martes, 22 de diciembre de 2015

Las tortugas de Fuerteventura







LAS TORTUGAS DE FUERTEVENTURA

Fuerteventura con Lanzarote son las islas más áridas del Archipiélago Canario. Fuerteventura es desde el punto de vista geológico la isla más antigua del archipiélago,  su territorio experimentó numerosas erupciones volcánicas, y como fruto de un intenso proceso erosivo a lo largo de su historia, la isla exhibe extensas planicies. Contrastan con ellas el macizo de Betancuria, que se encuentra en zona central de la isla con una altura máxima sobre el nivel del mar de 762 m en el Pico de la Atalaya. Al sur de la isla en la península de Jandía, el Pico de la Zarza es el monte más elevado de la isla con 807 m de altitud.


Fuerteventura posee casi 326 kilómetros de costa, de los cuales 77 son de playa, lo que ubica la isla en el primer lugar en lo que respecta a perímetro de playas de las islas Canarias, donde las dos terceras partes de ellas son largas y de arena blanca o negra. Las playas de la Península de Jandía, son las más extensas de Canarias, y van desde Costa Calma, pasando por Esquinzo-Butihondo, Morro Jable y el Puerto de la Cruz, hasta la Punta de Jandía  por la zona de Sotavento, y por la zona de Barlovento desde la Punta de Jandía, pasando por Cofete hasta La Pared. En la antigüedad el viento dio de comer a muchos familias, pues accionaba los grandes molinos que molían el cereal; sin embargo, ahora algunos visitantes de Fuerteventura llegan buscando las corrientes de aire para realizar sus deportes preferidos, como el windsurf y el kitesurf, o para volar sus cometas. Las playas y paisajes de Fuerteventura incluyendo el viento son inolvidables.

Existe gran interés por la preservación del medio ambiente y los recursos naturales en la isla. Fuerteventura, Reserva de la Biosfera está en Facebook. Uno de los proyectos de protección ambiental interesantes es el Proyecto de Reintroducción de la Tortuga 'Boba'.  En Fuerteventura, comenzó aproximadamente desde finales la década de los 90, gracias a personas que creyeron en la posibilidad de volver a contar en las extensas playas de la isla con una zona de cría para las tortugas y en particular para especies que se encuentran en peligro de extinción.

El ciclo de vida de una tortuga marina se inicia cuando la tortuga marina hembra pone sus huevos en una playa de anidación, y entre seis semanas a dos meses más tarde cientos de pequeñas crías buscan su camino a la superficie de la arena y se dirigen hacia el mar, esquivando los depredadores que existan en cada lugar. La incubación adecuada dependerá del grado de humedad de la arena y el calor del sol pues si todo va bien, aproximadamente dos lunas más tarde las tortuguitas eclosionarán para iniciar el ascenso a la superficie generalmente durante las horas nocturnas para iniciar su carrera frenética hasta la orilla. El tiempo que toman las pequeñas tortugas desde su primer baño, hasta que regresan a las mismas aguas costeras para alimentarse, puede ser una década hasta 15 años, un período que se define como los “años perdidos”. Cuando las tortugas marinas alcanzan la madurez sexual migrarán a las zonas de nidificación aunque tengan que recorrer largas distancias en el mar para reproducirse. Sólo las hembras suben a tierra para poner sus huevos, y por lo general lo harán en la zona donde nacieron. La mayoría de las tortugas en el transcurso de su vida anidan varias veces durante una temporada en intervalos de 2 a 4 años.

Hacía mucho tiempo que se conocía que las tortugas llegaban a desovar en Cofete. Este conocimiento valdría para que en año 2005 se diera inicio al “El Proyecto de la Tortuga Boba” en Fuerteventura. El procedimiento comenzó con el primer traslado de 200 huevos de esa especie desde la Isla de Boa Vista en la República de Cabo Verde, para ser enterrados bajo la arena de Cofete, simulando las condiciones de los nidos que hacen las tortugas de modo natural. Desde esa época, la experiencia se ha repetido cada año con éxito, obteniéndose un porcentaje superior al que se da en la naturaleza. La tortuga Caretta caretta es conocida por volver a la misma localización en que nació para poner sus propios huevos, tras viajar miles de kilómetros por el océano. Esta especie alcanza su madurez sexual en torno a los 15 años, por lo que habrá que esperar durante la próxima década para que en Cofete vuelvan las tortugas a poner huevos en las arenas que las vieron nacer.
 
Es importante conocer que de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, hay cinco que utilizan las costas de la isla de Margarita en Venezuela como zona de tránsito, alimentación y desove. La Tortuga Cardón (Dermochelys coriacea) es la especie con mayor incidencia en la isla de Margarita. Actualmente hay un programa de tortugas marinas en el cual integrantes de un voluntariado describen esta labor como un compromiso con la naturaleza y buscan crear conciencia por el cuido de las tortugas, para que niños y adultos se sumen a ese proyecto que tiene alrededor de 10 años en desarrollo y cuenta fundamentalmente con personal voluntario en las playas Parguito y El Agua en Antolín del Campo, así como en Península de Macanao y se está evaluando la conformación de brigadas en la Isla de Coche.

Las tortugas que logran sobrevivir a la erosión natural de las playas o a los depredadores terrestres que pueden ser ratas, mangostas, aves, perros, zorros, cangrejos o incluso el ser humano, tendrán que enfrentarse a los hambrientos peces y aves marinas que les esperan  en la mar. De cada 1000 o 2000 huevos, se estima que sólo una tortuga llegará a ser adulta, de tal manera que son muchos los misterios que rodean todavía la ecología de las tortugas, sobre todo en los primeros años de su vida pelágica, los denominados “años perdidos”. 

Maracaibo, 23 de diciembre del año 2015

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