jueves, 5 de enero de 2023

Francisco José de Goya y Lucientes


Francisco José de Goya y Lucientes (1746-1828) Pintor y grabador español cuya obra abarca la pintura de caballete, mural, el grabado y el dibujo. Su estilo evolucionó desde el rococó, al neoclasicismo, hasta el prerromanticismo siempre con un rasgo de naturalismo reflejando la realidad. Para Goya la pintura era un vehículo de instrucción moral. Recibió la influencia de Diego Velázquez y de Rembrandt.

Goya fue el artista europeo más importante de su tiempo y el que ejerció mayor influencia en la evolución posterior de la pintura, ya que sus últimas obras se consideran precursoras del impresionismo (https://bit.ly/3ClvQjP). El arte de Goya supone uno de los puntos de inflexión que entre los siglos XVIII y XIX que anuncian y son precursores de algunas de las vanguardias pictóricas del siglo xx, particularmente del expresionismo (https://bit.ly/2HczccV). Por todo ello, se le considera uno de los artistas españoles más relevantes y uno de los grandes maestros de la historia del arte mundial.
Además, su obra refleja el convulso periodo históricamente le toco vivir la guerra de la Independencia, de la que dejaría una serie de estampas de Los desastres de la guerra que viene siendo una especie de reportaje moderno de las atrocidades cometidas ofreciendo compone una visión cruda donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición. Gustave Doré, E.T.A. Hoffmann lo admiraron y Charles Baudelaire describió su Capricho 43 sobre sus estampas ​de la guerra.
En 1770, viajó a Italia donde trabó contacto con el neoclasicismo, que adoptó cuando marchó a Madrid a mediados de esa década, junto con un pintorequismo costumbrista derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Actividad y en otras relacionadas con la pintura de corte lo imponía en aquella época Anton Raphael Mengs, mientras que el pintor español más reputado era Francisco Bayeu, que era cuñado de Goya.


Goya había aprendido de su padre el oficio de dorador, pero, decidido a dedicarse a la pintura, se trasladó a Madrid para formarse junto a Francisco Bayeu, El 25 de julio de 1773 interrumpió los trabajos en la cartuja para desplazarse a Madrid con objeto de contraer matrimonio con la hermana de Francisco Bayeu, Josefa Bayeu. Tuvieron seis hijos. A finales de ese año, posiblemente gracias a la influencia de su cuñado, Goya fue llamado por Mengs a la corte para trabajar como pintor de cartones para tapices. El 3 de enero de 1775, según anotó en el Cuaderno italiano, emprendió el viaje a Madrid, donde comenzó una etapa que le llevaría a un trabajado ascenso social como pintor real, no exento, sin embargo, de puntuales decepciones.1775, fue el año de su establecimiento definitivo en Madrid. Bayeu le proporcionó trabajo en la Real Fábrica de Tapices, para la que realizó sesenta y tres cartones, en su mayor parte con escenas idílicas y de la vida diaria, plasmadas con colores claros y vivos e impregnadas de alegría y romanticismo

Goya comenzaría pintando retratos y obras religiosas que le dieron un gran prestigio, y en 1785 ingresó en la Academia de San Fernando. En 1789 fue nombrado pintor de corte por Carlos IV. Diez años más tarde, en 1799, pintó para el soberano el famoso retrato La familia de Carlos IV, considerado una de sus obras maestras, pues en el retrato oficial, que es formal en apariencia, el autor se permitio cierta ironía al plasmar a los personajes con un realismo crítico. Una grave enfermedad que le aquejó en 1793 le llevó a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresaba temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales.
Goya trabajó como retratista no sólo para la familia real, también para la aristocracia madrileña, y entre estos retratos se encuentran algunas de sus obras más conocidas como La condesa de Chinchón o las famosas La maja vestida y La maja desnuda que según la leyenda popular representan a la duquesa de Alba, quien habría mantenido relaciones con el artista.

Al final del conflicto hispano-francés pintó dos grandes cuadros a propósito de los sucesos del levantamiento del Dos de Mayo de 1808, los que sentaron un precedente estético y temático. Entre otros trabajos suyos, su obra culminante abarca los Disparates, al igual que la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco, las Pinturas negras, con que decoró su casa de campo, la Quinta del Sordo. En ellas Goya anticipó la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo XX.

La obra de Goya incluye unos quinientos óleos y pinturas murales, además de cerca de trescientos aguafuertes y litografías y centenares de dibujos. ​ La mayoría se conserva en el madrileño Museo del Prado y en Zaragoza, aunque también hay un buen número de obras en Francia, especialmente en el Museo del Louvre, así como en los museos de Agen, Bensancon, Bayona, Castres, Lille y Estrasburgo.

Una grave enfermedad que le aquejó en 1793 le llevó a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresaba temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales. Hacia 1799, el pintor concluyó una de sus grandes series de grabados, Los caprichos, ochenta y dos aguafuertes que constituyen una crítica feroz de la sociedad civil y religiosa de la época. En esta serie aparecen ya algunos personajes extraños y macabros que acabarán protagonizando obras posteriores del maestro. 

Por esos mismos años, Goya se ocupó de la decoración al fresco de la ermita de San Antonio de la Florida, donde realizó una obra de gran impacto escenográfico. En 1808, la invasión de España por las tropas napoleónicas colocó al artista en una situación delicada, ya que mantuvo su puesto de pintor de corte con José Bonaparte. Por haber trabajado para José Bonaparte, el artista cayó en desgracia tras la restauración de Fernando VII, y en 1815 se retiró de la vida pública. 

En 1819 experimentó una recaída en la misteriosa enfermedad que en 1792 lo había dejado completamente sordo. Ello, unido a su nueva vida en soledad en la Quinta del Sordo, la casa solariega que había comprado, debió de contribuir a la exacerbación imaginativa de que el artista dio muestras en la decoración de su nueva vivienda: catorce murales de gran tamaño con predominio de los tonos marrones, grises y negros, sobre temas macabros y terroríficos.

El pintor se trasladó en 1824 a Burdeos, donde residió hasta su muerte sin dejar de cultivar la pintura y el grabado. La lechera de Burdeos y algunos retratos ilustran la evolución del genio hacia una concepción de los valores plásticos que anuncia el impresionismo. Su obra, fecunda y versátil, de gran libertad técnica y brillantez de ejecución, no ha dejado de acrecentar la importancia de su figura hasta nuestros días.

Maracaibo, jueves 5 de enero del año 2023

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