Anthony
Perkins (1932-1992) fue un actor estadounidense de cine
y teatro, cuyo trabajo más conocido fue el del psicópata asesino Norman Bates en la
película Psicosis (Psycho)
de /Alfred
Hitchcock (1960). Fue
hijo del actor Osgood Perkins (James Ripley Osgood Perkins, 1891-1937) y Janet
Esseltyn Rane. Sus inicios en el cine fueron debutando en la película La Actriz (The Actress,
1953), junto con Spencer Tracy y Jean Simmons, y recibió una
nominación al Óscar por
su segundo trabajo, en la película Friendly Persuasion de 1956,
protagonizada por Gary Cooper.
Perkins actuaria
después con la joven Sophia Loren Desire Under the Elms; con Silvana Mangano This Angry Age (1958), bajo
la dirección de René Clement;
con Audrey Hepburn en Green Mansions (1959), y
con Jane Fonda en Tall Story. Cuando en 1960 interpretó a Norman Bates en la película Psycho se pensó que ganaría el Oscar,
pero no fue nominado.
Después rodó Phaedra con Melina Mercouri, bajo la dirección de Jules Dassin, y realizó el papel de Joseph K. en la aclamada adaptación al cine de la obra de Franz Kafka El proceso, filme dirigido por Orson Welles. También protagonizó Le scandale de Claude Chabrol y estuvo en la superproducción ¿Arde París? (1966) de René Clement. Luego, Perkins regresó a Estados Unidos para tomar el papel de un joven asesino en Pretty Poison (1968), filme dirigido por Noel Black en el rol de un joven psicótico quien después de cumplir condena por complicidad en un asesinato llega a un pequeño pueblo donde conocerá a una joven escolar (Tuesday Weld) que al poco tiempo resulta ser peor que él;
La carrera cinematográfica, de Perkins en la década de 1970 pareció
entrar en declive. Se ha dicho que al
mostrar en una aparente ciudad normal otra “América violenta” con personajes
retorcidos era el propósito del productor Lawrence Truman, quien también
produciría con éxito “El Graduado” pero “Pretty
poison” no corrió con la misma suerte, o tal vez no era todavía la
época para mostrar ciertos defectos que estaban siendo solapados por el cine
norteamericano, o puede haber sido una mala campaña de marketing…
A pesar de todo, Perkins participó en filmes importantes como The Life and Times of Judge Roy Bean (El juez de la horca) de John Huston, Asesinato en el Orient
Express (1974) y Mahogany (1975),
protagonizado por Diana Ross). Coescribió el guion para la película El fin de
Sheila (1973) junto
con el compositor Stephen Sondheim y en 1991 recibió el Premio
Donostia a su carrera, otorgado por el Festival de Cine de San Sebastián.
En esas fechas había rodado la película española Los gusanos no llevan bufanda, comedia dirigida por Javier Elorrieta.
Perkins se vio abstraído hacia los libros desde niño y adoraba leer,
acompañó a su interés en la escritura, que practicó toda su vida. Cuando
estudiaba en la Browne & Nichols School, fue editor literario del periódico de la escuela. A principios de la década de 1970,
escribió el guion de la película El
fin de Sheila, junto con Stephen Sondheim. Perkins años después diría: “actuar es simplemente memorizar líneas, y
yo soy bueno en eso; escribir es más difícil y requiere más trabajo”.
Un año
después, trabajó en la obra de Broadway El ángel que nos mira,
y abordó el papel de Eugene Gant. Cuando debutó en Broadway con Té y simpatía,
el Ejército lo
reclutó, por lo que tuvo que admitir que era homosexual lo que termino siendo
contraproducente, fue maltratado y no quiso volver a hablar del tema. En 1992
Perkins no insinuó nada parecido a esto cuando comentó cómo abordó la escena de Friendly Persuasion en
la que su personaje se alista en el Ejército. Perkins interpretó a muchos
jóvenes tímidos y sensibles o al inseguro asesino Norman Bates; estos lo
convirtieron en uno de los pocos actores que no tenían problemas con mostrarse
débiles en pantalla. Anthony sabía muy bien
cómo proyectar una imagen; se llegó a tener dudas de cuan genuina era su
encantadora timidez y si esta no enmascaraba intenciones metódicas y muy
calculadas y aparentemente Perkins se había vuelto cada vez más sombrío desde
que la Paramount Pictures rechazó
su orientación sexual.
En las
revistas de cine, lo describían como alguien infantil. En la época en que el
actor grabó su tercer álbum, From
My Heart... (RCA Records,
1958), Perkins se refería a sí mismo como
raro e inseguro y confesaría “Realmente no
estoy preparado para ser una estrella de cine. No tengo confianza en mí mismo.
No me importa el dinero. No soy guapo. Tengo la columna encorvada. Mi cabeza es
muy pequeña. No doy muchas opiniones. No me gustan las discotecas. Soy débil.
Soy demasiado sensible para Hollywood. Soy un blanco fácil.
Sobre su atractivo físico, la escritora Gwen Davis, recordó: “era físicamente hermoso
e intelectualmente era fascinante”. Joan Fickett, actriz que trabajó él,
declaró: “Tony tenía algo que lo hacía
fantástico... Y también era un chico hermoso”. Melina Mercouri, dijo: “Es el actor más
inteligente y lindo con el que haya trabajado. Era extremadamente generoso y
hermoso, todo un caballero”.
Existieron rumores sobre su orientación sexual desde el comienzo de su
carrera, cuando interpretó a un homosexual en Té y simpatía en su
debut en Broadway, Durante su etapa en la Universidad de Harvard, Perkins entabló una relación con un estudiante llamado William, de la que
dio los siguientes detalles: “La nuestra
era una historia de amor, dadas las circunstancias, pero para los demás solo
eramos "compañeros de universidad". Eran los años 50, una persona
pública no podía hacer eso público, aunque quisiera y Anthony no quería.
Algunas personas se
molestaban de que hiciera tanto énfasis en su supuesta baja autoestima, pero
esta actitud llevo a algunas columnistas de espectáculos a ser sus admiradoras.
Algunas despertaran un instinto casi maternal hacia él. La diseñadora de
vestuario Dorothy Jeakins,
con quien trabajó en dos oportunidades, también se encariñó con él: “Perkins tenía un don para que sintieras un
instinto maternal por él, lo que particularmente le sucedía a mujeres adultas”.
Hasta su adultez, mantuvo relaciones sexuales únicamente con hombres,
algo que nunca le resultó satisfactorio. La revista LGBT The Advocate de octubre de 1996, lo mostro en su portada con el título de “La doble vida de Anthony Perkins”. Su
miedo a las mujeres hacía que “ninguna le
resultara bonita”, Perkins dijo en 1983 que quizás su madre y el abuso sexual que cometió sobre él haya estado ligado a su homosexualidad. “Ella todo el tiempo me tocaba y acariciaba
y no se daba cuenta de lo que eso hacía”. Este tipo de abuso continuó hasta
que fue adulto y provocó que a
Perkins “ninguna mujer le pareciera
hermosa”.
Anthony conoció a Grover Dale mientras trabajaban en el musical Greenwillow,
en el que Perkins asumió el papel protagónico y Dale, además de ser su
suplente, era bailarín. Posteriormente, Perkins comenzó a convivir con Dale en
un departamento, que era su única residencia en el país. Para finales de 1964,
Dale se había convertido en “el hombre más importante” de Perkins y, con
frecuencia, ambos paseaban a su perro en las calles de Nueva York. Para 1966 seguían juntos y que se mostraban juntos en público. Hacia 1969, cuando los disturbios de Stonewall iniciaron las protestas a favor de los derechos de los
homosexuales, a los dos se los consideraban “modelos a seguir” para artistas
que buscaban tener una relación homosexual abierta.
La fotógrafa Berry
Berenson, hermana menor de
la actriz Marisa Berenson estuvo enamorada de Perkins desde adolescente. Perkins y Berenson
empezaron a verse, ella estaba comprometida con Richard Bernstein, pero la
relación pasó de romántica a sexual y Berenson quedó embarazada. Se casaron el
9 de agosto de 1973, cuando él tenía
41 años y ella, 25, además de que estaba embarazada de tres meses. Su primer
hijo, Oz Perkins, nació al año siguiente y es actor y director, mientras que el segundo, Elvis Perkins, nació en 1976 y es músico.
Personas cercanas al actor se sorprendieron al enterarse de esto y creyeron
que no durarían mucho tiempo.
El actor, sin embargo, en secreto tuvo aventuras con hombres. A mediados
de 1990, se realizó una serie de
análisis de sangre. El periódico National
Enquirer habría
publicado que era VIH positivo. Se hizo la prueba que, en efecto, dio ese resultado. El
actor se deprimió profundamente y no hizo pública su situación. Para evitar a
la prensa -quienes «lo perseguían como buitres”, dijo su esposa, utilizaba
nombres falsos para registrarse en los hospitales. Ella pasó dos años ayudando
a otros enfermos de sida. Una vez que el estado de su esposo empeoró, Berenson
invitó a algunos amigos a que lo despidieran. Perkins falleció el 12 de
septiembre de 1992, acompañado de su esposa y sus hijos. Berenson falleció
durante los atentados del 11 de septiembre de
2001, mientras abordaba
el vuelo 11 de American Airlines que se estrelló en la Torre Norte del World Trade Center.
Para la pesteloca en Maracaibo, el día domingo 17
de agosto del año 2024
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