lunes, 26 de diciembre de 2022

Conspiraciones


Conspiración se refiere a la acción de conspirar que implica, unirse o aliarse contra alguien o contra algo superior, especialmente contra una autoridad. La conspiración de Gual y España es el nombre con que se le da en la historia de Venezuela al primer movimiento independentista que trato de separar el país del Imperio español… Al mencionar el imperio español, en este breve artículo, me referiré a ese mismo imperio, pero en una conspiración contra Inglaterra, la que ahora denominan “el Reino Unido” (UK).

John Ballard era el hijo de William Ballard de Wratting, natural de Suffolk y en 1569, el joven se matriculó en la universidad de St. Catharine, en Cambridge, posteriormente emigró al Gonville y Caius College, en Cambridge, y el 29 de noviembre de 1579 ingresó para estudiar en la Universidad inglesa en Reims. John Ballard se ordenó sacerdote Jesuita en Châlons el 4 de marzo de 1581, y regresó a Inglaterra el 29 de marzo como católico misionero. Este simple hecho, provocó que se le pusiera precio a su cabeza.

Ballard había diseñado el llamado Complot Babington, que reunió a Anthony Babington y Chidiock Tichborne entre otros, para asesinar a la Reina Isabel II como preludio a una invasión de Inglaterra por las fuerzas católicas españolas. El origen del complot era el conflicto entre el catolicismo y la Reforma protestante, acentuado por el cisma entre Enrique VIII y la iglesia de Roma. La minoría católica inglesa tildaba a Isabel de monarca ilegítima por ser hija de Ana Bolena, (https://bit.ly/2CncZ93) nacida después de que el rey Enrique VIII se divorciara de Catalina de AragCón. El proyecto de los conspiradores católicos era asesinar a Isabel para poner en el trono a María Estuardo, hija de Jacobo V de Escocia y denominada popularmente “María, reina de los escoceses”.

Anthony Babington (1561-1586) ver fue un conspirador inglés, quien siendo educado secretamente como católico, fue integrado por el sacerdote John Ballard al fallido Complot Babington, con la intención de liquidar a la reina Isabel I de Inglaterra y subir al trono a su prisionera en Escocia, su prima, María Estuardo, conocida como Maria I de Escocia. En 1580, el joven noble Babington conoció a John Ballard, quien le habló del posible asesinato de Isabel I y su substitución por María Estuardo. El acto sería llevado a cabo por otro exiliado inglés, John Savage. Los tres, Babington, Ballard y Savage, formaban el núcleo de los dos complots, el asesinato de Isabel y la entronización de María Estuardo.


La conspiración involucró a muchos católicos, incluyendo a Felipe II de España en guerra con Inglaterra y la Liga Católica francesa, quienes habían prometido otorgar colaboración instantánea después del regicidio. Babington fue encarcelado y ejecutado, junto con otros trece conspiradores, después de descubrirse la confabulación, al interceptarse la correspondencia que mantenía con María Estuardo, donde detallaban sus planes. Tiempo después las cartas se usaron también como evidencia en respaldo de la ejecución de María Estuardo.

Para encubrir su identidad cierta, John Ballard se alisto como soldado bajo los mandos del Capitán Adriano Fortescue (1476 –1539) cortesano en la corte del rey Enrique VIII de Inglaterra, quien fuera ejecutado en 1539 y posteriormente beatificado como mártir católico. Adriano Fortescue era primo del padre de Anne Bolena, nombrado Caballero de la Orden del Baño en 1503, y participó en las guerras de Inglaterra contra Francia en 1513 y 1523. Fue hecho Caballero de la Orden de San Juan en 1532. Sir Adriano era también un terciario dominicano.

El 29 de agosto de 1534, Adriano fue arrestado sin ninguna razón, aunque fue liberado después de unos meses, pero en 1539, fue una de dieciséis personas condenadas por traición sin un juicio por el Parlamento por actos no especificados, presumiblemente relacionados con la hostilidad a las políticas de la iglesia de Enrique VIII. Adriano Fortescue fue decapitado en la Torre de Londres el 9 de julio de 1539. La Orden de San Juan de Jerusalén ha defendido la devoción al Beato Adriano como un mártir desde el siglo xvii y el Papa León XIII lo beatificó el 13 de mayo de 1895.

El grupo de católicos ingleses quienes intentaron descabalgar del trono a la protestante reina Isabel I para reemplazarla por su prima, la escocesa católica María Estuardo, perecerían todos al desvelarse el complot. Entre el 13 y el 15 de septiembre de 1586, en Londres, catorce católicos fueron condenados a muerte por alta traición, acusados de haber conspirado para asesinar a la reina Isabel. El día 20 se ajustició a siete de ellos con la máxima crueldad, cortando las sogas antes de que falleciesen, castrando y descuartizando los cadáveres. Un día más tarde murieron los otros siete en el cadalso, siendo posteriormente descuartizados. Todos perecieron pregonando su fe católica.

En la Inglaterra de mediados del siglo XVI reinaba la convicción generalizada de que el catolicismo constituía la expresión religiosa de una política cruel y traidora, además de reflejar la dominación europea por parte de España y Francia. En este sentido, la lealtad al catolicismo en Inglaterra se confundía entonces con la traición, ya que se suponía a los católicos un posible apoyo a una invasión española o francesa. Estas convicciones llevarían a que uno de los más sobresalientes ministros y consejeros de la reina Isabel I, Sir Francis Walsingham, se dedicase a la tarea de construir un servicio secreto cuyos métodos (el engaño, el espionaje y la corrupción) emplearía, entre 1573 y su muerte en 1590, para perseguir a la oposición religiosa.

Sir Francis Walsingham (1532 -1590) ver fue el Secretario principal de la reina Isabel I de Inglaterra desde el 20 de diciembre de 1573 hasta su muerte y es recordado popularmente como su “maestro de espías”; había conseguido infiltrar sus espías en los grupos de conspiradores, así como por las declaraciones extraídas mediante tortura, el “maestro de espías” iba reuniendo las pruebas que convencerían a Isabel de que María Estuardo constituía el mayor enemigo de la reina, y la conjura de Babington ofrecería la mejor ocasión. Este complot amenazaba con unir una invasión desde el exterior con otra católica en el seno de Inglaterra. El 4 de agosto, los agentes de Walsingham detuvieron a John Ballard. Desesperado, Babington trató de persuadir al exsoldado Savage para que asesinara a Isabel lo antes posible. Pero cundió el pánico en el grupo conspirador.

Entre el 15 y 16 de octubre se juzgó a la reina de los escoceses. Diez días después, se la condenó a muerte. Isabel I tardó en dar su consentimiento a la ejecución de su prima. Finalmente, el 8 de febrero 1587, María Estuardo fue decapitada. La Reina Virgen sobreviviría a diversas conjuras, mientras el catolicismo inglés, fracasado el complot de Guy Fawkes de 1605, se vería muy reducido e impotente, lo que aceleró la fusión entre la identidad nacional inglesa y el protestantismo. Tan solo la tolerancia de siglos posteriores marcaría el comienzo de una nueva actitud, menos temerosa de lo que se percibió durante mucho tiempo como una verdadera amenaza a los valores ingleses.

Todo este asunto, al re leerlo, vino a mi mente Ian Fleming (https://bit.ly/3jvR9bD) y sus novelas muy inglesas y como es la novela una disciplina “proteiforme”, me preguntaba si acaso… ¿No existiría la contrapartida novelesca hispana, de algún complot británico para asesinar a Felipe II?

Maracaibo, lunes 26 de diciembre del año 2022

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