sábado, 18 de noviembre de 2023

Escritor/Lector


Pudiéramos hoy conversar sobre La Chinita porque es 18 de noviembre y estamos en Maracaibo, pero voy a hablare sobre “el oficio literario”, partiendo de que exista un verdadero “oficio” en cada escribidor. Algo que es tan real como el “oficio” del lector. Esto es una verdadera dualidad, que nace de una compleja relación de complicidad, ese binomio escritor-lector, al cual Sergio Ramírez en su libro “MentirasVerdaderas”(Alfaguara 2000), señalaba como de “el engañador y el engañado”, que podría verse igualmente como el del “seductor y el seducido”.

El tema parte de un principio: ya no hay historias que contar con novedosos propósitos, ahora y desde hace unos cuantos años, el escritor no necesita de tramas inusuales, no tiene que mortificarse buscando novedades para entusiasmar a sus lectores, pues todos los relatos conllevan amor y odio, celos y venganza, ambición desmedida, la locura del poder y siempre al final, estará la muerte, mientras  pasan una y otra generación en medio de la inconmovible condición humana, que es fuente viva y generadora todos los relatos…    

Eduardo Liendo en el Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, en agosto de 1996, pronunciaría una charla titulada “Reflexiones en torno al oficio de escritor y la creación novelística” y esbozaría algunas de sus ideas ya antes publicadas en el libro Poética de la Novela de la editorial Memorias de Altagracia. Partiendo de sus sólidos principios, Liendo afirmaba que: “la primera cualidad indispensable para el escritor parece ser, o debe haber sido en una época de su vida, la de lector” y señalaba a continuación que “la escritura literaria, como el canto, se aprende al principio por imitación",

El escritor debe aprender a utilizar todos los recursos a su alcance para provocar en la mente del lector la sólida convicción de percibirse integrado a lo que está conociendo y va digiriendo a través de la lectura de un cuerpo narrativo que ha sido articulado por el escritor, hábil conocedor de los vericuetos de su trama y cuyas piezas, como las de un rompecabezas se las habrá ido ofreciendo cuidadosamente al lector quien maravillado va abriendo un cubo dentro de otro como quien va destapando matrioshkas rusas de sorprendentes tonalidades multicolores.

Hemos repetido la frase de que “Para poder escribir bien hay que leer bien” y cito nuevamente párrafos de mi novela Escribir en La Habana:“Leer siempre es difícil, es complejo, leer un libro es más complicado que leer un periódico... “Un libro puede leerse dos o más veces, la literatura es para releerla... “Lo que cada quien encuentre en los libros, depende más del lector que del autor, sobretodo del lector que sea capaz de releer”.

Todo cuento, tiene un comienzo, un meollo y un final y es mucho más breve que la novela. He comentado en otras ocasiones, que escribir un cuento brillantemente, es una verdadera proeza, y que la novela, es diferente, aunque ciertamente es uno de los géneros más sensibles y más complejos de la literatura. “Multiforme y proteica” decía Pio Baroja que era la novela (https://tinyurl.com/3dhypaha), señalando que “la novela lo abarca todo”. La novela es como la vida reinventada y puede parecerse a componer música, pues debe poseer una estructura precisa con cierto tono y un ritmo particular. El instrumento de cada obra, no es otro que el lenguaje.

En “Escribir en La Habana”, uno de los personajes, interesado en la literatura reflexionaría así: Pienso que en el lenguaje que usa el escritor reside el éxito de su obra. No es solo el fondo del cuento, el secreto está en el tratamiento de excelencia que le dé a las letras, porque el tema, bueno ya probablemente todo está dicho”. Más adelante el mismo personaje, ella, dirá ...“Para escribir yo no quisiera plagiar la realidad, esa está en la prensa... Yo no escribiré para relatar mis vivencias, una debe escribir para inventar la vida”.  

Uno de los aspectos singulares de la escritura literaria como oficio, implica leer y releer lo escrito hasta lograr el tono y el ritmo adecuados a la acción. No creo que la creación literaria pueda ser vista como un proceso sencillo y ya en oportunidades previas, he citado a Gustave Flaubert quien en 1853 se refirió en varias cartas a escribir como un oficio. Él hablaba sobre la creación de su gran novela “Madame Bovary”, cuando en ella, según Flaubert,  para escribir tan solo treinta páginas de un episodio, se demoró más de tres meses para lograr, según sus propias palabras “tratar de trasladar los valores de una sinfonía a la literatura”.

En junio del 2019, hablamos en lapesteloca sobre Fernando Pessoa (Lisboa 1888-1935), el escritor más representativo de la poesía portuguesa del siglo XX, y también sobre Franz Kafka (Praga 1883-1924) el escritor checo en lengua alemana que renovaría la novelística europea en las primeras décadas del siglo XX. Para hablar de estos dos personajes de la literatura universal, me referí a un artículo de la escritora española de Galicia, Esther Domínguez Soto (1953) “Cuando nosotros somos la crisis. Kafka y Pessoa”, se titulaba el artículo publicado en “Letralia” en mayo del 2019 donde se establecía una interesante comparación entre ambos escritores.

“El checo Franz Kafka (1883-1924) y el portugués Fernando Pessoa (1888-1935), dos personas que vivieron vidas paralelas, inmersos en sus crisis personales y se definieron con adjetivos muy parecidos:solitario, fracasado, hipocondríaco o insociable y taciturno”. Ambos trashumantes en sus propias ciudades. Pessoa vivió en casas de familiares y en varios pisos alquilados, y Kafka residió en el hogar familiar, en las viviendas de sus hermanas, en pisos de alquiler y en una casita en el Callejón de los Alquimistas de Praga. Estos dos personajes de la literatura analizados en lapesteloca al analizar sus vidas, me ha regresado al tema de que al escribir, se es testigo de su tiempo, de su época, y aunque se refiera a otros tiempos, serán usualmente vivencias personales y las emociones subconscientes de los escritores las que llenen las cuartillas de cada uno y valgan para la creación literaria.

Por muy distópicos que sean (https://tinyurl.com/mr2j4y23) algunos libros en ocasiones de estirpe realmente postapocalíptica, sobre ellos, a mediados de este año 2023 elabore un listado de los 11 mejores “libros distópicos”, y sobre estas la creaciones literarias, siempre regresamos a los tópicos que mencionaba Sergio Ramírez en sus “Mentiras Verdaderas todos los relatos conllevan de una u otra manera, el amor y el odio, los celos y la venganza, la ambición, la locura del poder y la muerte para establecer esa silente conexión entre el lector y el autor que escribió el cuento o la novela. 

Concluyo recordando nuevamente que hoy es el dia mas importante para la colectividad zuliana; dia de la Virgen de Chiquinquira, patrona del Zulia.

Maracaibo, sábado 18 de noviembre del año 2023

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