martes, 18 de septiembre de 2018

La Ley de Espera y Quita




La Ley de Espera y Quita

Juan Vicente González (1810-1866) Fue un pionero del periodismo en la Venezuela del siglo XIX, además se le considera nuestro primer escritor romántico. Nació en Caracas el 28 de mayo de 1810 y se licenció en Humanidades con notables conocimientos de latín, filosofía, literatura y gramática. Fundó los diarios “El Heraldo” y “Diario de la Tarde” que le sirvieron de palestra a su aguerrido verbo, conjugado con giros poéticos característicos de su escritura. Como historiador, Juan Vicente González escribió una serie de biografías de ilustres personajes venezolanos –desde la Colonia hasta avanzado el proceso republicano de 1830–en la Historia del Poder Civil en Colombia y Venezuela, compilación que sólo alcanzaría publicar seis, entre las que destaca la biografía de José Félix Ribas; tres décadas más tarde–estando en prisión– escribe Manual de Historia Universal, que publicó en dos parte y por entregas (1861 y 1863). 

El 5 de mayo de 1841, el Congreso de la entonces República Oligárquica presidida por José Antonio Páez, aprobó una ley tristemente célebre en la historia venezolana: la de Espera y Quita, que en realidad, no era más una modificación de la ultraliberal Ley de Libertad de Contratos aprobada por ese mismo Congreso en 1834. La primera venía, supuestamente, a regular las draconianas condiciones a los cuales los usureros prestamistas sometían a los deudores, La Ley de Espera y Quita (o Ley de Beneficio de Espera) fue promulgada el 9 de abril de 1849, y se la ha calificado como una de las primeras medidas intervencionistas del Estado venezolano. Fue una ley que contradecía los principios liberales que se habían materializado en la Ley de Libertad de Contratos de 1834.   A la larga lo que promovió la nueva ley fue la usura y la ruina de los pequeños productores, abriendo el camino a la Guerra Federal.

El aguerrido verbo y espíritu periodístico de Juan Vicente González, le llevó a escribir Epístolas Catalinarias sobre el 8 de julio, en las que arremete contra del caudillismo (1835). Dedicado a las letras escribió el poema Mis Exequias a Bolívar (1842); y el libro de pequeños poemas en prosa Las Mesenianas (1846), elegías que abordan la exaltación de los valores patrios, el culto a los héroes, y los conflictos nacional. Escribió además la sátira en versos El baile en Caracas (1854), y Ecos de las Bóvedas (1862) que aborda el conflicto armando presente en Venezuela.   En 1865 fundó la Revista Literaria, donde Juan Vicente Gonzaléz publicó ensayos hasta su muerte, ocurrida el 1 de octubre en 1866 

Rafael Arvelo Rodríguez (1812-1968)  nació en Valencia, Edo. Carabobo. Hijo del político, quien fue designado diputado del Congreso colombiano, el abogado Cayetano Arvelo y de Margarita Rodríguez. Rafael Arvelo Rodríguez estudió en Bogotá, Colombia, en el Colegio del Rosario (1823-28), mientras su padre ejercía funciones políticas allá. Regresó a Valencia antes de la separación de Venezuela de la Gran Colombia, en 1828. Fue comerciante en el año 1838. como tal en 1842. Fundó el periódico El Relámpago. Autor de la sátira Mistiforis (1846) contra el sacerdote y militar José Félix Blanco (1782-1872), quien tenía aspiraciones presidenciales; y del poema Pronunciamiento (1875), por citar algunos de sus muchos escritos, y llegó a usar en algunos, el seudónimo  Guardajumo. Rafael Arvelo contrajo nupcias con Ana Colombia Beluche, hija del General estadounidense Renato Beluche (1780-1860), quien participó en la Guerra de Independencia de Venezuela;  enlace que tuvo un hijo: José Antonio Arvelo Beluche (1843-1884), dramaturgo, poeta, General y Presidente (gobernador) del Edo. Carabobo. (1812-1968).

José María de Rojas en la Biblioteca de escritores venezolanos contemporáneos (1875), relata sobre el poema “Una improvisación: a una señorita”, cómo "esta improvisación tuvo lugar en la casa del ilustre General Diego Ybarra, donde se servía una comida, a la que concurrió el Señor Rafael Arvelo y en ese día había promulgado el Congreso Venezolano la ley denominada “Ley de espera y quita”, que, por demasiado extravagante, era tema de todas las conversaciones. Arvelo fue excitado a hablar, en momentos en que trinchaba un pavo y tenía delante en la mesa a la Señorita Elena Echenagucia"... 
Tus ojos, bella Elenita,/ Crueles acreedores son:/ Pues cobran el corazón/Sin dar espera ni quita.// El que los mira una vez,/ Alma y quietud ajena;/ Y no hai usurero, Elena,/Que exija tanto interés.// Yo tengo acá mis razones/ De deudor para decir/ Que no es bueno consentir/ Logreras de corazones.// Y si á las bellas alcanza/ Esa ley que hoy fue cumplida,/ Debes quitarme la vida/ Ó darme, si no, esperanza.// Por una Elena ardió Ilion:/ La historia la pinta bella./ Tú, Elena, más linda que ella,/ Incendias mi corazón!// Mas... soi casado!... Te alabo!.../ Y qué haces tú?... despreciarme.../ Soi capaz de suicidarme.../ Con esta pierna de pavo!”// ( La "bella Elenita", posteriormente se casó con un comerciante alemán de religión hebrea llamado Carlos Hahn, con quien tuvo una larga familia. El menor de los hijos fue el gran músico Reynaldo Hahn).

Rafael Arvelo Rodríguez el poeta inspirado en la bella Elena, estuvo entre los fundadores del Partido Liberal, el 24 de agosto de 1840.  Ejerció de Secretario de Interior y Justicia (1857), Ministro de Hacienda (1866), Ministro de Relaciones Exteriores (1866) y fue Presidente encargado de la República (1866-67), durante una ausencia en el gobierno del Mariscal Juan Crisóstomo Falcón (1820-70), quien tuvo la máxima autoridad durante el lapso del 15 de junio de 1863 al 25 de abril de 1868. El poeta, político, Presidente Interino de Venezuela, Rafael Arvelo Rodríguez falleció en Caracas, el 10 de julio de 1877. Sus restos reposan en el Panteón Nacional, Caracas, desde el 12 de julio de 1877.

Maracaibo 19 de septiembre 2018

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