dicho crudamente, que cuando deseamos algo -o a alguien-,  es porque vemos que alguien más desea exactamente eso). Esta teoría da cuenta de la aparente perversidad en la relación entre Mathilde y Julien, y en particular cuando Julien inicia el cortejo de Madame de Fervaques para provocarle celos a Mathilde, pero también y especialmente señala la fascinación con que Julien aspiraba siempre instalarse en la alta sociedad que tanto decía despreciar. Siendo esta una novela de una trama fundamentalmente psicológica, es necesario señalar que también existe un síndrome psicológico o psiquiátrico, denominado “síndrome de Stendhal, sobre el cual nos referiremos en otra oportunidad para decir algo también sobre el cine y esta famosa novela.

Maracaibo  13  de  septiembre 2018

1 comentario:

Armando Rodríguez dijo...

Excelente resumen profesor, comencé a leer Rojo y Negro durante mi adolescencia y luego de 90 páginas no pude continuar, como Ud. dice excesivamente melodramática para mi gusto. Gracias por echarnos el cuento. Ya me enteré como termina. Un abrazo desde Valencia, España.
Armando Rodríguez.