La hija de Ryan
En el período posterior al "alzamiento de
Pascua" ("Easter Rising")
de abril de 1916, cuando el nacionalismo constitucionalista irlandés estaba
viéndose desplazado por la actividad revolucionaria creciente del Irish
Republican Brotherhood, dirigida sobre todo contra la policía irlandesa (Royal
Irish Constabulary) y el ejército, es la época cuando transcurre la película
“La hija de Ryan”. Una película
británica de 1970, dirigida por David Lean. Protagonizada por Sarah Miles, Robert
Mitchum, Trevor Howard, John Mills y Christopher
Jones en los papeles
principales.
Rosy Ryan (Sarah Miles) es la hija del
tabernero de una pequeña población en la costa de Irlanda. Rosy es una chica romántica que
anhela un amor apasionado y siendo una joven fina y educada, no se encuentra a
gusto en un pueblo pequeño que no resuelve sus necesidades. La única persona
que ella considera de un nivel social adecuado es el maestro de escuela,
Charles Shaughnessy (Robert Mitchum), un maestro rural viudo, que vuelve
de Dublín a su aldea natal y que tiene unos cuantos años más que ella. Rosy una
muchacha muy impulsiva cree estar enamorada del maestro, se encapricha con él,
y no parará hasta llevarlo al altar. Ambos acaban casándose, más sin embargo,
cuando llega al pueblo un joven militar británico herido y con traumas de
guerra, el mayor Randolph Doryan (Christopher Jones), Rosy
se da cuenta de lo que es estar realmente enamorada. La belleza de la película
se apoya en la agreste y bella costa irlandesa, con sus espectaculares
borrascas y sus acantilados impresionantes en la península de Dingle, junto
con las actuaciones del cura el posadero padre de Rosy, y el tonto del
pueblo, hacen de La hija de Ryan
una película inolvidable. Sin embargo, la crítica de la época no fue favorable a
pesar de que ha sido considerada por muchos como una de las mejores obras del
director David Lean. Agrias críticas, incluso personales, de parte de la prensa
internacional hicieron que Lean se retirase, incomprendido, hasta principios de
la década de 1980.
Desde el punto de vista formal, la filmografía de
David Lean puede dividirse en dos etapas claramente diferenciadas: la que
abarca desde sus inicios hasta mediados de la década de los cincuenta con
fotografía en blanco y negro, Breve
encuentro(1947). Un
segundo período que se inicia en 1957 con El
puente sobre el rio Kwai y que dará lugar a cinco grandes
superproducciones, rodadas en los más diversos escenarios naturales (desde la
inmensidad del desierto de Lawrence
de Arabia hasta la gélida estepa siberiana del Doctor Zhivago) fotografiados en esplendoroso formato
panorámico. El que sería su penúltimo trabajo (uno de los mejores de toda su
filmografía), es precisamente La hija
de Ryan, una película que amargó la vida a su director. Cuando David Lean estrenó Doctor Zhivago, la crítica dijo
que no era como Lawrence de Arabia.
Luego la taquilla le dio la razón y refrendó la calidad de la película. Pero
años después, en 1970, cuando volvió con La
hija de Ryan, los críticos esta vez dijeron que era una pena porque
parecía que Lean ya nunca más volvería a rodar algo tan bueno como Doctor Zhivago. Tras el estreno,
Lean asistió a una comida con la Asociación Nacional de Críticos de Nueva York
donde Richard Schickel le
espetó: “¿Cómo el hombre que rodó Breve
encuentro puede filmar una mierda como La hija de Ryan?” Pauline
Kael dijo que era una película “demasiado cara para un romance tan
barato”. Variety, insistió en que era muy larga. Alexander Walker, del Evening Standard, diría, “tres horas
es demasiado para una historia de amor tan insignificante”. Lean se sintió
aplastado, se replanteó su vida y estuvo catorce años sin filmar. La campaña no
solo significó prácticamente su retiro. La
hija de Ryan está considerada también como la última gran película
hollywoodiense, como el fin de una forma de entender el cine. La película, en
cualquier caso, recaudó treinta millones para los trece que había costado, y en
un cine de Londres llegó a estar dos años en cartel. Se llevó un Óscar a la
Mejor Fotografía, indiscutible, y otro fue para John Mills, el retrasado mental de la historia.
Título Original: Ryan's
Daughter (1970) Productora: Metro-Goldwyn-Mayer, Duración:
206 min. Director: David Lean. Guión: Robert Bolt / Fotografía: Freddie Young / Música: Maurice Jarre. Protagonizado
por: Sarah Miles (Rosy Ryan);Robert Mitchum(Charles Shaughnessy);
Trevor Howard (Padre Hugh Collins); John Mills (Michael):
Christopher Jones (Mayor Randolph
Doryan); Leo McKern (Tom Ryan).
Premios:
Óscar 1971: al mejor actor secundario (John Mills) y a
la mejor fotografía (Freddie Young); Premio
Globo de Oro 1971: al mejor actor secundario (John Mills); premio Laurel de Oro 1971: a
la estrella de mañana (Christopher Jones); al mejor director de fotografía -
2.º lugar (Freddie Young); a la mejor actuación femenina – 2.º lugar (Sarah
Miles); Premio David
di Donatello 1971: a la mejor producción extranjera (Anthony
Havelock-Allan); premio British Society of
Cinematographers 1970: a la mejor fotografía (Freddie Young); premio Evening Standard British Film
Award 1974: a la mejor película (David Lean); premio Kansas City Film Critics Circle Awards 1972: al mejor actor secundario (John Mills).
He querido finalizar esta reseña de La
hija de Ryan comentando sus escenas de la tempestad en la costa
irlandesa que siempre recuerdo impresionado y me transportan a las pinturas de
Winslow Homer. Debo decir que es una de mis películas favoritas de siempre y
David Lean uno de mis directores admirados. En este maravilloso film, casi
todos los personajes destilan tristeza, hasta el bobo del pueblo en su rol
premiado. Tres horas de belleza, intensidad, y emoción, en una muestra de que
los críticos en esa ocasión se equivocaron.
Maracaibo 6 de
septiembre 2018
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