Sobreviviendo al covid-19
José Esparza, nuestro reconocido
virólogo, llamaba hace poco nuestra atención en “The battle inside” sobre Peter Piot, un científico belga quien ha
sido un veterano investigador en la guerra contra los virus. Ha dedicado su vida profesional a combatir
enfermedades infecciosas, es
director de la escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y tiene un
libro donde rememora la batalla contra estos diminutos agentes infecciosos. Él
ha relatado en crónicas, sus dos batallas contra un par de virus, el Ebola y el VI H. Ahora escribe de nuevo sobre su última experiencia,
sobrevivir al covid-19.
Peter
Piot inició su lucha en 1976 en Zaire, ahora denominada República Democrática
del Congo, cuando en medio de una terrible epidemia de fiebre hemorrágica el
enemigo era desconocido y le correspondería a él, ser uno de los científicos
que descubrió el virus Ébola. Entre
1995 y 2008 Piot dirigió el Programa de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA y es actualmente asesor sobre
el SARS-CoV-2 de la presidenta de la
Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Curiosamente Peter Piot Piot sintió los primeros síntomas de covid-19 a mediados de marzo y ha sobrevivido al ataque de uno
de sus mortales enemigos, el SARS-CoV-2.
Él decidió hace unos días tras la enfermedad, conceder su primera entrevista a
la publicación belga Knack, que autorizó a BBC Mundo a reproducir su contenido.
El diálogo también fue divulgado en inglés por la revista de la Asociación para
el Avance de la Ciencia de Estados Unidos. En este blog, (lapesteloca.blogspot.com)
hago un resumen de casi toda su declaración pues pienso que su experiencia
puede ser importante para todos quienes en cualquier país, vivimos la pandemia.
“El 19 de marzo tuve repentinamente una fiebre alta y un dolor
de cabeza punzante. Me dolía el cráneo y el pelo, lo que me parecía extraño. No
tenía tos, pero pensé enseguida: tengo el virus. El primero de
abril un amigo médico me aconsejó un examen porque la fiebre y especialmente el
agotamiento empeoraban cada día... Como
sospechaba, cuando me hicieron el test de covid-19 dio positivo. Me autoaislé
en un cuarto de mi casa, pero la fiebre no cedía. Nunca había estado seriamente enfermo
y no he tomado un día de licencia por enfermedad en los últimos 10 años. Llevo
una vida sana y camino con frecuencia. El único factor de riesgo es mi edad,
tengo 71 años”...
Tenía neumonía severa,
típica del covid-19, además de neumonía bacteriana”. “Me sentía constantemente
exhausto… No se trataba simplemente de fatiga, era un agotamiento
completo”…“Tuve que ser hospitalizado aunque otro test del virus dio negativo.
Eso es típico del covid-19, el virus desaparece, pero sus consecuencias
permanecen durante semanas”. “Me preocupaba que me entubaran porque había visto
publicaciones según las cuales eso aumenta el riesgo de muerte. Estaba muy
asustado, pero afortunadamente, solo me pusieron inicialmente una máscara de
oxígeno y eso funcionó”…
“Te sientes tan cansado que te resignas a tu destino… “Compartía el
cuarto con una persona sin techo, un limpiador de Colombia y un hombre de
Bangladesh. Los tres eran diabéticos, lo que es consistente con lo que se
conoce sobre los grupos de riesgo”, “Los días y las noches eran solitarios
porque nadie tenía la energía para hablar. Durante semanas solo conseguí
susurrar, e incluso ahora mi voz se
debilita al final del día. Pero la pregunta que siempre me daba vueltas
en la mente era: ¿cómo estaré cuando salga de esto?”
“Volví a casa en el transporte público. Quería ver la ciudad con sus
calles desiertas, sus bares cerrados y su aire sorpresivamente fresco”…“No
había nadie en la calle, fue una experiencia extraña. No podía caminar bien
porque mis músculos se habían debilitado por la falta de movimiento”. “En casa,
lloré durante un largo rato. Y también tuve
dificultades para dormir durante varios días”. “Sigues pensando en el
riesgo de que tu salud puede deteriorarse de repente. Otra vez estás confinado,
pero debes poner las cosas en perspectiva. Ahora admiro aún más a Nelson
Mandela. Él estuvo encerrado en prisión durante 27 años y cuando salió fue un
gran reconciliador”.
“Tenía una enfermedad en los pulmones causada por lo que se conoce como
una tormenta de citokinas. Es lo que sucede cuando tu respuesta inmunológica es
desmedida. Mucha gente no muere del daño que el virus causa en los tejidos,
sino de la respuesta exagerada de tu sistema inmunológico, que no sabe qué
hacer ante el virus”…“Aún estoy recibiendo tratamiento con altas dosis de
corticoides para suprimir el sistema inmune”. El científico también padeció fibrilación
auricular, un tipo de arritmia cardíaca. Su corazón llegó a tener 170 latidos
por minuto. “Mucha
gente piensa que el covid.19 mata al 1% de los pacientes y el resto solo padece
síntomas parecidos a la gripe. Pero la historia es más complicada. Muchas
personas que sobrevivieron quedarán con problemas
crónicos de riñón y corazón. Incluso su sistema nervioso puede verse
afectado”…
Con su larga experiencia combatiendo enfermedades
infecciosas, Piot ofrece una visión sombría del impacto de la pandemia a nivel
global. Pero advierte sobre el error de pensar que la actual crisis tendrá un
fin cercano. “Hablemos claramente: sin una vacuna
contra el coronavirus nunca volveremos a vivir normalmente.“Cuanto más aprendemos sobre el coronavirus,
más preguntas surgen”. “Aprendemos mientras navegamos la pandemia. Por
eso me fastidia que muchos comentaristas sin mucho entendimiento critiquen a
los que intentan controlar la epidemia. Eso es muy injusto”. “La verdadera
estrategia de salida de esta crisis es una vacuna que pueda ser distribuida en
todo el mundo. Eso significa producir miles de millones de dosis, lo que es un
enorme desafío logístico”.
Maracaibo,
jueves 21de mayo, 2020
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