Las Nubes, de Aristófanes
Aristófanes fue un dramaturgo griego que nació y murió en Atenas sobre el 444 a. C. y el 385 a. C. respectivamente. Vivió durante
la Guerra del Peloponeso, época que
coincide con el esplendor del imperio ateniense y su consecuente derrota a
manos de Esparta. Sin embargo, también fue
contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo
IV a. C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas
discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la
Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez
de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva
doctrina filosófica. Especialmente conocida es la animadversión de Aristófanes hacia
Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presentan como un
demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los
jóvenes. El
pensamiento de Aristófanes fue más bien conservador en cuestiones religiosas; se inclinaba hacia
el respeto por los mitos clásicos, por lo que las innovaciones
filosóficas no le agradaban del todo. Por esa razón su comedia se
convierte en sátira, es decir, que es producto de la crítica de ciertos
fenómenos que acontecen en la sociedad de su tiempo.
Aristófanes debutó siendo aún muy joven, en el año 427, con Los convidados; en el 426
presentó Los babilonios,
donde atacaba la política de Cleonte, lo que le valió un proceso. La primera
comedia que dirigió el propio Aristófanes fue Los acarnienses, que es también la más antigua que se
conserva de él. Esta fantasía cómica antimilitarista es de una endiablada jocundidad,
plena de pasajes divertidos. En Los
caballeros, los nobles y ricos jóvenes de la élite conservadora, que
forman parte del coro, atacan duramente al demagogo Cleonte, que aparece
representado en el pícaro esclavo que engaña a su anciano amo. El tema de Las avispas es la manía de los
atenienses por los pleitos y procesos ante los tribunales. Se desarrolla entre
jocosas escenas, como la del proceso casero contra un perro, acusado de haber
robado un queso.
Las ranas narra la historia del
dios Dioniso, desesperado por el estado de los autores de tragedias de Atenas, quien viaja al Hades para traer de vuelta
a Eurípides del mundo de los
muertos.
Las nubes fue representada en las Grandes
Dionisíacas. Aristófanes avanza en
otra dirección, satirizando en la figura de Sócrates a la nueva filosofía y a
los nuevos métodos de educación. La obra debe su nombre al coro integrado por
nubes, creación poética muy compleja de cuyo primer canto se ha dicho, "pertenece
a lo más hermoso de la poesía griega". Aristófanes consideraba que Las nubes era la obra más fina
entre sus comedias. Como ateniense conservador, Aristófanes veía en la sofística un peligro, ya que según la opinión corrompía a la juventud. Así, él
situó a Sócrates dentro
de los sofistas como uno de sus representantes y haciendo converger en él todas
las artes sofísticas (retórica, astronomía, música, etc).
Así nos presenta un Sócrates muy distinto del anciano justo y sabio de la Apología de Platón y de la
de Jenofonte. Si bien en la historia de la filosofía y la tradición siempre han
rechazado la imagen del Sócrates de Aristófanes, en la actualidad esa imagen
del astronomosofista si bien no es aceptada del todo, se le reconoce que algo
de cierto en ella.
Las
nubes tratan de un
padre, Estrepsíades y de su hijo Fidípides, un joven fanático de la
hípica y los caballos, cuya diversión le sale cara a su padre, ya que ha
contraído una serie de deudas. Su padre va directo a la ruina y no tiene interés
en pagarle a los acreedores, para lo cual idea un plan que lo sacará de
problemas: mandará a su hijo a estudiar al “el Pensatorio”, de Sócrates, que es una especie de escuela donde, por
dinero o cosas de valor, Sócrates y su amigo Querefonte
enseñan las diversas disciplinas sofísticas y especialmente el
argumento justo y el argumento injusto que lo sacarán de todas las deudas al
poder ganar los juicios en su contra. Fidípides se niega a ir y termina yendo
Estrepsíades, quien cuando se encuentra con los discípulos de Sócrates y
Querefonte les pregunta lo que hacen y mantiene después un diálogo con uno de
ellos, durante el cual es presentado a Sócrates, que es llamado "él
mismo" y quien está colgando de un cesto observando el cielo. Sócrates le
habla del cielo y le demuestra que Zeus no existe y que las nubes también son
muy importantes, y quien junta las nubes no es Zeus sino “el torbellino".
Después comienza un diálogo entre las Nubes y Estrepsíades y más tarde
reaparece Sócrates que le enseña nuevas cosas, pero Estrepsíades un hombre
viejo y rústico, olvida todo lo que aprende. Las Nubes le dicen que vaya a
buscar a su hijo por ser más joven y guapo. Estrepsíades lo convence para que
aprenda los dos argumentos, en un diálogo donde el hijo sostiene opiniones
antiguas y el padre las opiniones nuevas. Sócrates le dice que este será
enseñado por ambos argumentos, y que ganará el argumento injusto. Fidípides
aprende el argumento injusto y su padre se lo lleva a casa, así cuando llegan
los prestamistas, Estrepsíades no les teme y dice, que no les pagará confiando
en su hijo que ganará gracias al argumento injusto. Luego su hijo, que fue
corrompido, sale persiguiendo al padre para pegarle. Finalmente Estrepsíades
junto a su esclavo tomará venganza y obliga a Sócrates a huir de “el
pensatorio” al incendiarle el local.
Maracaibo, 24 de julio, 2018
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