Arribando al “mar”
especial y funesto de nuestro “período”…
El deterioro del país y las necesidades extremas de su
población más pobre están llegando a límites insostenibles. Tras producirse una
monstruosa operación gubernamental, manipulando el máximo signo monetario para
obligar a todos los ciudadanos a devolver todo su dinero a los bancos
nacionales, la que se ha considerado está amparando impunemente una operación
millonaria de narco-lavado, quiero referirme nuevamente a lo publicado
en septiembre este año 2016 en el blog lapesteloca.blogspot.com , con el título de ¿Estaremos en nuestro “período especial”? Aprovecho esta oportunidad para
comenzar incluyendo dos párrafos de un artículo sobre el mismo tema, ya
publicado antes por el Dr. Rafael Muci Mendoza, http://rafaelmucimendoza.com/el-unipersonal/1555/elogio-del-periodo-especial/
“En
1993, el aporte de 1.863 kilocalorías
por día” era lo habitual para el pueblo cubano,
“siendo
el mínimo recomendado para el adulto de 2.100 a 2.300 calorías. Los niños y
viejos recibieron sólo 1.450; como consecuencia, cada cubano adulto perdió
entre un 5% a un 25% de su peso corporal. Confabulación de factores políticos,
nutricionales y tóxicos; surge por hambre en la población una epidemia de
neuropatía óptica y polineuropatía periférica asociada a pérdida visual y de la
sensibilidad de las extremidades. Casos ocasionales en 1991 y hasta 1997,
56.800 afectados en total, muchos ciegos y baldados pero… ¨con patria¨. Había comida para la élite. Aumento del 60% en la tasa
de mortalidad materna ocasionada por complicaciones obstétricas comunes y un
43% en la tasa de la mortalidad materna total. El gobierno cubano dispuso la
distribución de suplementos vitamínicos. El cuadro clínico, así como los
efectos mentales y sociales producidos por el hambre durante el Período Especial, fue causado por
el racionamiento extremo y factores políticos y económicos propios de regímenes
autoritarios. La situación obligó al régimen aceptar donaciones del diablo
sulfurado -Norteamérica-, de alimentos, medicinas y dinero en efectivo”.
“Vivimos una guerra asimétrica, donde unos poseen todos los artefactos
destructivos que compararon para matarnos, zaherirnos y humillarnos frente a
otros que poseemos las armas de nuestras convicciones y soñamos por tiempos
mejores mientras enjugamos las lágrimas del dolor de las pérdidas… No cabe
dudas, la situación venezolana es tal cual la que observé en aquella lánguida
Cuba de los 90 y que seguramente continúa así, amparada por la opacidad
informativa y la conchupancia de la desprestigiada Oficina Sanitaria
Panamericana…” “¡Prepararse
los oftalmólogos venezolanos para su diagnóstico!, vendrá la neuropatía óptica
traída de la mano de la insania comunista, ya la pérdida de peso cunde en la
población: ¿qué nombre le pondrán?, ¿ceguedad inoculada desde el Imperio?,
¿ceguera de la Tarjeta de Abastecimiento Seguro?, ¿amaurosis de las colas del
hambre?, ¿a quiénes culparán?… Porque no hay nada más fácil para los necios que
inventar enemigos a la medida de su propia estupidez”… (rafaelmuci@gmail.com; rafael@muci.com).
Quiero finalizar hoy, copiando
algo ya dije en el pasado mes de septiembre en este mismo blog. “Hablando de Cuba, siempre regresará a nuestra mente la promesa
paradigmática del “Comandante Eterno”: los venezolanos tenemos que llegar como
Cuba, “al mar de la felicidad”… Ban
Ki-moon el Secretario General de la ONU en una entrevista el pasado mes de
agosto, este año 2016 dijo: “Estoy muy preocupado por la situación
actual, en la que las necesidades básicas no pueden ser cubiertas, como la
comida, el agua, la sanidad, la ropa, no están disponibles. Eso crea una crisis
humanitaria en Venezuela”, por lo que es lógico que ante esta crítica
situación que estamos viviendo, la cual evidentemente “por sus características
y patrones de ocurrencia, no se corresponde con ningún antecedente según la
experiencia internacional y la literatura especializada", parece lógico,
repito, que nos preguntemos, ¿y entonces?... ¿Será que estamos en nuestro
período especial?
Así finalizaba el artículo que
en septiembre nos preguntaba, si acaso en nuestro país estábamos en un período
especial, y ahora meses más tarde, agravada la situación nacional, estamos
viviendo el importante momento cuando finalmente, la Asamblea Nacional ha
enjuiciado políticamente al presidente, sin saber hasta dónde podremos llegar… En
el momento actual, estoy en el exterior por razones personales, pero ya se me
ha informado con la mayor seriedad, que estoy amenazado por quienes detentan el
poder. Ellos han afirmado que: si al regresar llevo el dinero que separé al
salir del país para poderle pagar al taxista que me llevaría del aeropuerto
hasta mi casa, me llevaran a prisión porque este, mi dinero, lo tengo en
billetes de 100 bolívares… ¿Que me recomendarán mis amigos?: ¿correr el riesgo
y regresar con mis billetitos de 100?, ¿quedarme afuera y vivir en el exilio?,
¿pensar ilusamente que por ser inocente no voy a ir a parar en alguna de las
ergástulas del régimen? Siento que es muy lamentable lo que sucede y solo puedo
pensar en que… Así son las cosas,
como diría el genial periodista Oscar Yánez.
Toronto, 17 d diciembre del año 2016
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