Escaleras para ascender al cielo…
Este artículo de lapesteloca, y el de mañana, van para mi amigo, colega y compañero
de nuestra promoción médica del 63, Rafael Molina Vílchez (Rafito), esperando contribuya
a complementar sus datos sobre la música del folklore veracruzano.
"Para subir al cielo..." fue la novela
ganadora en 1997 de la Bienal de Literatura Elías David Curiel, de la Dirección
de Cultura del Estado Falcón y fue editada en ArsGráfica, de Maracaibo en 1997,
pero no sería sino hasta 1990 cuando fue presentada por el escritor Eduardo
Liendo en la Librería Monte Ávila del Complejo Cultural Teresa Carreño en
Caracas. El acto se dio un miércoles 10 de marzo de ese año 1990, pero desde
aquel entonces, la novela nunca estuvo disponible al público.
En 2016, el texto fue cuidadosamente revisado, y en los Talleres
Gráficos de AstroData en Maracaibo, se editó una 2da edición de "Para subir al cielo...", la
cual fue presentada en Maracaibo el día jueves 27 de octubre del año 2016 por
el poeta, profesor Carlos Ildemar Pérez, en el mismo acto público cuando el
sociólogo Miguel Ángel Campos hizo la presentación de otra de mis
novelas: “Vesalio el anatomista”.
En febrero del 2020 (https://bit.ly/38Z5H9Q),
recordé como la novela “Para subir al cielo…” relata la vida del
pintor medieval Hyeronimus Bosch a través de sus pinturas (https://bit.ly/2lG8sJt) mientras paralelamente relataría
una historia que sucedió un domingo en
la Caracas de los años 90. No obstante, nunca
he comentado sobre el título de la novela que tiene que ver con
una pintura de El
Bosco. En una de las cuatro tablas de “El Juicio
Final” que
existe en el Palacio Ducal de los Dogos en Venecia, en la segunda tabla,
denominada “la subida al empireum” el pintor mostraría el fenómeno del
cono de luz, cuya interpretación y su parecido con los relatos asociados a la
muerte y lo que sucede en esos minutos finales han sido ampliamente divulgados.
Hasta
aquí todo parece lógico, con un concepto bastante anticipado pues hablamos de
finales del Medioevo, solo que en la novela menciono que “para subir al cielo se necesita una escalera
grande y otra chiquita” y creo que no todos saben la verdadera
historia de esta cancioncita que desde niño escuché y repetí y supongo que es
bien conocida de mucha gente. La historia cuenta que hace muchos años,
llegaban barcos de todas partes del mundo a Veracruz en el Golfo de México, y
por varios siglos, habría de ser puerta de entrada a la Nueva España. Para el
año 1537 se le conocía a la ciudad como “Ciudad de Tablas” debido a que la
mayoría de sus construcciones eran de madera con techos de palma. Aun así, por
las calles de esa pequeña población eran transportadas las riquezas del joven
Virreinato.
Laurens
Cornelis Boudewijn de Graaf -alias “Lorencillo”-
fue un pirata holandés, originalmente artillero de la Armada Española que combatía
a los filibusteros, y quién tras ser abordado por dos naves corsarias, le
ofrecieron que se uniera a la filibustería y así le perdonarían la vida. Lorencillo iba
a resultar un verdadero azote para Yucatán, Campeche, Veracruz y Tabasco. El
más destacado de sus asaltos fue el realizado a la ciudad de Veracruz, en
compañía de Michel de Grammont, el 17 de mayo de 1683 cuando
llegaron con doscientos hombres y comandados por Lorencillo, en 2
barcos muy grandes que habían sido capturados previamente a los españoles y les
sirvieron como señuelo, luego los 5 barcos grandes, 8 barcos de menor tamaño,
legaban con 1300 piratas, quienes invadieron el puerto de manera sigilosa por
la costa con un grupo pequeño de hombres los cuales se dividieron y comenzaron
a asaltar y secuestrar a los ciudadanos. Después tomaron a la plaza de armas de la
ciudad y ya a la media noche, seiscientos hombres más asaltaron el puerto. Otros
se dedicaron a eliminar las fortalezas españolas del puerto y maniatar a la
guarnición defensiva de la ciudad. Van Hoorn por tierra, se unió a De Graaf y
atacó a la ciudad. A la media noche de ese día, seiscientos hombres más tomaron
y asaltaron el puerto.
Los
piratas se dividieron en grupos para saquear la ciudad y los ciudadanos, sin
distinción de sexo o edad, fueron llevados a la Catedral. Después de la captura
y el secuestro de más de 6 mil ciudadanos, incluyendo mujeres y niños, a los
que mantuvo encerrados dentro de las iglesias negando alimentos y agua por tres
días y tres noches, hasta el 22 de mayo. Muchos de los pobladores sufrieron
diversos tipos de torturas y muchas de las mujeres fueron violadas por la turba
de piratas los cuales colocaron un barril de pólvora en la puerta del templo
que amenazaban con hacer estallar si los prisioneros no entregaban los
supuestos tesoros escondidos.
Acorralados, todos los ciudadanos fueron
encerrados durante dias en la catedral del puerto y allí, sin comida ni agua
que beber, en uno de los meses más calurosos del año, algunos decidieron
suicidarse lanzándose de lo más alto de la catedral donde para subir eran
necesarias unas escaleras. y será de este trágico suceso de donde viene la
canción que habla de que para subir al cielo se necesitan un par de escaleras,
y algo más. Lo más alto de la catedral era el
campanario, y para llegar a él se necesitaba una escalera grande para subir a
la azotea de la catedral y otra escalera más pequeña para subir de la azotea al
campanario, ya que eran dos plataformas elevadas, construidas por debajo
del tejado que se usaba para almacenar cosas o para dormir, y una era más alta que la otra. De ahí la estrofa que
dice; Para subir al cielo, se
necesita una escalera grande y otra chiquita y arriba y arriba y arriba iré...
Los prisioneros permanecieron encerrados hasta el 22 de mayo cuando Lorencillo los hizo salir de la Catedral y los trasladó a la Isla de los Sacrificios. Tomó como rehenes a los funcionarios y el resto, a punta de palos fue obligado a cargar el cuantioso botín, empresa que duró hasta el 30 de mayo. El 1 de junio, dejó tras él cuatrocientos muertos, además de gran miseria y desolación. Lorencillo levó anclas, desplegó velas y se hizo al mar, llevándose algunas hermosas mujeres. Dejó tras él cuatrocientos muertos, además de miseria y desolación. Entonces algunos porteños se hicieron a la mar con el propósito de rescatarles. De ahí que el cantador local “Malango” quien trabajaba en la Hacienda Malibran dijo cantando: “yo no soy marinero, pero aquí seré”... Las coplas cambian de acuerdo con el intérprete “Yo no soy marinero, soy capitán, soy capitán” dice la Letra de Richie Valens de 1958, quién dentro de la vanguardia del rock, incorporaría lo de "soy capitán”.
Desde finales del siglo XVII, el 17 de mayo en la zona de la Hacienda de Malibran, fue cantada La Bamba, se dice que por un trotamundos jaranero con habilidades para la décima, conocido como el “Guaruso”,- quien se convierte por derecho propio en el dueño en una canción tradicional mexicana conocida como “la reina de los sones jarochos”-. El “son jarocho” es reconocido como un “himno popular de la ciudad de Veracruz”. La palabra Bamba, con diferentes significados, puede aludir a una voz de origen africano, wamba, que significa: fiesta, o celebración; o también se asocia con una modalidad onomatopeyica del “sonar de los cañones” de los barcos piratas; en este caso, se deriva de “quitilan quitilan”, una décima primaria, compuesta por el Garuso, quién, según la narración de la época colonial de los historiadores, Ramón Río García y Francisco Ávila Rivera, la entonó para celebrar en la Hacienda de Malibran, cuando los piratas, en vez de atacar el puerto habían pasado de largo frente al Playón de Hornos.
En febrero de 1686, los españoles llevaron a cabo
una redada en la plantación de Graaf en Saint Dominque. En represalia, “Lorencillo”
De Graaf, allanó Tihosuco donde los bucaneros saquearon e incendiaron
edificios. Al regresar a Petit-Goâve, De Graaf destrozó su barco mientras
perseguía una barca española. No obstante, se las arregló para tomar la barca
con solo el bote largo de su barco. También
atacó y saqueó muchos pueblos de la Chontalapa tabasqueña en varias
ocasiones en que incursionó por la barra de Dos Bocas llegando
hasta las poblaciones de Xalpa y Cunduacán las
que saqueó en repetidas ocasiones, siendo las más devastadoras las ocurridas
en 1680 y 1688 lo que obligó a que
en este último año se iniciara una fuerte disgregación de los pueblos de esta
región hacia zonas más seguras en la sierra, convirtiéndose en un personaje
temible en toda la región de Tabasco.
Esta historia, creo que la puedo finalizar
relatando que por el trato a los rehenes y la división del botín estalló
una disputa entre los piratas van Hoorn y De Graaf. Nicholas
van Hoorn (1635-1683) fue un marino comerciante entre 1655 y 1659
cuando se hizo pirata. Había nacido en Los Paises Bajos y moriría en la vecindad de Veracruz en la
llamada Isla de los
Sacrificios. Nikolaas se transformó
en el terror de los barcos holandeses y españoles Según algunas fuentes, los dos ,
van Hoorn y De Graff lucharon en un duelo en una playa
cercana para resolver la disputa. Aunque ninguno resultó gravemente herido
durante el duelo, van Hoorn recibió un corte en la muñeca. La herida más tarde
se le convirtió en una gangrena y van Hoorn, alias Lorencillo murió
como resultado de la infección dos semanas después. Renunciando a más saqueos,
los piratas extranjeros se marcharon, deslizándose sin obstáculos…
Maracaibo,
martes 24 de mayo del año 2022
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