martes, 25 de julio de 2023

Las hormigas australianas


En el espacio que nos ofrece hoy el blog, nos ocuparemos de Polyrhachis femorata una especie de hormiga australiana cuyo secreto para defenderse es hacer que la colonia entera “se haga la muerta”. Sabemos que uno de los rasgos más característicos de las hormigas es su incansable actividad. Sin embargo, un grupo de científicos australianos ha encontrado en la Isla Canguro a una especie concreta de hormigas que también son expertas en “hacerse las muertas”. La Isla Canguro, es la tercera isla más grande de Australia, después de la isla de Tasmania y de la isla de Melville, y está a 112 km al sudoeste de Adelaida (Australia), en la entrada del golfo de San Vicente.

Polyrhachis femorata, finge su muerte como estrategia defensiva. Se trata de la primera vez que se tiene constancia de una colonia entera de estos invertebrados adoptando ese comportamiento que un grupo de científicos australianos ha encontrado en esta especie concreta de hormigas que son expertas en “hacerse las muertas”. Los investigadores observaron este comportamiento mientras inspeccionaban cajas nido de zarigüeyas pigmeas y murciélagos en la Isla Canguro.

En concreto, se toparon casualmente con esta colonia de hormigas Polyrhachis femorata que aparentemente estaban muertas, hasta que una se movió… Así fue como los expertos comprobaron el engaño en masa y creen que esa conducta probablemente se deba a una estrategia defensiva de estos invertebrados con la finalidad de evitar posibles peligros. Se trata, por tanto, de la primera vez que se tiene constancia de una colonia entera de hormigas finge la muerte. Además, según los investigadores es el primer registro de esta especie concreta en Australia Meridional. El hallazgo ha sido publicado por la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth.

Sophie Petit, investigadora de la Universidad de Australia Meridional, explica: “El mimetismo era perfecto. Cuando abrimos la caja, parecía que todas las hormigas estaban muertas, pero una de ellas se movió ligeramente”. Este patrón se repetía en todas las demás, algo que sorprendió al equipo de expertos. “Este tipo de inmovilidad defensiva solo se conoce entre algunas especies de hormigas -en individuos o ejemplares concretos-, pero hasta ahora no teníamos conocimientos de colonias enteras que hayan adoptado estas “mañas”…

No obstante, hay una conducta en estos invertebrados que ha intrigado aún más a los investigadores: y es que, mientras que algunos ejemplares de Polyrhachis femorata se tomaron un tiempo antes de inmovilizarse, otros no detenían su marcha. “Los motivos que desencadenan este comportamiento son difíciles de entender”, en palabras de Sophie Petit, investigadora quien afirma que las cajas nido que ocuparon estos insectos ofrecen la oportunidad de estudiar cómo se comportan las hormigas que fingen su muerte. Este tipo de seres vivos despierta gran interés entre los ecólogos del comportamiento que investigan numerosas especies animales.

Además de los animales en los que han centrado su investigación en la isla Canguro, los expertos aseguran que también han aprendido mucho sobre los invertebrados. De hecho, el coinvestigador de la Estación de Investigación de la Isla Canguro, Peter Hammond, reconoce que solía llamar al proyecto, “amigos de los invertebrados”, habida cuenta de que estos insectos eran casi siempre los únicos ocupantes de las cajas nido de murciélagos y zarigüeyas pigmeas.

“La mayoría de nuestras cajas nido se encuentran en terrenos quemados, aunque también tenemos algunas a modo de control en propiedades que no fueron alcanzadas por el fuego, por lo que nuestro objetivo es determinar su valor para la recuperación tras un incendio forestal”. Los expertos resaltan que la especie se ha visto muy afectada tras los incendios forestales. En palabras de los investigadores, “esta especie de hormigas está muy asociada a un árbol nativo de este lugar de Australia Meridional, concretamente Eucalyptus cneorifolia, de la Isla Canguro, especie de árbol que se encuentra en peligro. Los árboles que más a menudo pueden ser calificados de "Mallee" son los Eucalyptus, pero también a veces las Acacias o las Melaleucas.

Existen evidencias o registros de otros dos lugares situados más al oeste, lo que indica que las hormigas utilizarán otros hábitats, remarcan los investigadores. Con todo, el experto afirma que aún queda mucho por descubrir de esta especie, que tiende a ser bastante tímida, pero poco más se sabe sobre su ecología o comportamiento.

“Tenemos un mundo relativamente desconocido de hormigas bajo nuestros pies y en los árboles. Estos insectos proporcionan servicios ecosistémicos cruciales y son una parte vital de los ecosistemas funcionales de la isla Canguro y de otros lugares. Es muy emocionante que una especie tan entrañable como la de Polyrhachis femorata viva en la Isla Canguro. Estamos deseando saber más sobre su ecología. No nos cabe duda de que en Australia se descubrirán otras hormigas con comportamientos similares ante la muerte”, concluye la doctora Petit..

Existen otras hormigas en Australia que son conocidas vulgarmente como hormigas bulldog u hormigas gigantes australianas; ellas se caracterizan por su agresividad, gran tamaño y de costumbres solitarias. Estas hormigas pueden medir desde 1,5 cm la especie más pequeña, hasta 3 cm, convirtiéndolas en las hormigas más grandes del mundo.

Myrmecia es el único género de hormigas de la tribu Myrmeciini perteneciente a la subfamilia Myrmeciinae. Las 90 especies conocidas son endémicas de Australia y existe una de Nueva Caledonia, donde es rara, y no obstante es uno de los linajes más antiguos de las hormigas, apareciendo hace más de 100 millones de años, durante un periodo de proliferación de nuevas especies de hormigas que fue acompañado a la explosión de plantas con flores.

Las bulldog” ejemplifican la anatomía y el comportamiento que, según los expertos, debió de tener la antepasada ancestral de todas las hormigas: cuerpo grande con patas largas, ojos grandes, visión aguda, aguijón venenoso y hábitos relativamente solitarios. Aquí vemos un ejemplo de ellas: Las hormigas bulldog pueden detectar un intruso a dos metros de distancia y atacarlo. El doloroso efecto de sus aguijonazos, que causa quemazón debido a su inyección de ácido fórmico, puede durar hasta dos días. Cazan en solitario fuera del hormiguero, e incluso en él mantienen las distancias unas con otras mucho más que otras especies de hormigas.

Maracaibo, martes 25 de julio del año 2023

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