Benito Pérez Galdós
Novelista, dramaturgo y
articulista español, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, (1843-1920), fue el
máximo representante de las corrientes realista y naturalista en la narrativa
española. Benito Pérez Galdós era el décimo hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez Macías, y de Dolores Galdós Medina, ambos de Las Palmas
de Gran Canaria, ella
era de origen guipuzcoano. Tras cursar el bachillerato en
Canarias, en 1867 el joven se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera
que abandonó para dedicarse a literatura. En 1870 publicó su primera novela, La Fontana de Oro, escrita entre 1867 y 1868.
Benito Pérez
Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales, y el éxito
inmediato de la primera serie, que se iniciaba con la batalla de Trafalgar, lo
llevó a continuar hasta 1879 con Un faccioso más y algunos frailes menos,
hasta llegar a escribir veinte novelas enlazadas por las aventuras de su
protagonista. Durante esta época escribió novelas como Doña Perfecta
(1876) y La familia de León Roch (1878), con la La desheredada.
Con La desheredada (1881) abandona el género de la novela de tesis y
abre el ciclo de las Novelas españolas contemporáneas
(1881-1889) y luego Fortunata y
Jacinta (1886-1887), Miau (1888) y Tristana (1892); todas
ellas en el Madrid de Isabel II y la Restauración, en el que Galdós tanto
literaria como políticamente.
En esta época se
rompió su relación secreta con Emilia Pardo Bazán e inició una vida
en común con Lorenza Cobián una joven de
condición modesta, con la que tuvo una hija. Un año después, con la publicación
de, Ángel Guerra, ingresó en la Real Academia Española. Durante este
período escribió Realidad (1892), La loca de la casa
(1892) y El abuelo (1897). Su éxito teatral más importante, lo obtuvo
con Electra (1901), Fue elegido por una coalición
republicano-socialista y ese cargo le
impediría obtener el Premio Nobel de Literatura por la oposición de los
sectores conservadores. Continuaría escribiendo los Episodios Nacionales, hasta
tres series más.
Benito Pérez Galdós fue sin
duda uno de los mejores representantes de la novela
realista del siglo xix, y un
narrador capital no solo en España, en la historia de la literatura en lengua
española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y estudiosos
de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Apartándose de la corriente
del romanticismo y en pos del naturalismo, Galdós fue aportando a
la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. Pérez Galdós, como Lope de
Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y se lo devolvió a España, como
Cervantes, “artísticamente transformado”, por lo que se ha dicho que: “desde
Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes”.
Se dice que Galdós el escritor
murió pobre y olvidado; este año se cumple un siglo de su desaparición (1920).
Sea como fuere José Ortega y Gasset denunció públicamente el olvido
oficial, institucional y político, de Galdós en una encendida necrológica publicada en el diario El Sol el 5 de enero de 1920, y que
comenzaba así: “La España oficial, fría, seca y protocolaria, ha estado ausente en la
unánime demostración de pena provocada por la muerte de Galdós. La visita del
ministro de Instrucción Pública no basta... Son otros los que han faltado... El
pueblo, con su fina y certera perspicacia, ha advertido esa ausencia... Sabe
que se le ha muerto el más alto y peregrino de sus príncipes”. Unamuno en idéntica fecha escribía que, leyendo su obra, “nos
daremos cuenta del bochorno que pesa sobre la España en que él ha muerto”.
Maracaibo, domingo 1 de marzo del 2020
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