Anton van Dyck (1599-1641) fue un pintor y grabador flamenco especialmente dedicado a la elaboración de retratos. Alcanzó gran fama internacional y llegó a ser el primer pintor de corte en Inglaterra tras una larga estancia en Italia. Es universalmente conocido por sus retratos de la nobleza genovesa y de Carlos I, rey de Inglaterra y Escocia, de los miembros de su familia y de su corte.
Van Dyck nació en una casa en el centro de Amberes. Su abuelo Anton (1529–1581), tras haberse dedicado a la pintura, se dedicó al comercio de la seda. A su muerte, su mujer, Cornelia Pruystinck continuó la actividad del marido para sostener la familia y tenía clientes incluso en París y Londres, además de las ciudades flamencas. El padre de Anton, Franchois, casado en segundas nupcias, en 1590, con Maria Cuypers, tuvieron 12 hijos, de los que Anton fue el séptimo. Anton fue considerado un niño genio y enviado el año 1609, al taller de uno de los mejores pintores de la ciudad, Hendrick van Balen, para que aprendiese los rudimentos de la pintura. Su primera pintura datada en 1613,muestra evidentes las enseñanzas de Van Balen, pero pronto y con solo 16 años, abrió un taller personal, junto al joven amigo Jan Brueghel el Joven, con quien abandonó la escuela del maestro.
A partir de 1617 y hasta 1620, Van Dyck trabajó estrechamente con Rubens, y llegó a ser ayudante, abandonando su taller autónomo. Rubens habló de Van Dyck como su mejor alumno. Tras el 11 de febrero de 1618, fue admitido en la Gilda de San Lucas como «maestro». En 1620, Rubens había firmado un contrato con los jesuitas de Amberes para la decoración de su iglesia, basada en sus diseños, y fue llevada a cabo por Van Dyck; Anton recibiría numerosas peticiones de clientes particulares para la realización de retratos.
En octubre de 1620, van Dyck de veintiún años, se trasladó a Londres, a la corte del rey James I. Van Dyck obtuvo de James I una pensión anual de 100 libras esterlinas y sin embargo, de permiso viajó al extranjero por ocho meses.. Las obras realizadas por van Dyck durante esta primera estancia en Inglaterra son diferentes de las que había hecho en Flandes. Amberes, estaba reconvertida al catolicismo, y Anton realizaría solamente telas de carácter religioso o retratos. En Londres gozaba de mayor libertad, en la ejecución de las pinturas y en la elección del tema por representar. Sir George Villiers (futuro duque de Buckingham) y su mujer Lady Katherine, fueron pintados como Venus y Adonis, inspirado en Tiziano, los dos semidesnudos y de tamaño natural. Regresó a Amberes .Rubens se encontraba lejos, y Anton pintó algunos de sus retratos más brillantes e innovadores, como el Retrato de Isabel Brant, primera mujer de Rubens, y el Retrato de Frans Snyders y de su mujer Margarita de Vos. Van Dyck comunicó su decisión de partir a Italia y Rubens le regaló un caballo para el viaje y le dejó numerosas cartas de presentación para pintores y mecenas.
En 1621 Van Dyck viajó a Italia, algo tradicional de los pintores flamencos, y permaneció durante seis años estudiando y analizando los trabajos de los grandes artistas del siglo XV y del XVI y se afirmó su fama de retratista. Se instaló en Génova, a su llegada Anton había ya realizado alrededor de 300 pinturas. Fue presentado en la aristocracia de la ciudad y retrataría algunas de las mejores familias genovesas. Su éxito se debió inicialmente a la fama de Rubens, quien vivió y trabajó en Génova, pero Van Dyck supo conformar un nuevo tipo de retrato, de siluetas estilizadas y expresiones severas, que se apartaban del estilo de Rubens.
Tras su exitosa experiencia genovesa, Van Dyck partió en febrero de 1622, a Roma, donde permaneció hasta 1623. En esta época pintó su autorretrato y recibió del cardenal Guido Bentivoglio dos encargos, la realización de una Crucifixión y un retrato de cuerpo completo del mismo cardenal, que es uno de los más famosos de toda la producción de van Dyck. Retrató también al cardenal Maffeo Barberini, que luego fue papa Urbano VIII. Numerosos retratos y en Roma tuvo la oportunidad de observar y copiar las obras maestras de los grandes del Renacimiento.
Desde Roma se trasladó a Florencia y conoció a Lorenzo de Médici, hijo del gran duque de Toscana, Fernando I de Médici. Se detuvo en Bolonia y en Parma y llegó finalmente a Venecia, donde transcurrió el invierno de 1622. En la patria de Tiziano, fue guiado en la visita de las grandes obras venecianas por el sobrino de Tiziano, César Vecellio. Anton pudo ver y analizar las obras de Tiziano y de Paolo Veronese. En Italia creó ese estilo refinado y elegante que caracterizó su obra durante toda su vida. Este tipo de retrato se convirtió en modelo para la pintura occidental, sobre todo en Inglaterra donde Thomas Gainsborough lo tomó como fuente de inspiración. De Venecia pasó a Mantua, en la corte de los Gonzaga que habían sido protectores de Rubens. En 1623 estuvo de nuevo en Roma, ciudad en la que había rechazado mantener contacto con la asociación local de pintores flamencos.
Desde Roma pasó a Génova, det y en Milán y en Turín, donde fue recibido por los Saboya. Se trasladó a Sicilia, donde retrató al virrey; poco tiempo después la ciudad de Palermo fue atacada por una terrible epidemia de peste que mató al mismo Emanuel Filiberto. A pesar de la epidemia, Van Dyck permaneció en la ciudad hasta más o menos septiembre de 1624. Aquí conoció a la anciana pintora Sofonisba Anguissola, ya de 90 años, que murió al año siguiente y de quien Antoon hizo un retrato. Tras ver el continuo crecimiento de la peste, Antoon volvió a Génova, donde completó la realización de la «pala» de altar La Virgen del Rosario, luego enviada a Palermo, considerada como la mayor obra religiosa del artista.
Hasta 1627, Van Dyck residió casi siempre en Génova. Aunque sin abandonar temas religiosos o mitológicos, el artista se concentró en el retrato:. Los retratos destacan por su majestuosidad y por la representación psicológica de las personas, En septiembre de 1627, volvió a su Amberes natal, llamado por la muerte de su hermana Cornelia.: Antoon, ferviente católico, se unió a la confraternidad de los célibes, creada por los jesuitas de Amberes, que le encargaron también dos retablos, realizados entre 1629 y 1630. Van Dyck realiza también seis Crucifixiones, un Llanto sobre Cristo muerto y una Coronación de espinas.
En 1628, Carlos había adquirido de Carlos I de Gonzaga-Nevers, duque de Mantua, la gran colección de pinturas acumuladas en los años de los Gonzaga, En 1626 había logrado convencer a Orazio Gentileschi para que se trasladase a Londres. Gentileschi fue nombrado pintor de corte y se dedicó, entre otras cosas, a la decoración de la Casa de las Delicias, residencia de la reina Enriqueta María de Borbón, en la ciudad de Greenwich. En 1634, durante alrededor de un año, Van Dyck decidió trasladarse a Amberes y a Bruselas, para visitar a su familia. Van Dyck hizo numerosos retratos del nuevo regente y de varios exponentes del clero y de la aristocracia. Uno de los más ambiciosos retratos de grupo de estos años es el Retrato del conde Johannes de Nassau y su familia. En el curso de su estancia en Bruselas se encontró también con Tomás Francisco de Saboya, primer príncipe de Carignano, y comandante general de las fuerzas españolas en los Países Bajos, de quien realizó un gran retrato ecuestre.
Al servicio de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia de Habsburgo, hija de Felipe II y regente de los Países Bajos. Pintó un retrato de la archiduquesa por el cual recibió a cambio una cadena de oro. Uno de los más importantes trabajos de la época es el Retrato de María Luisa de Tassis, de una de las familias más ricas del norte de Europa. En septiembre de 1631 van Dyck recibió en su taller a la reina de Francia María de Médici, con a su hijo menor Gastón de Orleans, en el exilio y se hicieron retratar. Van Dyck logró llegar a la corte de La Haya, donde hizo un retrato de Federico Enrique de Orange con su mujer y el hijo Guillermo II de Orange. Cerca de la ciudad de Haarlem, conoció a Frans Hals.
Desde 1629 comenzaron las relaciones entre Van Dyck y el rey inglés Carlos I. Triple retrato de Carlos I, (1635)., entre los soberanos ingleses del pasado, el que más apreció el arte pictórica, y se mostró siempre como un fuerte mecenas y protector de los artistas, rivalizando con Felipe IV de España.. El monarca tras recibir como regalo el cuadro Reinaldo y Armida llamó a Van Dyck a trabajar a Londres. Con la llegada de Van Dyck, todos estos pintores desaparecieron porque se quedaron anticuados. Carlos había encontrado finalmente al pintor de corte que deseaba desde hacía años.
Ya en Londres, Van Dyck entró a formar parte del grupo de cortesanos católicos fieles a la reina Enriqueta María, La reina Enriqueta María con el enano Jeffrey Hudson, en el que Enriqueta con vestidos de cacería es representada en compañía de su enano, Jeffrey Hudson. Además de pintar, Anton abría su casa a la mejor nobleza y se entretenía con músicos y bufones; ofrecía banquetes, poseía siervos, carrozas y caballos. Uno de los más asiduos frecuentadores de la casa de Van Dyck era el mismo rey, que incluso mandó hacer modificaciones al jardín de la casa de su pintor para que pudiera llegar allí más fácilmente a través del río. En 1640 Anton decidió casarse y, ya con 40 años, se casó con una dama noble escocesa, Mary Ruthven, dama de compañía de la reina. Pero su única actividad en Londres era la de retratista, mientras él soñaba con un proyecto más grande, un ciclo pictórico de carácter histórico.
Cuando en mayo de 1640 murió Rubens, le ofrecieron volver a Amberes para dirigir el taller de su maestro. Mientras estaba por partir, le comentaron que el rey de Francia Luis XIII estaba buscando a un artista que decorase las salas principales del Palacio del Louvre. Era precisamente esto lo que Van Dyck estaba esperando desde hacía años; en enero de 1641 se trasladó a París, y volvió a Londres en mayo. Por motivos de salud, tuvo que volver precipitadamente a Londres. El rey le envió a su médico personal, a quien ofreció 300 esterlinas si lograba salvarle la vida a su pintor. El 1 de diciembre de 1641, lady Van Dyck dio a luz a su primera hija, Justiniana. El 9 de diciembre Anton van Dyck murió en su casa de Blackfriars y fue sepultado en la presencia de la corte en la Catedral de San Pablo.
Maracaibo, miércoles 26 de octubre de 2022
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