viernes, 24 de noviembre de 2023

¿Otra vez extraterrestres?


El mes de agosto el año 2017 (https://tinyurl.com/3vp9mw64) conversaba yo aquí, sobre el científico Enrico Fermi y su importancia en el proyecto Manhattan y de Fernández Morán quien habría de ocupar una importante posición en la Universidad de Chicago después de la muerte de Fermi en el Instituto que lleva su nombre.

Recordé al doctor Pedro Iturbe cuando me pidió que visitase a nuestro sabio en Chicago y ya he relatado en otras ocasiones como Fernández Morán consciente de las tensiones de la guerra fría, nos expresó en 1967 sus temores sobre el poder letal de la energía atómica y nos habló de cómo años antes, Einstein y Oppenheimer estuvieron muy preocupados, pues conocían de los peligros que asechaban a la humanidad por el manejo imprudente o ambicioso del átomo en manos de políticos y de militares.

En septiembre del año 2020 en este blog (lapesteloca) volví a hablar sobre Enrico Fermi (1901-1954), premio Nobel de Física 1938 y creador del primer reactor nuclear, quien se había inventado su “Paradoja de Fermi” por la cual decía lo que una vez le comentó a Leo Szilard(1898-1964) su amigo y colaborador en la creación de la primera pila atómica: sobre “la posibilidad de que los humanos hubiésemos sido colonizados por seres más inteligentes venidos de otros planetas”.

Recuerdos vinieron a mi mente al estar durante los últimos meses reflexionando sobre la vida y los avatares del destino del doctor Humberto Fernández Morán, acicateados al haber recientemente visto la película de Cristopher Nolan sobre Oppenheimer y verme obligado a pensar en las mentes privilegiadas de algunos seres que se salen del común para casi parecer extraterrestres. Regresé a recordar mi artículo sobre Fermi y “los húngaros extraterrestres” donde mostraba como evidentemente, existen genialidades y aunque parezcan seres de otra galaxia fueron humanos con sus defectos y virtudes dignas de ser analizadas y en ocasiones re evaluadas para una mejor comprensión.

Moritz Kaposi (1837-1902) Nació en Kaposvár, Hungría y era un médico, doctorado en la Universidad de Viena en 1859 quien descubrió el tumor de piel que lleva su nombre. Kaposi publicó más de 150 libros y artículos y en 1872, describió por primera vez, un cáncer de piel en jóvenes homosexuales en Nueva York, San Francisco y otras ciudades en Estados Unidos, que representaba una nueva enfermedad, el SIDA.

Albert Szent-Györgyi (1893-1986) Nació en Budapest, Hungría, y en 1937 fue premio Nobel de Fisiología y Medicina por el descubrimiento de la vitamina C. Tras escapar de la Gestapo, creó el laboratorio de Bioquímica de la Universidad de Budapest, restableció la Academia de Ciencias de Hungría y emigró a los Estados Unidos en 1947, nombrado ciudadano el año 1955. Creó su propio laboratorio en el estado de Massachusetts e inició sus investigaciones sobre el cáncer, desarrollando teorías sobre física cuántica aplicadas a la bioquímica de esta enfermedad.

Leo Szilard (1898-1964) Nació en Budapest, Hungría, y era un físico judío húngaro-estadounidense que estudió la reacción de los rayos gamma sobre el berilio, para producir neutrones y con Fermi estudió la fisión del uranio y trabajó en la construcción de la primera pila atómica. Trabajó en el Proyecto Manhattan. En 1919, su tesis doctoral en termodinámica de la Universidad Técnica de Berlín que versaba sobre el demonio de Maxwell, fue elogiada por Einstein; en un problema que parecía irresoluble Szilard reconoció la conexión entre la termodinámica y la teoría de la información. También concibió un microscopio electrónico. Después de estudiar la fisión en 1939, concluyó que el uranio sería el elemento capaz de producir la reacción en cadena.

Georg von Békésy, (1899 -1972) Nació en Budapest, Hungría y se graduó de Biofísico en el Instituto Karolinska, en la Univ. Harvard y la de Hawai. En 1947, se fue a Estados Unidos, trabajando en el Laboratorio de Psicoacústica de la Universidad de Harvard hasta 1966. En 1961, fue Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su investigación de la función de la cóclea en el órgano auditivo de los mamíferos. Denis Gabor (1900-1979) también nació en Budapest, Hungría. Este Físico húngaro, fue premio Nobel de Física, conocido por ser el inventor de la holografía. También por el Filtro de Gabor y sus trabajos científicos sobre la teoría de la comunicación, óptica física o la televisión en color.

Existió pues, toda una generación emigrante, curiosa coincidencia que nos lleva al manido refrán de que “nadie es profeta en su tierra”… Estos brillantes investigadores, muchos de ellos húngaros nacidos entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, quienes como Georg von Békésy premio Nobel de Medicina, el investigador en aerodinámica Theodore von Kármán, el pionero de la informática, John von Neumann y los físicos nucleares Edward Teller, el premio Nobel de Física Eugene Wigner. Gabor, von Karman, von Neumann, Szilard, Teller y Wigner quienes para mayores detalles habían nacido en el mismo barrio de Budapest, eran fieles exponentes de un grupo selecto de mentes prodigiosas. No eran ni brujos ni extraterrestres.

Un listado reciente de la “Famous Ludwig Maximilian University Of Munich Alumni”. (Actualizado el 13-10-2023) mostraba los nombres de Fritz Albert Lipman (1899-1986) químico germano-americano, premio Nobel de Fisiología y Medicina 1953. Konrad Hermann Joseph Adenauer (1876-1967), el conocido abogado y político demócrata-cristiano alemán. Richard Johann Kuhn (1900-1967) un vienés, Nobel de Fisiología 1938. Georg Gänswein Riedern am Wald (1956) Sacerdote católico, políglota, alemán profesor de derecho canónico, prefecto del Papado, y de nuestro Humberto Fernández Morán, representado textualmente como Biólogo y científico. (1924-1999) “A Venezuelan research scientist born in Maracaibo, renowned for inventing the diamond knife or scalpel, significantly advancing the development of electromagnetic lenses for electron microscopy based on superconducting technology, and many other scientific contributions”.

Escuchemos la opinión de un respetado biólogo de IVIC, el Dr Javier Requena rememorando el pasado científico vivido en nuestro país a finales de la década de los 50… “El IVNIC, entonces, rápidamente se convirtió en un centro de investigación de alto nivel, muy al estilo americano, donde, en un ambiente multidisciplinario, se llevaban a cabo proyectos de investigación en las fronteras del conocimiento de las neurociencias, en laboratorios equipados con aparatos de última tecnología. Fernández-Morán fue arte y parte de esa revolución científica que vivió el mundo durante la segunda mitad del siglo XX y fue uno de esos investigadores de dimensiones universales convencidos de que la capacidad creadora y la inventiva de su generación podrían descifrar los grandes misterios de la naturaleza”. (Requena Jaime. Breve recuento del auge y ocaso de la investigación científica en Venezuela. En Prospectiva. Univ. Yacambú. Vol. 2, n° 1. Enero - junio 2021).

Todo lo anteriormente expresado nos lleva a la conclusión de que no hace falta ser extraterrestre para que se pueda entender o interpretarse la particularidad de haber poseído una mente brillante y prodigiosa como la de nuestro científico zuliano, el doctor Humberto Fernández Morán… La coincidencia con el destino de muchos de estos científicos, quienes sin ser tildados de “brujos” tuvieron que conformarse con trabajar en el exilio, nos lleva nuevamente a reflexionar sobre las verdaderas causas que llevaron a nuestro sabio a salir de su patria y a no poder regresar para darle a su país el producto de su mente brillante.

Este artículo se lo dedico con la mayor sinceridad y gran afecto, a otro de estos poco reconocidos personajes que parecerian ser de otra galaxia; mi compañero de estudios médicos y gran amigo Rafael (Rafito) Molina Vilchez.

Maracaibo, viernes 24 de noviembre del año 2023

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