La OMS publicó este año una lista de los patógenos
bacterianos más peligrosos del mundo que además son resistentes a múltiples
antibióticos y representan una grave amenaza para la salud humana. Esta lista incluye a
la Pseudomonas aeruginosa, un patógeno nosocomial muy temido causante
de neumonías potencialmente
mortales.
Pseudomonas aeruginosa pertenece a la familia Pseudomonaceae. Es un bacilo recto o ligeramente curvado Gram negativo, con un tamaño de 2–4 x 0,5-1 micras, y móvil gracias a la presencia de un flagelo polar. Su metabolismo, es aerobio (aunque puede desarrollarse en condiciones anaerobias utilizando nitrato), catalasa positivo y oxidasa positivo.
Utilizando microtejidos de pulmón humano, un equipo del Biozentrum de la
Universidad de Basilea ha descubierto la estrategia utilizada por la Pseudomonas aeruginosa, el peligroso patógeno, para
provocar la enfermedad. Sobre esto hablaremos aquí en el blog…
Los investigadores de la Universidad de Basilea dirigidos
por el profesor Urs Jenal, del Biozentrum, han examinado el proceso de infección
utilizando tejido pulmonar cultivado en sus laboratorios a partir de células
madre humanas y de esta manera los autores describen cómo las Pseudomonas atraviesan la capa superior
de tejido pulmonar e invade zonas más profundas.
El epitelio que recubre nuestros alveolos
pulmonares está revestido por una fina capa de células apretadas (neumocitos
planos y otros denominados “granulares” que secretan fosfolípidos-el
surfactante-). La superficie bronquial y alveolar también está recubierta por
el moco, que ayuda a atrapar los microorganismos, para ser eliminados por los
mecanismos defensivos del sistema inmune que existen en las vías respiratorias.
Esta capa epitelial cultivada, sirve como una barrera eficaz y es casi impenetrable contra
patógenos invasores. La bacteria Pseudomonas
ha encontrado una manera de romperla, pero hasta ahora seguía siendo un misterio
cómo es que este agente patógeno lograba cruzar esa barrera tisular. El
profesor Urs Jenal, de Basilea, informaría sobre sus investigaciones: “Hemos cultivado microtejidos de pulmón
humano que imitan de manera realista el proceso de infección dentro del cuerpo
de un paciente y estos modelos pulmonares nos permitieron descubrir la
estrategia de infección del patógeno”.
Utilizando las células
caliciformes productoras de moco como “caballos
de Troya” para
invadir y cruzar la barrera del tejido, las Pseudomonas al atacar las células caliciformes, que constituyen
sólo una pequeña parte de la mucosa pulmonar, pueden romper la línea de
defensa. “Pueden abrir la puerta” dice
el profesor Jenal.
Pueden hacerlo porque las Pseudomonas cuentan con un
gran arsenal de factores de virulencia, conocidos como sistemas de secreción,
con los que ataca e invade específicamente las células caliciformes, se replica dentro de las células y finalmente
las mata. La explosión de las células muertas provoca rupturas en los
tejidos y la barrera protectora se vuelve permeable mientras los patógenos
aprovechan para colonizar rápidamente los sitios de ruptura y se propagan a
regiones de tejido más profundas.
La sofisticada estrategia de infección de las Pseudomonas se ha aclarado utilizando tejido
pulmonar humano cultivado, y sin embargo, no está claro cómo es que los
patógenos adaptan su comportamiento durante el proceso de infección, ya que
primero deben movilizarse para extenderse por la superficie del tejido y luego
deben adherirse rápidamente a las células pulmonares al entrar en contacto con
ellas para activar sus factores de virulencia. Se sabe que las bacterias pueden
cambiar rápidamente su comportamiento gracias a pequeñas moléculas de
señalización. Sin embargo, hasta ahora no se disponía de la tecnología
necesaria para estudiar estas correlaciones.
El equipo de Jenal ha desarrollado un
biosensor para medir y rastrear una pequeña molécula de señalización
llamada c-di-GMP en bacterias
individuales. El método fue descrito recientemente en 'Nature Communications'. “Se trata de un avance tecnológico. Ahora
podemos monitorear en tiempo real y con alta resolución cómo se regula esta
molécula de señalización durante la infección y cómo controla la virulencia del
patógeno. Tenemos una vista detallada de cuándo y dónde las células bacterianas
individuales activan ciertos programas para regular su comportamiento. Este
método nos permite investigar las infecciones pulmonares con más detalle”,
afirma Jenal.
Los cultivos de pulmón humano y de otros órganos
como la vejiga permiten a los investigadores estudiar los efectos de los
antibióticos en los tejidos, identificando, por ejemplo, dónde y cómo sobreviven las bacterias durante
el tratamiento.
Modelos de órganos que serán indispensables en el
futuro para desarrollar estrategias nuevas y eficaces para combatir los
patógenos. “Gracias al desarrollo de
organoides pulmonares humanos, ahora comprendemos mucho mejor cómo se comportan
los patógenos en el tejido humano y, presumiblemente, en los pacientes”,
concluye el profesor Jenal.
Maracaibo,
martes 27 de agosto del año 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario