Javier de Felipe Oroquieta es un científico español, profesor e investigador del Instituto de Neurobiología Ramón y Cajal, considerado como uno de los neurocientíficos mejor cualificados de todo el mundo y el único científico español investigador en el campo de la micro-anatomía del cerebro. Ha dirigido la misión Neurolab, impulsada por la NASA, en la que se enviaron ratas al espacio para estudiar cómo afectaba la falta de gravedad a sus cerebros. Ha sido el primer científico español en recibir el prestigioso premio Krieg Cortical Kudos del Cajal Club de Estados Unidos.
En los últimos años diversos proyectos a escala mundial, entre los que se incluyen el Blue Brain, el Cajal Blue Brain, el Human Brain Project en los que ha participo Javier de Felipe Oroquieta, fueron protagonistas de la nueva sesión del Aula de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Alicante. El neurocientífico Javier de Felipe Oroquieta, para comprender mejor cómo funciona el cerebro normal y cómo se altera ante diversas enfermedades como el Alzheimer, en 2019 dicto la conferencia “El cerebro humano: una perspectiva científica y filosófica” en el Aula de la Ciencia y la Tecnología de la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, como espacio de divulgación, debate y reflexión
El protagonista de excepción, fue el director del Laboratorio Cajal de Circuitos Corticales del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid y profesor de investigación en el Instituto Cajal (CSIC), Javier de Felipe Oroquieta. La conferencia fue presentada por el catedrático de Biología Celular del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, Nicolás Cuenca, sirvió para anunciar que uno de los objetivos fundamentales de la neurociencia es la comprensión de los mecanismos biológicos responsables de la actividad mental humana y el estudio de la corteza cerebral, que constituye el gran reto de la ciencia en los próximos siglos es principal línea de investigación de Javier de Felipe Oroquieta.
El brillante periodista y escritor Montero Glez (https://bit.ly/3i0npoz) columnista del El País, España, nos hace participes de la historia sobre un investigador del cerebro que mira también a los artistas. El trabajo es del famoso neurocientífico Javier De Felipe Oroquieta, cuyas aportaciones en el campo de la microanatomía del cerebro han servido para comprender el comportamiento de las partículas microscópicas que estructuran la corteza cerebral. El científico posee un libro de reciente aparición titulado De Laetoli a la luna (Crítica), donde DeFelipe nos lleva a través de un viaje por el cerebro humano, desentrañando los misterios que encierra y despejando sus incógnitas.
Durante este trayecto para visitar obras de famosos artistas, no puede faltar la pinacoteca de El Museo del Prado, donde se expone el famoso cuadro La Extracción de la piedra de la locura del pintor neerlandés conocido como El Bosco (https://bit.ly/2ULek1P). Se trata de un grabado satírico donde el pintor se burla de las personas ignorantes que se dejaban operar la locura. El puñal que atraviesa la bolsa del dinero es el símbolo de la estafa, y de una manera didáctica, DeFelipe nos va introduciendo en la consciencia, en la autoconsciencia y en el goce intelectual que hace vibrar nuestras neuronas hasta ponerlas a emitir un canto polifónico.
De Felipe pregona que el cerebro se enferma cuando nuestras neuronas desafinan. En el apartado dedicado a la relación entre locura y creatividad artística, DeFelipe llega hasta la obra del médico renacentista Juan Huarte de San Juan (1530-1588) titulada Examen de Ingenios para las Ciencias, donde hace referencia a Platón, quien aseguraba que los poetas nacieron endemoniados. También a Aristóteles, quien le atribuía el origen de la poesía a la calentura del cerebro de los poetas, siendo la creatividad asunto del temperamento cerebral.
La hipótesis aristotélica es tomada por Huarte de San Juan, para contar el caso de un paje necio que acabó convertido en un hombre brillante. Llegaron a tanto sus delirios que se creyó rey por culpa de la temperatura del cerebro que estaba muy caliente. Cuando le tocó citar ejemplos de creatividad y locura, el primero de la lista fue Edgar Allan Poe (https://bit.ly/2MHKNEx) quien, en el cuento Eleonora, escribe acerca de la locura como forma elevada de inteligencia: “Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan solo de noche”.
Para terminar, nos relata Montero Getz, que DeFelipe mostraría el estudio del psiquiatra Felix Post que señalaba trastornos notables en compositores como Chopin y Stravinsky, en pintores como Matisse y Monet y en escritores como Camus y Dickens. Así como trastornos graves en Falla y Wagner, Picasso y Van Gogh, Hemingway y Kafka, entre otros tantos artistas. Llegados aquí, DeFelipe se preguntaba si los primeros artistas podrían haber tenido problemas mentales que se propagaron a lo largo de nuestra evolución. Según Montero Glez, tal vez por eso, Cervantes sabía que aquellos molinos escondían un secreto terrible bajo su forma; un secreto que solo podría ser desvelado por un loco al que se le secó el cerebro por culpa de tantas novelas de caballerías como leyó.
Aunque la ciencia ha avanzado de un modo espectacular en las últimas décadas permitiendo el estudio del cerebro desde todos los ángulos posibles -molecular, morfológico, fisiológico y genético- todavía no hay respuesta a algunas de las principales preguntas, como por ejemplo ¿Cuál es el substrato neuronal que hace que las personas sean humanas? ¿Qué tiene de especial la neocorteza humana y cómo se diferencia de otras especies? ¿Cómo se altera el cerebro y por qué se produce la esquizofrenia, la enfermedad de Alzheimer o la depresión? ¿Cómo integra el cerebro simultáneamente la información procesada en distintas áreas corticales para producir una percepción unificada, continua y coherente? En Maracaibo, jueves 15 de diciembre del año 2022
1 comentario:
Excelente, cuidare mas de mi Cerebro jejejeje
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