Joaquín Sorolla
Pintor español nacido en
Valencia en 1863, formado en su ciudad natal con el escultor Capuz, desde niño,
Joaquín Sorolla empezó a enviar obras a concursos, pasando
inadvertido, ya que sus paisajes no eran del gusto de las
instituciones. Pero a los 20 años consigue una medalla por una obra histórica y
poco a poco fue abriéndose paso y viajará
a Roma de 1884 a 1889, donde quedó
deslumbrado por el arte clásico y renacentista. Luego, en un viaje a París en
1894 entró en contacto con la pintura impresionista, lo que provocó una
verdadera revolución en su estilo.
Comenzó a pintar al aire
libre, dejándose invadir por la luz y el color del Mediterráneo, y son
precisamente las obras de colores claros y pincelada vigorosa que reproducen
escenas a orillas del mar las que más se identifican con el arte de Sorolla.
Su estilo
agradable y fácil hizo que recibiera innumerables encargos, que le permitieron
gozar de una desahogada posición social. Su fama rebasó las fronteras españolas
para extenderse por toda Europa y Estados Unidos, donde expuso en varias
ocasiones. De 1910 a 1920 pintó una serie de murales con temas regionales para
la Hispanic Society of America de Nueva York. Sorolla fue un artista muy
activo, que realizó numerosos retratos de personalidades españolas y algunas
obras de denuncia social bajo la influencia de su amigo Blasco Ibáñez.
En el estilo más característico
de Sorolla, su técnica y concepción impresionista, destaca la representación de
la figura humana (niños desnudos, mujeres con vestidos vaporosos) sobre un
fondo de playa o de paisaje, donde los reflejos, las sombras, las
transparencias, la intensidad de la luz y el color transfiguran la imagen y dan
valor a temas en sí mismo intrascendentes. Algunos críticos consideran estas
obras un cruce entre los impresionistas franceses y los acuarelistas ingleses.
Existe una importante colección de pintura suya en el Museo Sorolla de Madrid.
El impresionismo
español tuvo en Sorolla a su figura más influyente.
Pero el artista fue también el pintor más importante y exitoso de la Belle
Epoque española. Después de Goya no habría otro pintor tan
talentoso hasta bien entrado el siglo XX.Adaptaría un nuevo lenguaje a su
pintura, pero sin descuidar las temáticas que e él le gustaban, temas costumbristas, paisajes y marinas. Pronto,
todo Madrid quiere una de sus pinturas y sin apenas darse
cuenta, es toda Europa e incluso Nueva York
quien cae rendido a su talento.
Caminaba a la playa cargado
con lienzos y se construía un taller improvisado con sombrillas y toldos para
evitar el efecto de la luz directa sobre el lienzo. No era raro que uno de los
caballetes saliera volando y atacaran a los bañistas. Sus obras, en su mayoría
con protagonismo del Mediterráneo destacan por una enorme libertad
de pincelada y la presencia imprescindible de la luz.
Sorolla cultivaría también el retrato (Ramón
& Cajal, Galdós, Machado, Blasco Ibañez, Alfonso XIII…). Todo el
mundo a principios del siglo XX quería ser pintado por Sorolla, Pintando
uno de esos tediosos encargos en su jardín, sufrió una hemiplejia que le
impidió seguir pintando y moriría tres años después en 1923..
Maracaibo lunes 2 de marzo, 2020
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