Juan Carlos y Rafaela
Juan Carlos Requesens Martínez (1989) es un líder político
estudiantil de la Universidad Central de Venezuela
(UCV). Fue uno de los integrantes de la oposición estudiantil durante las protestas benezolanas del año 2014,
Requesens salió
electo Diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela en las elecciones del 6 de
diciembre de 2015, para el periodo 2016-2020 y había dirigido marchas
oponiéndose al gobierno venezolano presidido por Nicolás Maduro. Las demandas principales de su movimiento estaban centradas en la
liberación de los estudiantes que han sido detenidos y siguen como presos
políticos. Durante una de las protestas
ocurridas en Venezuela contra el régimen actual, al realizar una marcha hasta
la defensoría del pueblo fue atacado por colectivos, resultando herido por una
botella. En su última intervención en
la Asamblea Nacional horas antes de ser detenido, Requesens afirmó que seguiría
luchado por Venezuela. “¿Qué quiere Nicolás Maduro, los militares, y este Gobierno? Hemos dado
todo, soportado las balas, la persecución, enterrado a nuestros muchachos por
participar en una manifestación. ¿Hasta cuándo vale?”, se preguntaba el parlamentario
por el estado Táchira durante el debate en la Asamblea Nacional y se refirió
igualmente a la persecución al también
diputado José Manuel Olivares, quien decidió salir del país ante el acoso
contra él y su familia. “Me niego a rendirme, a arrodillarme frente a
los que quieren quebrarnos la moral”... Así concluyó su intervención de
este martes 7 de agosto del diputado por Primero Justicia Juan Requesens en la
plenaria de Asamblea Nacional, pocas horas antes de que fuera detenido violentamente
por efectivos policiales acusado de ser responsable del atentado contra Nicolás
Maduro el pasado sábado 4 de agosto.
Juan Carlos Requesens es hermano de la actual
presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, la joven Rafaela
Requesens, líder estudiantil, quien a los 24 años asumió la presidencia de la
Federación de Centros Universitarios con un fervor que hace recordar a su
hermano, Juan, ahora acusado por Nicolás
Maduro de ser partícipe de un plan para asesinarlo. La noche en que se produjo
tal acusación, ambos hermanos fueron arrestados por el Sebin. Rafaela fue detenida con
él, y posteriormente liberada.
En agosto de 2018 se le acusó a Juan Carlos junto al también diputado y expresidente del Parlamento Julio Borges, de estar presuntamente involucrado el atebtado contra Nicolás Maduro por lo que fue arrestado; Diosdado Cabello anunció que se trataría el retiro del fuero parlamentario “a diputados implicados en el magnicidio”. El día 8 de ese mes la Fiscalía General pidió al denominado Tribunal Supremo de Justicia emitir sentencia para dar pie a la remoción de la inmunidad parlamentaria de Requesens, y esta fue remitida a la nuve Asamblea Nacional Constituyente la cual, aún sin estar dentro de sus competencias la aprobó.
En agosto de 2018 se le acusó a Juan Carlos junto al también diputado y expresidente del Parlamento Julio Borges, de estar presuntamente involucrado el atebtado contra Nicolás Maduro por lo que fue arrestado; Diosdado Cabello anunció que se trataría el retiro del fuero parlamentario “a diputados implicados en el magnicidio”. El día 8 de ese mes la Fiscalía General pidió al denominado Tribunal Supremo de Justicia emitir sentencia para dar pie a la remoción de la inmunidad parlamentaria de Requesens, y esta fue remitida a la nuve Asamblea Nacional Constituyente la cual, aún sin estar dentro de sus competencias la aprobó.
La oposición denunció que Requesens fue drogado y torturado para obtener
las declaraciones. Una fuente del partido Primero Justicia aseguró que el
parlamentario fue drogado para obligarlo a declarar y cuando los funcionarios
se dieron cuenta de que Requesens aún estaba consciente, continuaron drogándolo
hasta que el diputado no pudo controlar sus esfínteres. La fuente señaló que a
Requesens lo amenazaron con asesinar a sus padres y con violar a su hermana. En
un video publicado por el gobierno se observó al diputado en ropa interior
manchada con excrementos mientras que un hombre le dice que se de la vuelta, y después
fue trasladado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia desde El Helicoide hasta el denominado ¡Palacio de Justicia!, sitio donde las audiencias son
característicamente diferidas
El director ejecutivo del Foro
Penal Venezolano, Alfredo Romero, ha señalado recientemente
que cada vez que liberan a grupos de detenidos, encarcelan a una cantidad
superior. Unos entran, otros salen, y esa
puerta no ha dejado de girar desde abril de 2002, cuando Hugo Chávez todavía
regía los destinos de la Nación. Entonces comenzó a hablarse de los presos
políticos. Luego, la puerta no solo no dejó de girar sino que, desde que Maduro
asumió el poder, ha incrementado su movimiento de forma exponencial. En el año
2013, año en que asumió la presidencia, el Foro Penal contabilizaba 13 presos
políticos, número que escaló a 310 en 2014. En 2017, se hablaba de un promedio
de 100 presos políticos nuevos cada mes. Solo en abril de 2017, arrestaron a
1.668 personas y, de ellas, 68 pasaron a engrosar la lista de presos políticos,
con el objetivo de neutralizar a líderes específicos que son considerados una
amenaza política, intimidar a los grupos de los cuales el detenido forma parte,
estudiantes, militares y activistas, entre otros y sustentar narrativas del
poder o hacer propaganda como las de la “guerra económica” o el “desacato” de
los diputados de la Asamblea Nacional. Con
esa lógica, de acuerdo al reporte del Foro Penal de julio de 2018, había 248
presos políticos en distintas cárceles de Venezuela o en arresto domiciliario,
de los cuales algunos líderes de la oposición venezolana son solo la parte más
visible.
Maracaibo, 22
de septiembre 2018
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