Las medusas llamadas también aguasmalas, aguasvivas y lágrimas del mar, son animales marinos mejor conocidos como celentéreos y pertenecientes al filo Cnidaria (son); son pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en el extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes, los cnidocitos.
Las medusas parecieron hace unos 500 millones de años en el Cámbrico, y para desplazarse por el agua se impulsan por contracciones rítmicas de todo su cuerpo; toman agua, que se introduce en su cavidad gastrovascular, y la expulsan usándola como "propulsor".
Es importante destacar que existen algunos animalitos marinos que se confunden con las medusas, y son los ctenóforos (del griego ctenos, “peine”, y phoros, “portador”) ellos son (https://tinyurl.com/2p9f5yv9) exclusivamente marinos y se han descrito 166 especies. Son animales diblásticos, que se caracterizan por la presencia de unas células especializadas, los coloblastos, que producen una sustancia pegajosa que es utilizada para capturar sus presas…
Aunque poco conocidos, los ctenóforos son muy abundantes en los mares de todo el mundo constituyendo una elevada proporción de la biomasa del plancton. Algunos tienen apariencia parecida a las medusas, motivo por el cual fueron agrupados con ellas en el antiguo filo de los celentéreos, y otros parecen gusanos aplanados en los fondos oceánicos (formas reptantes). Viven desde la superficie hasta 3000 metros o más de profundidad.
En una ocasión hablamos en este blog (lapesteloca) de “la medusa inmortal” ( https://tinyurl.com/h6x6nsfb ) y es que algunas especies de medusas (aunque las consideren “aguas malas”, de las que con orina se pueden aplacar sus efectos) una vez que llegan a la edad adulta pueden deshacer el camino de sus vidas, regresando, o sea, volviendo a ser jóvenes. En su vuelta atrás, la medusa adulta va empequeñeciendo y cambiando en paralelo la estructura de sus tejidos.
Se observaron unos genes que dejaban de expresarse, es decir, cesaban de generar proteínas y de sus funciones, mientras que otros se activaban. Es el caso del gen GLI3, que interviene en la diferenciación de las células madre pluripotentes en cualquier otro tipo de células. La T. dohrnii tiene el doble de copias de este gen que la T. rubra y todos están activos en el momento de la reversión. Esta inversión del proceso de diferenciación celular se conoce como transdiferenciación y, aparte de lo logrado por los humanos en los laboratorios, es un fenómeno rarísimo en la naturaleza. “La célula vuelve al punto cero”.
El concepto de medusa es tanto taxonómico como morfológico. Muchos cnidarios tienen una alternancia de generaciones, con pólipos sésiles que se reproducen asexualmente y con medusas pelágicas que llevan a cabo la reproducción sexual. Solo los antozoos carecen de forma medusa; las otras tres clases de cnidarios (hidrozoos, escifozoos y cubozoos) poseen forma de pólipo y forma de medusa; dichas medusas presentan características distintivas en las tres clases, de modo que se puede hablar de hidromedusas, escifomedusas y cubomedusas.
A propósito de la “inmortalidad de las medusas” la Turritopsis dohrnii que pertenece a la familia ampliada de las anémonas y los corales es en realidad una pequeña medusa que se puede encontrar desde el Pacífico hasta el Caribe, y en el Mediterráneo. Muchas de las especies de este grupo tienen grandes capacidades de regeneración celular y esta la “Turritopsis dohrnii” en condiciones normales, se divide en cuatro y tras la unión de los gametos masculino y femenino aparece una larva que después se fija en el lecho marino como un pólipo, igual que las anémonas.
Pero mientras estas, las anémonas viven y mueren pegadas a las rocas, los pólipos de esta peculiar protomedusa se liberan como éfiras, (los escifozoos con una fase de pólipo muy reducida) la fase previa a la madurez sexual, que alcanzan ya como medusas. Estas se reproducen de forma sexual y vuelta a empezar, sin embargo, si las condiciones no son normales, si se estresan por alguna amenaza ambiental, se dan la vuelta y tras reproducirse pueden regresar a las fases anteriores, volviendo a ser pólipos.
Al final de mi novela “La Peste Loca” (Maracaibo, 1997), el protagonista ya envejecido regresó a su chinchorro para...volver a ser uno más de los sudorosos moradores de aquel caserío frente al mar, abrazado de sal, un pueblo que estaba circundado por ciénagas infinitas, por manglares inmensos cubiertos de pistias, bora, nenúfares y eneales que se perdían a lo lejos y sus márgenes saladas estaban demarcadas por miríadas de medusas nacaradas y brillantes, como gigantescas perlas. Anémonas rosadas y aguasmalas violáceas con estrías sangrientas que difuminaban sus gelatinosos límites hacia el poniente…
Así finaliza la novela.
Maracaibo, sábado 14 de octubre del año 2023
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