jueves, 1 de agosto de 2024

Heil Hitler

 

No existen pruebas reales que en la antigua Roma se saludara a los líderes de la manera que lo hacen con el el llamado "saludo romano", gesto de los movimientos fascistas, que representó uno de los elementos visuales más característicos del fascismo, que consistía en alzar el brazo derecho con la palma mirando hacia abajo, generalmente acompañado de una proclama a favor de la patria o el líder de turno.

Si bien hay estatuas que muestran una postura similar como se ve en la estatua ecuestre de Marco Aurelio y la de Augusto en uniforme militar, la posición del brazo es distinta quizás para agradecer una respuesta calurosa a sus palabras o a su presencia. Mucho tiempo después el gesto aparece en su forma conocida en la pintura de Jacques-Louis David.” El Juramento de los Horacios” una obra del año 1784 representando un episodio mítico de la historia romana cuando tres hermanos de la familia de los Horacios son designados para representar a Roma en un duelo que decidirá el destino de la guerra entre Roma y su vecina Alba Longa. Los hermanos hacen el saludo frente a su padre, quien les entrega sus espadas.
Otro posible origen se remonta a la Edad Media y tampoco tiene que ver con la antigua Roma. Según algunos historiadores del siglo XIX, este gesto se usaría en las ceremonias de coronación de los reyes germánicos, quienes eran llevados sobre un escudo mientras sus soldados les saludaban de tal modo, pero no existen pruebas contemporáneas de esa época a la que supuestamente existia dicha tradición.

El fascismo italiano y el nazismo alemán –con formas similares el saludo nazi era con la palma horizontal, mientras que el fascista mantenía la mano con la misma inclinación del brazo), sus orígenes eran distintos ya que en el caso italiano, se atribuye el primer uso del saludo al cuerpo de “legionarios” de Gabriele d'Annunzio, político y militar italiano quien dirigió en 1919 un cuerpo de voluntarios que capturaron la ciudad de Fiume (actual Rijeka), disputada entre los reinos de Italia y Serbia, con la intención de reclamarla para su país. D'Annunzio predecesor de mucha de la “escenografía” fascista, que incluye este saludo de sus tropas como una expresión de lealtad a la patria y a su Duce o comandante. Posteriormente fue adoptado por Benito Mussolini como un símbolo de conexión con el antiguo Imperio Romano, que él aspiraba a resucitar.

Las explicaciones, para el caso del saludo nazi son más complejas, aunque con toda seguridad el saludo se copió del saludo fascista, en este caso relacionándolo con el antiguo Imperio Romano Germánico y no con el Imperio Romano. Adolf Hitler imprimió algunas variantes, como la mano en posición horizontal y la aclamación al líder (Heil Hitler, “viva Hitler”; o Sieg Heil, “viva, victoria”).

La versión española del saludo imitaba la italiana en postura y ángulo: fue introducida por José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española, adoptado por el bando Nacional durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura de Franco. Después de la derrota del Tercer Reich en 1945, los regímenes que habían sido cercanos al Eje, como el franquismo, dejaron de usarlo en actos oficiales para facilitar su aceptación internacional.
Otros movimientos fascistas tendieron a copiar la versión italiana del saludo más que la alemana. Por otra parte, no fueron los únicos: en otros países hubo versiones similares, como el “saludo Bellamy” en Estados Unidos, que dejaron de utilizarse por su parecido con el nazismo. Durante el siglo XX también se empleó a menudo en obras de ficción ambientadas en época romana (sobre todo películas), pero actualmente ha caído en desuso por considerarse una falsedad histórica.

El llamado “saludo Bellamy” es un saludo descrito por Francis Bellamy, para acompañar al Juramento de Lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América. Durante el periodo en que se utilizó con el Juramento de Lealtad, fue también conocido a veces como el "saludo a la bandera". Durante los años 20 y 30 del siglo XX, los fascistas italianos, los nazis y los falangistas españoles adoptaron saludos similares en la forma, resultando en una controversia a propósito del uso del saludo Bellamy en los Estados Unidos, el cual oficialmente cuando el Congreso enmendó el Código de la Bandera de los Estados Unidos en diciembre de 1942, sería reemplazado por la mano sobre el corazón.

El inventor del saludo fue James B. Upham, editor del The Youth's Companion. Bellamy recordaba que Upham, al leer el juramento, adoptó la posición del saludo, dio un golpe con sus tacones al juntarlos, y dijo "Ahora la bandera está izada; hago el saludo; mientras digo 'Juro lealtad a mi bandera,' extiendo mi mano derecha y la mantengo alzada mientras digo las emocionantes palabras que siguen". El saludo Bellamy se demostró por primera vez el 12 de octubre de 1892, para la celebración nacional escolar del 12 de octubre; el saludo civil inicial fue reemplazado por el gesto de poner la mano sobre el corazón, seguido por la extensión del brazo, según describió Bellamy.

En los años 20 del siglo XX los fascistas italianos adoptaron el saludo romano que fue rápidamente copiado por los nazis alemanes, creando el saludo nazi. La similitud con el saludo Bellamy llevó a confusión, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Desde 1939 hasta el ataque a Pearl Harbor, los detractores de la entrada de los Estados Unidos en la guerra hicieron propaganda utilizando el saludo para minar su reputación. Entre los antiintervencionistas estaba el pionero de la aviación Charles Lindbergh.

Los partidarios de las tesis de Lindbergh reivindicarían que Lindbergh no apoyaba a Adolf Hitler, y que las fotografías de Lindbergh en las que aparecía haciendo el saludo nazi eran realmente fotografías en las que estaba haciendo el saludo Bellamy. En la biografía que ganó el Premio Pulitzer Lindbergh, escrita por A. Scott Berg se explica que los propagandistas del intervencionismo fotografiaron a Lindbergh y a otros aislacionistas haciendo el saludo, desde un ángulo que dejaba fuera a la bandera, así que quienes mirasen la fotografía no podrían distinguirlo del saludo de Hitler.

Para evitar confusiones o controversias el Congreso instituyó el gesto de la mano sobre el corazón como el saludo civil durante el Juramento de Lealtad junto al himno nacional de los Estados Unidos, en vez del saludo Bellamy. Esto se hizo cuando el congreso enmendó el Flag Code el 22 de diciembre de 1942. Inicialmente hubo alguna resistencia a abandonar el saludo Bellamy, por parte de las Hijas de la Revolución Americana, pero esta oposición cedió rápidamente tras la declaración de guerra de Alemania e Italia contra los Estados Unidos, el 11 de diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor.

En Maracaibo, el jueves 2 de agosto del año 2024

No hay comentarios: