LAS TORTUGAS DE FUERTEVENTURA
Fuerteventura con
Lanzarote son las islas más áridas del Archipiélago Canario. Fuerteventura es desde
el punto de vista geológico la isla más antigua del archipiélago, su territorio experimentó numerosas erupciones
volcánicas, y como fruto de un intenso proceso erosivo a lo largo de su
historia, la isla exhibe extensas planicies. Contrastan con ellas el macizo de
Betancuria, que se encuentra en zona central de la isla con una altura máxima sobre
el nivel del mar de 762 m en el Pico de la Atalaya. Al sur de la isla en la
península de Jandía, el Pico de la Zarza es el monte más elevado de la isla con
807 m de altitud.
Existe gran interés por la preservación del
medio ambiente y los recursos naturales en la isla. Fuerteventura, Reserva de
la Biosfera está en Facebook. Uno de los proyectos de protección ambiental interesantes
es el Proyecto de Reintroducción de la Tortuga 'Boba'. En Fuerteventura, comenzó aproximadamente
desde finales la década de los 90, gracias a personas que creyeron en la
posibilidad de volver a contar en las extensas playas de la isla con una zona
de cría para las tortugas y en particular para especies que se encuentran en
peligro de extinción.
El ciclo de vida de
una tortuga marina se inicia cuando la tortuga marina hembra pone sus huevos en
una playa de anidación, y entre seis semanas a dos meses más tarde cientos de
pequeñas crías buscan su camino a la superficie de la arena y se dirigen hacia
el mar, esquivando los depredadores que existan en cada lugar. La incubación
adecuada dependerá del grado de humedad de la arena y el calor del sol pues si
todo va bien, aproximadamente dos lunas más tarde las tortuguitas eclosionarán
para iniciar el ascenso a la superficie generalmente durante las horas
nocturnas para iniciar su carrera frenética hasta la orilla. El tiempo que
toman las pequeñas tortugas desde su primer baño, hasta que regresan a las
mismas aguas costeras para alimentarse, puede ser una década hasta 15 años, un
período que se define como los “años perdidos”. Cuando las tortugas marinas
alcanzan la madurez sexual migrarán a las zonas de nidificación aunque tengan
que recorrer largas distancias en el mar para reproducirse. Sólo las hembras
suben a tierra para poner sus huevos, y por lo general lo harán en la zona
donde nacieron. La mayoría de las tortugas en el transcurso de su vida anidan
varias veces durante una temporada en intervalos de 2 a 4 años.
Hacía mucho tiempo
que se conocía que las tortugas llegaban a desovar en Cofete. Este conocimiento
valdría para que en año 2005 se diera inicio al “El Proyecto de la Tortuga
Boba” en Fuerteventura. El procedimiento comenzó con el primer traslado de 200
huevos de esa especie desde la Isla de Boa Vista en la República de Cabo Verde,
para ser enterrados bajo la arena de Cofete, simulando las condiciones de los
nidos que hacen las tortugas de modo natural. Desde esa época, la experiencia
se ha repetido cada año con éxito, obteniéndose un porcentaje superior al que
se da en la naturaleza. La tortuga Caretta caretta es conocida por volver a la
misma localización en que nació para poner sus propios huevos, tras viajar
miles de kilómetros por el océano. Esta especie alcanza su madurez sexual en torno
a los 15 años, por lo que habrá que esperar durante la próxima década para que
en Cofete vuelvan las tortugas a poner huevos en las arenas que las vieron
nacer.
Es importante
conocer que de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo,
hay cinco que utilizan las costas de la isla de Margarita en Venezuela como
zona de tránsito, alimentación y desove. La Tortuga Cardón (Dermochelys
coriacea) es la especie con mayor incidencia en la isla de Margarita.
Actualmente hay un programa de tortugas marinas en el cual integrantes de un
voluntariado describen esta labor como un compromiso con la naturaleza y buscan
crear conciencia por el cuido de las tortugas, para que niños y adultos se
sumen a ese proyecto que tiene alrededor de 10 años en desarrollo y cuenta
fundamentalmente con personal voluntario en las playas Parguito y El Agua en
Antolín del Campo, así como en Península de Macanao y se está evaluando la
conformación de brigadas en la Isla de Coche.
Las tortugas que
logran sobrevivir a la erosión natural de las playas o a los depredadores
terrestres que pueden ser ratas, mangostas, aves, perros, zorros, cangrejos o
incluso el ser humano, tendrán que enfrentarse a los hambrientos peces y aves
marinas que les esperan en la mar. De
cada 1000 o 2000 huevos, se estima que sólo una tortuga llegará a ser adulta, de
tal manera que son muchos los misterios que rodean todavía la ecología de las
tortugas, sobre todo en los primeros años de su vida pelágica, los denominados “años
perdidos”.
Maracaibo, 23 de diciembre del año 2015
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