Mirar para atrás…
Lo aquí
redactado, son solo fragmentos del texto original, escrito el 8 de julio del
año 2003. No creo ser pitoniso, sencillamente, sigo repitiendo el mismo
discurso. Desde bastante antes de redactar aquel texto que intitulé “¡OhCuba!”,
entendí dónde estaba la raíz del mal, pues parafraseando a Martí yo había “vivido
en las entrañas del monstruo”.
Después del año
83 ya nadie pudo engañarme. Sin embargo, así como mi colega Rafael Mucci pudo
ir a Cuba para ayudar a su pueblo invidente por desnutrición, también durante
varios años, yo traté de ayudar a los cubanos dictando a su personal técnico y
médico, cursos sobre inmunohistoquímica y sobre la patología del SIDA hasta que
en el año 2003, me dije, hasta aquí llegó esto… A pesar de recibir varias
invitaciones, juré no volver a la desdichada isla del Caribe. Hoy, en mayo de
2020, mirando hacia atrás, comparto con Uds., algunos segmentos del artículo original,
“¡Oh Cuba!”, del 2003.
“Fue el año ochenta
y tres. Viajábamos un lote grande de médicos venezolanos a un evento fastuoso,
un Congreso Internacional en el impresionante Palacio de las Convenciones de La
Habana”… “Estábamos llenos de curiosidad…compartíamos esa camaradería que nos
hacía sentir progresistas, hasta llamarnos sin excepción ni convicción alguna,
gentes de izquierda”... …“El segundo día del Congreso me escapé con mi mujer.
Nos fuimos a pie y durante más de nueve horas caminamos sin tregua, mirando,
preguntando, conociendo, atisbando la ciudad de La Habana y sus habitantes”...
…“Observamos en
nuestra caminata, casas muy pobres, con mugre acumulado, unas viviendas que
eran verdaderas madrigueras. Vimos envases de aluminio al sol y sin la tapa,
con leche, y un mosquero. Las botellas de vidrio llenas de leche, esperaban en
los portales, decorando el mármol de los primeros tramos de escaleras
mugrientas, o en los zaguanes malolientes de viejos caserones derruidos.
Pensamos en las moscas y en probables diarreas. Eran tantos los niños que
pululaban en aquellas covachas compartidas. Las moscas completaban un cuadro
muy tercermundista y sin duda no estaban esterilizadas, pero seguramente esas
no entraban en las estadísticas”...
…“un ambiente de
euforia en algunos cubanos que nos mostraron como sus privilegios se los habían
ganado duramente, en el África, o en Vietnam, y algunos batallando en el
frente, y era, que el internacionalismo militante era el garante. Ellos, si se
sentaban con nosotros y podían hablar un rato o compartir algunos tragos. En “la
boite” del hotel Habana Libre”… …“nos parecían unos soberanos disparates, las
explicaciones eran muy parcas, o venían como en el caso del por qué La Habana parecía una ciudad
en ruinas, a resolverse con explicaciones peregrinas como decirnos que era un
castigo por no apoyar con toda decisión los designios de la revolución”...
…“uno de nuestros
colegas, golpeado por las realidades que había observado, estaba decidido a
levantarse en el discurso de clausura que lo daba Fidel. Decepcionado y como un
energúmeno él quería protestar por lo que consideraba una vil patraña, me han
engañado estos perros desgraciados, se quejaba, y estaba de muy mal talante,
pero al final le convencimos para que no insistiera, y antes de que fuese a dar
una cómica, lo sacamos del acto. Después, al regresar a Venezuela terminó en
tratamiento por una úlcera gástrica sangrante”...
…“Yo he vuelto
varias veces a La Habana,
por lo menos cinco veces más”… …“Estuve antes y después de los balseros, les
visité en épocas muy duras, de racionamientos de combustible, de comida es lo
usual y de apagones de luz”… …“Reflexionábamos,
y con ardor lo discutíamos para decirnos que aunque nos gustase mucho el son y
el ron, nunca seríamos capaces de aceptar tantas desigualdades como las que
estábamos observando durante el viaje. Algunas situaciones nos parecieron en
realidad grotescas e inaceptables y era evidente que creaban marcadas
diferencias entre hermanos”... …“El
hambre y la necesidad de mantenerse con vida, les ha llevado a extremos
inenarrables, mientras la férrea dictadura ha apretado cada vez más sus
mecanismos de represión. Esto no es un secreto. En todo el mundo se conoce la precaria situación del pueblo en
Cuba y cuanto podamos añadir sería superfluo”...
…“Cuando escribí
mi novela “Escribir en La Habana”,
galardonada en la Bienal
José Rafael Pocaterra del año 1994, lo hice porque no quise
eludir el compromiso de expresar las contradicciones que para la época eran más
que evidentes en el proceso revolucionario. Bajo el peso de lo que el pueblo
cubano denominaba “la per-estoica”, se les estaba pidiendo que asimilasen las
enseñanzas de la historia y Gorbachov les llamó la atención a los cubanos por
su patética y ampliamente demostrada ineficiencia, a pesar de haber ya
transcurrido para la época 30 años de padecimientos y de sacrificios
revolucionarios. Ese mismo año, 1989, Fidel y Raúl liquidaron al general
Arnaldo Ochoa y a sus colaboradores en una purga de corte staliniano, para
lograr una limpieza en el ejército y consolidarse ante el derrumbe del muro de
Berlín”...
…”quisiera no pasar
por alto dos situaciones adicionales. La primera tiene que ver con lo que fue
nuestra relación con la revolución sandinista, la otra, puede que tenga más
bien qué hacer con los desafueros de la cuarta república. Ambas están relatadas
a través de las vivencias de los personajes de mi novela “La peste Loca”, publicada
en 1998 por la Gobernación
del Estado Zulia. Debo destacar que en todos estos años, con tanta propaganda
de izquierdismos sedientos de justicia y de ver muchas claudicaciones, asumimos
un hecho como cierto: desde finales del primer gobierno de Caldera, el país
comenzó a desviar su rumbo”...
…“el vecino país
que desde la muerte de Gaitán no había podido salir del marasmo de la
violencia, cayó en las garras de los narcotraficantes. Para ese entonces, nos
entusiasmó como a muchos compatriotas la gesta heroica del pueblo nicaragüense;
pobres, desarrapados pero con el recuerdo de Sandino, derrocaron al tirano
Somoza y desarticularon los planes de la
CIA para hacer una verdadera revolución, y además, tuvieron
que sostener una desigual guerra contra los Estados Unidos que apoyaban
descaradamente al ejército de “los contras”. Estuvimos en Nicaragua varias
veces, promovimos cursos y charlas que dictamos en Managua. Ayudamos a nuestros
hermanos nicas a salir adelante y cuando el sandinismo pareció chocar con la
revolución cubana, ofrecimos nuestra versión”…
…“en esos años de
movernos entre las dos revoluciones, pudimos ir observando como las cosas
fueron torciéndose en Nicaragua, no tanto por lo terrible de la guerra con “los
contras”, más bien por fallas y pleitos intestinos, por la corrupción y las
luchas entre los líderes que terminaron ahogando los logros del sandinismo. Las
recientemente publicadas memorias de Gioconda Belli pueden servir de colofón a
“La Paciente
Impaciencia” del cura Tomás Borge. En esa época, nos llamó la
atención, ver que los asesores, y los ayudadores, y los facilitadores cubanos
en Nicaragua, terminaron por ser malqueridos. A pesar de su misión de apoyo a
la nueva revolución, al final, por obra y gracia de su propia pedantería, la de
quienes se sentían “sobrados”, por ser los verdaderos revolucionarios, salieron
de Centroamérica. Finalmente, la señora Chamorro desalojó a Ortega y a los
sandinistas para siempre, en un ejemplar proceso democrático”…
…“Por último, “la Peste Loca de las bestias” es como le
dicen los campesinos a la encefalitis equina venezolana, pues enloquece a los
caballos y a los burros antes de liquidarlos. Es este uno de los temas de mi
novela homónima, pero es también la historia de sus personajes padeciendo la
peste de la corrupción, la locura del desenfreno por lograr el poder y el
dinero, y de tantísimas fallas de nuestros cuarenta años de cuestionada
democracia. Estas situaciones están desnudadas en “La Peste Loca”. No
haberlas denunciado en aquel tiempo, creo que me hubiese ahora detenido y tal
vez no me hubiese atrevido a escribir esta crónica sobre Cuba”...
…“Lo he hecho,
precisamente en estos días, cuando pienso que estamos en la etapa más crítica
de nuestra historia. Vivimos los mayores niveles de pobreza, de desnutrición,
de desempleo, con el país transformado en un gran mercado persa por la
institucionalización del comercio informal. Son tiempos de quiebra financiera,
de cierre de comercios y de industrias, hemos presenciado el desmantelamiento
del personal mejor capacitado de la industria petrolera, a diario vemos el
desastre de los servicios de salud y el bloqueo sistemático de los procesos de
descentralización. Es esta una época (año 2003) de desmembramiento de todas las
estructuras republicanas, y hasta las policías han sido desarticuladas. Las
acciones tomadas concienzudamente, han sido estimuladas por la siembra del odio
y el fomento de escuadrones de asesinos armados que campean rompiendo
semanalmente las cifras sobre la criminalidad en el país.
Ahora, en medio de
este sinnúmero de calamidades, estamos presenciando lo que ejecuta la gente del
gobierno. Prefieren otorgarle a Cuba privilegios y facilitarle los recursos del
petróleo, mientras nuestro pueblo está en la miseria, y entretanto nos estamos
llenando de facilitadores, de asesores, de entrenadores, de pseudomédicos y de
otros cubanos que nos invaden ante la impasible y traidora complacencia de
nuestras fuerzas armadas nacionales. Nunca como antes, la definición del acto
de traición a la patria ha estado planteada con mayor seriedad que hoy en día…
Hasta aquí los retazos de “Oh Cuba” del año 2003.
Decía yo, (y lo escribí en el año 2003 <<el artículo fue
publicado en una edición de El Gusano de luz
número 33 año
2003>>y el 7 de diciembre
del 2014, (https://bit.ly/2WUDVHV) está entre las primeras
publicaciones de este blog -lapesteloca-) que
la lectura de “Adiós Muchachos” de Sergio Ramírez nos obligaba a los
venezolanos a establecer comparaciones, y aunque era cierto que ellas, “siempre
son odiosas”, decía que era muy difícil sustraerse de pensar en las vicisitudes
de “el
proceso”, este término kafkiano usado para mirar nuestra
pseudorevolución, que desde aquellos días ya inclementemente se metamorfoseaba.
En noviembre del año 2019 (https://bit.ly/36vZLVh) once años después
de la publicación de un comentario hecho en 2008, ya no existe un ser en el
planeta tierra, la OEA, la ONU, y cualquier organismo multinacional, que diga
no comprender lo que todos entienden. Es por demás evidente que aferrados al
poder quienes dirigen el narcoestado sostienen la pesadilla que comenzábamos a
presagiar en 2003 y se ha tornado en una tragedia que se ha extendido a los
demás países de América en una conspiración internacional. Desde La Habana
impulsan el proyecto con el foro de SaoPulo, Hezbollah, FARC y ELN, a través
del narcotráfico y sus millonarios ingresos, luchando para desestabilizar los
gobiernos democráticos y acabar con la paz de toda Latinoamérica, mientras los
políticos siguen buscando alianzas que les aporten dinero fresco para
consolidar sus cuotas de poder... Entretanto, el venezolano en medio de la
pandemia de covid-19 trata de sobrevivir pasando hambre, sin medicinas, sin
agua, con cortes de luz y sin gasolina…
Maracaibo, lunes 25 de mayo, 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario