sábado, 2 de mayo de 2020

El semeruco




En estos días recibimos en casa una bolsa con semerucos, de gran utilidad dada la época que vivimos en medio de la pandemia del COVID-19 y la necesidad de protegerse, creo que vale la pena recordar algunos datos sobre este fruto silvestre del país cuya riqueza en Vitamina C lo hace útil en esta crisis sanitaria y alimenticia que atraviesa el país.

El arbusto del semeruco mide entre 3 y 5 m de altura, de corteza obscura; tiene numerosas ramas, generalmente dirigidas hacia arriba, frágiles y cortas, que en estado silvestre poseen espinas. Las hojas son simples, enteras y opuestas, cuneiformes en la base que se dividen luego en tres o cinco lóbulos dentados o enteros; pubescentes de color verde obscuro, con ápice agudo o acuminado y pecíolo de 5 a 12 mm de largo. Las flores tienen cinco pétalos que miden entre 12 y 15 mm de longitud y son de color rojo, rosado, lila o algunas veces blanco, en corimbo; por su aspecto se les confunde con otra especie de las rosaceae, la del acerolo (Crataegus azarolus) que es típica de la cuenca del Mediterráneo.

Semeruco se le llama a el fruto del arbusto del mismo nombre, nativo del Caribe. En Venezuela crece naturalmente en zonas áridas y semiáridas del occidente y oriente del país (Lara, Falcón, Zulia, Sucre, Monagas, principalmente). En el Oriente venezolano se le llama cerezo a la planta y cerecita a la fruta, que también se le conoce como Acerola, nombre con que fue bautizado en la época de la conquista, Cereza de las Indias Occidentales, Cereza de las Antillas o Cereza de Barbados.

El fruto del semeruco es redondo con un diámetro de entre 1 a 2 cm y 20 g de peso, de piel lisa, de color rojo o amarillo y, pese a su semejanza externa con la cereza del Viejo Mundo, en su interior presenta gajos y tres carozos apretados muy duros. La contextura del semeruco es jugosa y suave, el gusto es agridulce-ácido, lo que revela su alto contenido de vitamina C; en efecto es tras el fruto del Terminalia ferdinandiana y el del camu-camu, es la fruta comestible con más ácido ascórbico que se conoce. Como fuente natural de ácido ascórbico su contenido varía entre 1500 y 3000 mg por cada 100 gramos, tiene  30-40 veces más Vitamina C que la naranja y el limón. Mientras las naranjas poseen de 500 a 4000 ppm de vitamina C, el semeruco natural llega a tener entre 16.000 y 172.000 ppm (ppm: parte por millón) es decir de 1000 mg a 2000 mg/100 g. Además contiene vitaminas A, B1, B6; flavonoides e importantes minerales  como hierro, fósforo, hierro, magnesio, potasio y calcio. También concentra significativas dosis de fitonutrientes como carotenoides fenólicos, antocianinas y flavonoides. El fruto antes de madurar es tan acre, que deja la boca áspera, por lo que se suele comer cuando ya está muy madura. 

En Venezuela este arbusto crece de forma silvestre o natural en el occidente y oriente del país, su cultivo es escaso  con excepción de algunos proyectos de mediana y pequeña escala en los estados Lara y Falcón. El Semeruco en Venezuela es representativo del estado Lara, y es considerado uno de sus símbolos naturales. Durante mucho tiempo el lado norte de Barquisimeto estaba rodeado de extensas sabanas plenas de árboles de Semeruco que, poco a poco, fueron cediendo espacio a desarrollo urbanísticos. Hoy se observan en los jardines de las casas, esta planta arbustiva además de dar buena sombra, cuando alcanza su esplendor, es ornamental. En El Tocuyo, se cultiva desde la época precolombiana, donde los pueblos originarios lo mezclaban con otras frutas y especies para elaborar una bebida destilada. En Lara se siembra para producción de pulpa de con azúcar añadida para la posterior elaboración de juegos, jaleas, compotas, dulces, entre otras. También para la preparación licor artesanal cuyo sabor, olor, color y textura ha generado buenos comentarios. Un vino artesanal de Semeruco preparan en la Península de Paraguaná, donde dónde el arbusto y el fruto son típicos de esta zona árida del estado Falcón.

Este arbusto y su exquisito fruto, tan popular en algunos pueblos y ciudades del occidente y oriente de nuestro país, ha sido inspiración para artistas nacionales. Alí Primera, cantautor oriundo del estado Falcón,  lo realza en el estribillo de “Canción mansa para un Pueblo Bravo”: ‘Vuelve a tu canto de turpial, llena de gritos el cardonal, que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso para cantar, que hay semerucos allá en el cerro y ya la gente empezó a sembrar’. Desde el Oriente de Venezuela se enalteció el dulce acidito de esta fruta silvestre con Cerecita, una composición de Luis Mariano Rivera, cultor popular del estado Sucre, interpretada por el propio autor y los cantantes Cecilia Todd, Gualberto Ibarreto, y Jesús Sevillano, entre otros. Cerecita de mi monte frutica sabrosa y pura, acidito de mi cielo y de mi tierra dulzura. Cerecita, cerecita  silvestre frutica mí,  eres juguito de amor en corazón de alegría. Luis Mariano Rivera.

Como personalmente asociaba los semerucos con el Estado Falcón, porque recuerdo siempre a mi gran amigo Eduardo Caleiras quien me había llevado en varias ocasiones a su casa en Coro y recordaba unas frutillas abollonadas amarillas y hasta verdes muy astringentes pero sabrosas, y yo me creía que esas eran los famosos semerucos. Ante le reciente revelación de las manzanitas o cerecitas que evidentemente eran los reales semerucos, y recordé el ponsigué que se hace con ellas, tuve decía, que escribirle urgentemente a Eduardo (que siempre fue mi más querido discípulo y a quien admiro entrañablemente) ahora viviendo en el exilio español, para que me aclarase el misterio de “mis” semerucos y él me dio otra clave… ¿Serán cerezos amargos?... 

Tendré que seguir averiguando, me dije  porque se me había complicado más la cuestión, así fue como encontré esta explicación: el Cerezo agrio o Grosella (Phyllanthus acidus (L.), es un árbol frutal poco cultivado en Venezuela. La grosella o cerezo agrio de la familia de las Euphorbiáceas, es un arbolito oriundo de la India; sus frutos son pequeños y esféricos y de color amarillo pálido al madurar. Crudos son un tanto ácidos, pero constituyen un magnífico material para la fabricación de jaleas y dulces en general.
Maracaibo. Sábado 2 de mayo del 2020

1 comentario:

Jose E Espinoza Davila dijo...

QUEDÉ un poco enredado , siempre identifiqué cereza con semeruco y manzanita con ponsigué. Estoy perdido?