¿Un superzancudo transgénico?
Martín
de Ambrosio, anteayer 23/09/19 informó por internet sobre una investigación reciente de mosquitos transgénicos.
Recordé que en este blog hace poco me referí al mismo tema, (https://bit.ly/2kvaiwA),
así que les contaré como en este otro artículo más reciente, se habló de unos
experimentos que creaban una polémica, al afirmar
que, los mosquitos transgénicos se cruzaron con mosquitos nativos y crearon
otros resistentes a los insecticidas, por lo que la empresa que creó a los
mosquitos acusaba a los investigadores de presentar información falsa y
engañosa. Adicionalmente, algunos científicos independientes, opinaron sobre el
estudio destacando que el mismo hace afirmaciones que no se basan en datos
comprobados.
El estudio publicado en Scientific Reports afirmaba
que los mosquitos modificados genéticamente e introducidos
en Brasil, pasaron sus genes a la población nativa de esos insectos y este
hecho es el centro de la polémica. Según el trabajo, los mosquitos liberados
por una empresa británica generaron mosquitos que “quizás” sean resistentes a
los insecticidas. Ante estas posibles conclusiones, la empresa Oxitec que creó
el mosquito alega que el artículo es “engañoso” y por otra parte, el autor
principal del trabajo asegura que la empresa lo estaría difamando. Frente a
esta polémica, a las pocas horas de la publicación del artículo el pasado 17 de
setiembre, la revista incorporó una nota editorial: “Se alerta a los lectores que las
conclusiones de este documento están sujetas a críticas que están siendo
consideradas por los editores. Otra respuesta editorial seguirá a la resolución
de estos problemas”.
Entre junio de 2013 y setiembre de 2015, el
proyecto fue llevado a cabo en la ciudad de Jacobina (Brasil) y liberó 450.000
ejemplares machos de Aedes aegypti modificados genéticamente. El
experimento e la clonación fue aprobado por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad
de Brasil (CTNBio)
y llevada adelante por investigadores locales y Oxitec. Los mosquitos habían
sido creados a partir de una especie presente en Cuba cruzada con poblaciones
de mosquitos mexicanos. El nuevo linaje de estos mosquitos machos, de origen
Cubano-mexicano se llama OX513A. ¿Será una especie de supermosquito?
Semanalmente durante 27 meses, miles de estos mosquitos fueron liberados en la ciudad para que copularan con las hembras de mosquitos nativos y generaran una descendencia que, debido a la modificación genética de sus padres, muriera antes de llegar a la vida adulta, sin haberse reproducido. Así se buscaba reducir la abundancia del mosquito Aedes aegypti que es vector de enfermedades, como la malaria, fiebre amarilla y encefalitis virales. Ahora, en el estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores afirmaron haber detectado que los mosquitos liberados adquirieron nuevos genes provenientes de los insectos genéticamente modificados, lo que implica que no todos murieron, como se esperaba.
Benjamin Evans, investigador de la Universidad de Yale y uno de los autores del estudio, le informaría a SciDev.Net…“Encontramos marcadores genéticos
de los mosquitos transgénicos liberados en la especie salvaje de Jacobina, algo
que se explica porque los transgénicos produjeron descendencia en condiciones
de madurar y a la vez reproducirse”. El trabajo incluyó varias tomas de
muestras y concluyó que entre 10% y 60% de los mosquitos colectados tenían “algo
de ADN de OX513A en su genoma”. Además, los resultados sugieren que la
nueva población es “tri-híbrida” (es decir, un nuevo linaje surgido entre los
mosquitos de Cuba, de México y ahora de Brasil), que “es genéticamente distinta (…) y
muy probablemente resulte en una población más robusta que la anterior”,
todo esto en relación a la resistencia a insecticidas.
Al conocer esta afirmación, Oxitec reaccionó a través de un comunicado público que asegura que la investigación hace “afirmaciones irresponsables”. Joshua Van Raalte, de la oficina de prensa de Oxitec, dijo a SciDev.Net que el estudio contiene información “inexacta, falsa y engañosa”, y que el artículo está en vías de ser retractado por la editorial Nature Research, que publica la revista. Van Raalte aseguró que: …“los genes autolimitantes (del mosquito transgénico) OX513A de Oxitec han sido probados durante una década y demostraron desaparecer del ambiente. Los datos en este artículo y en otra literatura científica confirman que no se observan híbridos ni apareamientos selectivos”…“Al contrario de lo que dice la hipótesis del trabajo (…), OX513A no es resistente a insecticidas comunes”, continuó Van Raalte, y agregó que “no hay documentados efectos negativos ni de este ni de ningún estudio sobre la tecnología de Oxitec”.
Consultado por SciDev.Net sobre esta polémica, Jeffrey Powell, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Yale (Estados Unidos), dijo que los comentarios de la empresa son “difamatorios”. “En ningún lado decimos que hubo un efecto negativo. Explícitamente decimos que no sabemos cuál es el efecto. En el sumario se indica que no está claro cómo esto puede afectar a la transmisión de enfermedades u otros esfuerzos para su control”.
Pedro Lagerblad, un investigador de la Universidad
Federal de Rio de Janeiro quien no participó en el estudio, fue consultado por SciDev.Net,
y dijo que el artículo presenta conclusiones que no tienen bases objetivas. “Los
datos no indican que hay un traspaso de genes ni que sea una amenaza para la salud pública”, aseguró Lagerbald a SciDev.Net. En su opinión, el estudio tiene
una limitación metodológica pues evaluó el linaje genético del mosquito
liberado solo hasta tres meses después de la liberación, “lo
que aparentemente es insuficiente”. Igualmente comentó: “Los
métodos usados para el control del mosquito actualmente son muy dañinos para la
salud pues los insecticidas son muy tóxicos; necesitamos buscar alternativas de
control más eficientes”.
Cuando en 2013 la CTNBio aprobó el experimento de
usar mosquitos transgénicos hubo voces de ambientalistas preocupados por la
poca información sobre el impacto que podría tener esa prueba. En esa línea
comentó Sylvia Fischer, del Departamento de Ecología, Genética y Evolución de
la Universidad de Buenos Aires,
respecto al estudio de Powell: “El trabajo muestra resultados que nos deben
poner en alerta sobre el uso de alternativas que pueden tener efectos
imprevistos e indeseados sobre el ambiente e incluso sobre el problema que se
trata de resolver”. Fischer contrapone este tipo de soluciones
tecnológicas, -como la de lanzar mosquitos transgénicos-, contra las soluciones
de tipo social, que implican medidas educativas para eliminar al mosquito.
Slavia Fisher dice que si los mosquitos locales
incorporaron genes de los insectos transgénicos,“eso aumenta la diversidad
genética de esa población”, y agregó para SciDev.Net… “Si
bien este estudio no lo demostró, podría tener efectos sobre la transmisión de
enfermedades virales”. La diversidad genética robustece las
posibilidades de supervivencia de las especies. Finalmente, para Benjamín Evans,
aún no se sabe “qué impactos puede tener esta transferencia de material genético en
función del control y transmisión de las enfermedades” y son necesarias
precisiones. “Esto debe funcionar como un recordatorio de que los genes de los
mosquitos pueden cruzarse con los mosquitos locales y debe trabajarse de
antemano para minimizar el riesgo de que el resultado sea peor al esperado”,
precisó para SciDev.Net. La
liberación totalmente segura de los insectos modificados genéticamente en el
medio natural será por el momento un problema de fondo, y hasta que no se logre
saber qué tan eficaz será la capacidad
de las nuevas cepas para agotar la población ordinaria de mosquitos en cada
región.
Recientemente,
ha probado formas de transportar medicinas y muestras médicas en la región
amazónica de Perú y en República Dominicana utilizando drones. WeRobotics, una organización sin fines de lucro
que está probando el método, planea iniciar pronto pruebas de liberación de
mosquitos en América Latina. Pero esta vez el cargamento será de insectos
sensibles que deberán sobrevivir al proceso. Los programas de control de
mosquitos que utilizan insectos estériles a menudo dependen de camiones para
dispersar a los insectos, o de personas que los liberen de mochilas. Ambos son
métodos que consumen tiempo y que no son adecuados para lugares difíciles de
alcanzar.
Rociar
miles de mosquitos estériles refrigerados desde drones especialmente adaptados
podría ser una forma costo-efectiva de reducir el número de insectos y frenar
la propagación del virus de Zika y otras enfermedades transmitidas por
mosquitos, según quienes apoyan esta tecnología. "No tiene sentido liberar
mosquitos que estén muertos o dañados en un 90%; tenemos que asegurarnos de que
la calidad del mosquito sea muy alta para que puedan competir por las hembras",
dijo el fabricante de drones Adam Klaptocz, cofundador de WeRobotics,
con sede en Suiza y Estados Unidos. "El objetivo final es integrar a los drones
en futuras campañas de control de vectores", dijo a Klaptocz a Reuters.
Con
la diseminación aérea, los insectos esterilizados deben enfriarse antes de
empacarlos en el contenedor del dron, que luego los expulsaría en las alturas,
dijo Klaptocz. En el ensayo, los mosquitos serán marcados, atrapados e
inspeccionados para ver cómo les va y qué tan lejos se dispersan, dijo. Los
drones cuestan alrededor de $5.000,00 USD cada uno. Si se liberan con éxito,
los mosquitos machos Aedes aegypti estériles competirían con los
insectos silvestres para reproducirse con las hembras, eventualmente
disminuyendo los números y ayudando a detener la propagación de enfermedades,
incluido el virus de Zika, explicó Klaptocz. El mosquito Aedes aegypti
también transmite dengue, chikungunya y fiebre amarilla, usualmente se
encuentra en áreas urbanas y semiurbanas. Se supones que dos o tres drones
podrían controlar los mosquitos de una ciudad entera, reemplazando a cientos de
camiones y el personal necesario para llevar a cabo la operación.
Maracaibo, sábado 28
de septiembre, 2019.
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