El jueves, 12 de enero de 2023, Moisés Naim (1952) escribió un artículo que aparece dedicado al Dr Rafael Muci Mendoza (1938), titulado “Venezuela, país ocupado y saqueado por una potencia extranjera”. Hoy he querido referirme al mismo para reafirmar algunos de sus conceptos al repetir en cursivas algunos de los planteamientos de Moises Naim… Es que, siempre me ha llamado poderosamente la atención el aparente desinterés por tocar este tema, y siento que es un defecto común en la inmensa mayoría de quienes se atreven a hablar o a escribir sobre la política de este desgobierno que mantiene cientos de prisioneros militares y civiles encerrados y torturados en sus ergástulas.
Hasta los más “duros” comunicadores, quienes denuestan de lo que desde hace años denominaban “el régimen”, pareen olvidarse del tema cubano, o hacer mutis como si hubiese ya pasado de moda, o como si al nombrarlo les produjese cierta vergüenza… Decía Moisés Naim: “La escala de la catástrofe de Venezuela no es comparable a la destrucción del país por una guerra o una serie de espantosos desastres naturales. La desgracia es mucho mayor. Ni una guerra ni una catástrofe natural a gran escala fueron las causas de la debacle. Un gobierno inepto y corrupto protegido por militares rendidos a los cubanos y que a diario traicionan a su patria es parte de la explicación”.
Nos recordaba Moisés Naim que: “Durante gran parte del siglo XX, Venezuela era el ejemplo de un país suramericano exitoso: democrático cuando sus vecinos eran despóticos, próspero cuando sus vecinos eran pobres, y estable durante los vaivenes de la Guerra Fría. Fue el ejemplo que el Departamento de Estado de Estados Unidos solía usar para mostrar que la democracia podría funcionar en América Latina”.
Entonces nos proponía Naim, subirnos a una máquina del tiempo, e ir al año 1985 cuando al preguntarle a 100 expertos sobre cual qué país de la América Latina pensaban que podría volverse una dictadura comunista para el año 2021, la respuesta era… Que, sí, algunos países como El Salvador o Guatemala, quizá Argentina y Colombia, incluyendo al Brasil, podrían caer en el comunismo... ¿Pero Venezuela? No. Era imposible… La idea les parecía absurda.
Con la llegada del populismo chavista y el llamado “socialismo del Siglo XXI”… “la inversión privada prácticamente desapareció y los burócratas del creciente sector de empresas expropiadas pronto descubrieron que podían robar impunemente los activos de las empresas a su cargo. Caracas se convirtió en un importante centro de lavado de dinero, con cleptócratas neófitos en búsqueda de socios más experimentados y capaces de ayudarlos a ocultar su botín. Un protagonista importante de la implosión de Venezuela fue el gobierno de Cuba. Los cubanos se han insertado en el sistema burocrático, estatal y militar de Venezuela a todos los niveles. Chávez nunca ocultó el hecho de que confiaba en ellos más que en su propia gente”.
“Describir a Venezuela como un país en desarrollo es errado y resulta casi obsceno. Las investigaciones más recientes señalan que 95% de los venezolanos son pobres y 3 de cada 4 vive en condiciones de pobreza extrema e inseguridad alimentaria. El salario mínimo legal de unos 3 dólares al mes no es insuficiente para alimentar a una persona por un día. El desempleo hace que las remesas de familiares que han huido se hayan vuelto la principal fuente de supervivencia para aproximadamente 40% de la población”... …“La hiperinflación ha acelerado el colapso y el dinero se tornó en algo esencialmente inútil. Desde 2018 los precios en moneda local aumentaron aproximadamente un millón por ciento, mientras la escasez de agua es la norma en las principales ciudades. Los apagones eléctricos son comunes y la escasez crónica de combustibles ha paralizado el transporte público”.
Relataba Naim como desde 2019, Venezuela con las mayores reservas probadas de petróleo del planeta comenzó a sufrir de una absurda escasez de gasolina y comenzaron las interminables filas y la esperara por varios días, frente a los expendios de combustible, mientras tanqueros llenos de petróleo partían de puertos venezolanos hacia Cuba, ignorando las sanciones de Estados Unidos, navegaban porque las necesidades de Cuba tenían prioridad. Siempre.
¿Cómo pudo afianzarse un régimen tan destructivo en un país que había logrado construir una de las democracias más perdurables de América Latina? La pregunta mantendrá ocupados a los académicos durante generaciones, pero el primer lugar donde buscar la respuesta es la insidiosa ocupación de Venezuela por parte de Cuba y la imposición del modelo cubano, en el cual el Estado policial y el control de la sociedad son los pilares fundamentales.
…La Venezuela bajo Hugo Chávez y la Cuba de Fidel Castro no eran solo países “aliados”; pensarlo así es subestimar la dimensión del arreglo de estos dos “líderes”… Venezuela pagó con petróleo lo que recibía de la isla. El acuerdo no solo fue económico... También llenó a Venezuela de espías cubanos, agentes de seguridad y militares que “asesoraban” a sus sumisos colegas venezolanos. De manera clandestina e invisible para los venezolanos, los cubanos se enquistaron en el gobierno de Venezuela. Chávez llegó a decir, en 2007 que “en el fondo”, los dos países poseían “un solo gobierno”.
Cuando el expresidente de Chile Augusto Pinochet mientras visitaba Londres en 1998, fue acusado y arrestado, aquello fue visto como una expresión de una “nueva doctrina de derechos humanos”. Desde entonces, la “jurisdicción universal” dizque estaba marcando el comienzo de una nueva era sobre la responsabilidad por los delitos de graves violaciones de los derechos humanos. Se suponía que no existía garantía alguna de impunidad por parte de las democracias establecidas y los culpables ilusamente se creía que habrían de pagar por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional en La Haya.
¿Habrá que recordar a Catilina? Presiento que, tendremos que preguntarnos como Cicerón... “Quousque tandem”? ¿Continuaremos escuchando promesas?
Maracaibo, lunes 16 de enero del año 2023
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