miércoles, 1 de febrero de 2023

Parque natural para grupos armados…


El Escudo Guayanés, es una de las formaciones geológicas más antiguas del mundo, e incluye territorios de Colombia, Venezuela, Brasil y las Guayanas. El Escudo contempla una extensión de 2,7 millones de kilómetros cuadrados y una importancia biológica para el planeta entero. Dentro del Escudo, se encuentra el Parque Nacional Cerro Yapacana en Venezuela, que en realidad es “un parque natural para los grupos armados”… Es un sitio donde la minería ilegal devastando el medio ambiente, mueve la economía de la región en total ausencia de un gobierno responsable. Yapacana, el parque natural, se encuentra situado en una montaña casi rectangular, en territorio venezolano (el estado Amazonas) a menos de 200 kilómetros de la frontera con Colombia.

La Estrella Fluvial de Inírida, es un área que forma parte del Escudo Guayanés y vierte sus aguas en el gran Río Orinoco, que con un caudal promedio de unos 33 000 m³/s, es el tercer río más caudaloso del mundo, después del Amazonas y del rio Congo, y es el eje central de la cuenca del Orinoco que tiene una superficie de casi 989 000 km² y desemboca en el océano Atlántico. La Estrella Fluvial de Inírida, es el lugar donde convergen los ríos Guaviare, Atabapo e Inírida, y allí se forma una especie de cruz de agua que termina desembocando en las aguas del Orinoco, el río que kilómetros más adelante abraza al cerro Yapacana.


El parque nacional Yapacana está localizado en el sector suroeste del escudo guayanés, en la región centro occidental del estado Amazonas se encuentra entre los ríos Orinoco por el sur y el río Ventuari al norte y el caño Yagua al oeste. El parque incluye al cerro Yapacana, meseta típica del Pantepuy de la formación Roraima. Geográficamente ubicado y bien conocido, es “el parque natural”… De Yapacana, es de donde extraen el metal los grupos armados. En esa “zona de distensión” trabajan de la mano la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y la Guardia Nacional (Gnb) venezolana.

Pero en ningún área se atreven a hablar de, “el caso Yapacana”, aunque ya todos saben que la minería ilegal se da así, en Venezuela… Esto se lo dijeron -desde la oficina de comunicaciones de la Alcaldía de Inírida en Colombia- a “Vorágine y Mongabay Latam”, unas agencias noticiosas que investigaban sobre la minería ilegal, quienes han comprobado cómo es que migrantes venezolanos, pobladores indígenas colombianos de distintas etnias del sur del país y forasteros, se van a las minas de Yapacana para conseguir plata y vuelven meses después, regresando de una especie de ciudadela construida con tablas cubiertas con lonas, donde se calcula que podrían vivir más de 7.000 personas.

Existen testigos y numerosas fotografías de los alrededores del cerro Yapacana, que muestran restaurantes, heladerías, prostíbulos, billares improvisados, tiendas de víveres y hasta clínicas o lugares donde se cuidan bebés, y todo esto ocurre bajo el estricto control del Eln y de las disidencias de las Farc, donde se dice que hombres de la Gnb van cada semana a recoger la “vacuna” (soborno o cupo) en oro y dinero.

En 2020 la organización venezolana SOS Orinoco dio a conocer las dimensiones de la minería ilegal en Yapacana y señalaron que para ese año se estaban explotando un total de 2.035 hectáreas (algo así como 1884 canchas de fútbol), datos que se ven en imágenes satelitales. Romel Guzamana, diputado venezolano del estado Amazonas en la Asamblea Nacional, le dijo a SOS Orinoco “Ya todo el pueblo venezolano lo sabe, no hacen falta pruebas para culparlos. Sabemos cuál es el gran negocio porque todos los días me llaman para decirme que se están llevando el oro, diamante y coltán a territorio colombiano en vehículos de la Guardia Nacional, SEBIN y el CICPC. Todo eso está confirmado, pero nadie actúa”.

Un obrero yendo a trabajar a las minas de Yapacana, gana dependiendo del rol que le toque jugar en el negocio. “Si trabaja en un local de comercio, le pagan un sueldo mensual, de 400 US$ (2 millones de pesos) que vendrían siendo 11 o 12 gramos de oro. Si trabaja en la mina, sacando el oro de los filones, gana por porcentaje”. Los beneficios son aproximadamente unos $35 USD por gramo de oro. Hay compañeros suyos que han llegado a ganar más de 30 millones de pesos en un mes. A plena luz del día, hay máquinas que van abriendo huecos en los filones y los obreros y obreras llegan para excavar o picar piedras mientras otros se dedican a lavar, o más, a cargar la gasolina, y así con cada actividad.

Según cita el Observatorio de Ecología Política de Venezuela (OEP), la devastación y daños irreparables al medio ambiente que sigue dejando la explotación ilegal de minas en Yapacana tiene consecuencias para el planeta entero. La investigación de SOS Orinoco, revelada desde 2020, habla de estos impactos: “La situación de desprotección e impunidad en materia socioambiental sobre este importante parque nacional, está considerada como el de mayor presencia minería ilegal y el más afectado de todos los países que conforman la cuenca amazónica en cuanto al nivel y grado de devastación”.

La Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA) señala que: Queremos destacar que desde el año 2015 las organizaciones indígenas venimos alertando al presidente Nicolás Maduro, sobre los impactos de la minería en el estado, especialmente en el Parque Nacional Yapacana.

La minería en todo el estado Amazonas ha propiciado la deforestación de grandes extensiones de bosques, el desvío de cauces de ríos como el Atabapo, la contaminación de las aguas a causa del mercurio y otras sustancias tóxicas, la pérdida de biodiversidad, el cambio en los ciclos naturales de los ecosistemas, la degradación de los suelos (…)… Entretanto, “el reparto” sigue campante…

Maracaibo, miércoles 1 de febrero del año 2023

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