sábado, 8 de julio de 2023

La borreliosis


La borreliosis en una enfermedad producida por espiroquetas. Recordemos que las espiroquetas son bacterias con morfología espiral y existen al menos dos géneros de importancia médica: las espiroquetas que causan la sífilis -el antiguo flagelo para las indiscreciones sexuales- y también la enfermedad de Lyme que puede aparecer como la consecuencia de una inocente caminata en los bosques al norte del globo terráqueo.

Existen también espiroquetas que son de vida libre pero hay otras que pertenecen a la flora residente de humanos y animales. En la cavidad bucal, en particular en las grietas dentales hay gran cantidad de especies de Treponemas y Borrelias no patógenas como parte de su flora. Estas espiroquetas, en conjunto con los anaerobios de la flora, pueden causar una infección ulcerosa necrosante de la mucosa bucal, o en la faringe (infección de Vincent o “boca de las trincheras”). También existe la Espiroquetosis intestinal humana, en general, descrita en hombres, particularmente homosexuales, o en pacientes infectados por VIH, o en zonas de pobreza; en estos casos la espiroqueta causal es Brachyspira pilosicoli (https://bit.ly/3FdOj3v) una bacteria anaerobia gram negativa, con forma de espiral que pertenece a la familia Brachyspiraceae (ver).

Entre 1975 y 1977, se estudiaron 51 pacientes con el diagnóstico presumible de artritis reumatoide juvenil en residentes de tres comunidades contiguas del estado de Connecticut, en Estados Unidos: Old Lyme, Lyme y East Haddam. Los investigadores describieron en forma completa una infección y de su asociación con un vector, -garrapatas- y denominaron a la enfermedad con el nombre de la localidad: Lyme. La enfermedad de Lyme suele afectar a las personas que están al aire libre en ambientes con césped y bosques y tienen la probabilidad de ser picado por una garrapata del ciervo. Existen garrapatas del ciervo en todo el territorio del estado de Nueva York, pero hay épocas del año en que las garrapatas son más activas y así la enfermedad de Lyme puede ser transmitida por garrapatas en estado ninfal o adultas.

Entre 1981 y 1982 Wilhelm Burgdorfer (1925-2014) un brillante entomólogo suizo, aisló e identificó el microorganismo causal de la enfermedad de Lyme -una espiroqueta del género Borrelia- dentro del tracto gastrointestinal de la garrapata Ixodes, que sería llamada B. burgdorferi en honor de su descubridor. Si regresamos a las garrapatas, ya dijimos que la enfermedad de Lyme es producida por bacterias del género Borrelia y transmitida por garrapatas y puede afectar la piel, el sistema nervioso, el corazón, las articulaciones y músculos, afectación que varía según la especie de Borrelia causante.

La enfermedad es una zoonosis, ya que se transmite de forma natural al ser humano desde animales que actúan como reservorio de la espiroqueta (roedores salvajes y cérvidos). Esta enfermedad transmitida por garrapatas es endémica en varios estados del este y el suroeste de Estados Unidos y en algunos países de Europa. (ver mapa) La enfermedad es causada por tres especies de espiroquetas del género Borrelia; B. burgdorferi, Borrelia afzelii y Borrelia garinii. Las espiroquetas. son transmitidas al ser humano por garrapatas del género Ixodes: en Europa, principalmente por Ixodes ricinus, en menor proporción por I. persulcatus, y en Norteamérica generalmente por I. scapularis.

El signo distintivo de la infección aguda es una eflorescencia cutánea en forma de diana, conocida como eritema migrans (ver), que aparece en el punto donde se produjo la picadura de la garrapata, aproximadamente una semana después. La erupción rara vez produce prurito ni dolor, por lo que no siempre se detecta, aunque el 70–80 % de las personas infectadas muestran ese signo diagnóstico. En 1883 Alfred Burchwald, en 1902 Karl Herxheimer y Kuno Hartmann habían descrito la enfermedad y Benjamin Lipschutz y Arvid Afzelius en 1909 describieron el eritema crónico migrans en Europa, hasta que un año después, Afzelius describió la asociación de dichas lesiones con la mordedura de una garrapata. Otras manifestaciones tempranas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Si no se trata, puede evolucionar hasta causar parálisis facial, dolores en las articulaciones, o dolores de cabeza severos con rigidez en el cuello.

La infección se presenta mayoritariamente en primavera, verano y principios de otoño, debido al ciclo de vida de las garrapatas, cuyas larvas emergen en primavera, fijándose en pequeños vertebrados, sus primeros huéspedes, de los cuales pueden infectarse con las espiroquetas. Para la siguiente primavera, estas larvas se han convertido en ninfas, las cuales antes de alimentarse son muy pequeñas y pasan inadvertidas. Su pequeño tamaño las hace pasar desapercibidas, pero las ninfas infectadas pueden transmitir eficazmente la infección al ser humano (ver esquema). Si la infección por Borrelia burgdorferi no es detectada en su estado primario puede causar manifestaciones neurológicas crónicas.


La enfermedad de Lyme presenta dos estadios: borreliosis temprana (localizada y diseminada) y borreliosis tardía. Entre un 50 y un 80 % de las personas con enfermedad de Lyme en su estado temprano desarrollan el eritema migrans que aparece entre una a dos semanas después de la mordedura, generalmente en las extremidades inferiores (54 %) o en el tronco (29 %), entre un 10 a un 20 % de casos presenta lesiones múltiples. Su resolución es espontánea. La lesión se considera patognomónica de la enfermedad.

La enfermedad, se manifiesta semanas a meses después de la infección, y puede verse con afectación del corazón, la piel, el sistema músculo esquelético y el sistema nervioso. La etapa tardía de la enfermedad de Lyme puede ocurrir meses, o incluso años después de la etapa inicial. Se presenta con trastornos esqueléticos y neurológicos. Artritis. Encefalopatía subaguda, encefalomielitis o polineuropatía axonal y trastornos neurológicos más graves (confusión, trastornos del sueño, pérdidas de memoria).

Los síntomas persistentes tras un tratamiento se llaman Síndrome de la enfermedad de Lyme posterior al tratamiento, ​ y son una secuela conocida. Los síntomas, a veces inespecíficos de la enfermedad de Lyme son un argumento usado para cualquier cuadro de fatiga y dolor muscularconsiderarlo como, Lyme no diagnosticado o cronificado, lo que puede acabar en tratamientos innecesarios, ineficaces, caros y peligrosos. Estos pacientes son personas hipocondríacas, o que sufren otras enfermedades, a menudo incapacitantes, fibromialgias o algunas formas de esclerosis múltiple.

El tratamiento consiste en la aplicación de antibióticos, que varían dependiendo del estado de la enfermedad, y de la edad del paciente. ​El tratamiento de la infección precoz (local o diseminada) consiste en grandes dosis de antibióticos por vía oral. La doxiciclina (100 mg v.o./12 h), durante 10-14 días, es el tratamiento de elección, aunque también podría utilizarse la amoxicilina (500 mg v.o./8 h) durante 14-21 días, si es un niño o una embarazada. El pronóstico suele ser positivo, aunque los síntomas de la artritis pueden persistir. En el tratamiento de la fase diseminada tardía de la enfermedad, se utiliza ceftriaxona en dosis mayores (2 g i.v./24 h durante 14-28 días) que para el estadio primario y también podría darse cefotaxima (2 g i.v./8 h durante 14-28 días) o penicilina G sódica.

Maracaibo, sábado 8 de julio del año 2023

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