domingo, 30 de noviembre de 2025

La calle Lincoln


Hoy quiero hablar sobre un personaje de la literatura venezolana, que no merece ser olvidado: me refiero a Carlos Noguera (Tinaquillo, Cojedes 1943-Caracas 2005) quien fuera escritor psicólogo y gerente cultural, Premio Nacional de Literatura 2004. Ganador del Concurso de Cuentos del diario El Nacional 1969. Presidente de editorial estatal Monte Ávila Editores (2003-2015). Estudió psicología y fue profesor en pregrado y postgrado de la UCV.

 

En 1971, publicaría su novela Historias de la calle Lincoln, (1971), que para mí personalmente resulto una revelación y me indujo a decidirme por escribir literatura. En 1979 Carlos Noguera publicaría Inventando los días, (1979), luego Juegos bajo la luna, (1994) y en 1973 La flor escrita, (2003).  Carlos Noguera ganaría los premios: Premio Internacional de Novela de Monte Ávila Editores (1971), Premio Bienal de Novela Guillermo Meneses, (UCV-1977), Premio II Bienal Mariano Picón Salas (1993), PremioCONAC de Narrativa (1995), finalista del Premio Rómulo Gallegos (1995 y 2007) y Mención de Honor del Premio Pegassus (1998). Su novela Juegos bajo la luna, fue llevada al cine en el año 2000 por el director mexicano Mauricio Wallerstein. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán y serbio. También publicó ensayos sobre psicología y fue director de la Revista Nacional de Cultura. Falleció en Caracas 2005. 

 

En este blog (lapesteloca) hemos conversado en 2018 sobre su novela de “la calle Lincoln” vista por JR de Sola y de su “prodigiosa alquimia ese mismo año 2018.

Cuando Carmelo Vilda publicara en la Revista SIC (SIC No 341, 1972, pp. 36-37) algunos comentarios sobre la primera novela de Carlos Noguera, tuve yo la suerte de leer la novela de Noguera publicada en 1971, en un ejemplar de su segunda edición de 1991 y recuerdo la emoción de percibir los secretos de la narrativa de aquel autor que ya admiraba por la lectura previa de “Esperando los días”.


En aquello años, para mi iniciáticos en las lides de comenzar a ser reconocido como novelista, nunca imaginé que tres años después de lo que he narrado, aquel maestro de la narrativa que era Carlos Noguera con José Napoleón Oropeza e Israel Centeno le otorgarían a mi novela “Escribir en La Habana” el premio de Narrativa en la Bienal José Rafael Pocaterra del 64 y que precisamente sería Carlos quien aceptaría mi invitación para presentar mi novela ganadora, unos meses después, con los ejemplares de la novela tempranamente editados por la Fundación Gipuzkoa gracias mi gran amigo Eduardo Blasco Olaetxea en Euskadi, hicimos una presentación de la misma, recuerdo con nostalgia que en aquel acto, estuvo mi madre presente y lo hicimos en la librería KuaiMare de Chacao., en Caracas. Fueron gratos e inolvidables recuerdos de hace ya muchos años…

 

Con el título de un artículo escrito por Carlos Noguera el año 1994 en la Revista “Dominios” de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt, plasmaría estas reflexiones que el autor haría, sobre, por qué escribimos, y de cómo todas esas vivencias terminarán por transformarse en una “mágica enfermedad”. Decía Noguera, “Son un propósito imposible, o tarea vana, las interrogaciones del porqué y el cómo, el para qué y el hasta donde se escribe”. Carlos Noguera se ve…  “En la casa de la infancia, y abrir por azar un viejo baúl con olor a trapo enmohecido y a resina”… Allí se tropezaría con un fajo de papeles amarillentos de 25 o 30 años atrás que habían sido escritos por algunos familiares, manos múltiples había versos de amor, de amistad, de reproches y entonces, nos decía Carlos, lo que en aquel momento comprendió… “Presenciaba la epifanía de la fabulación. La alquimia prodigiosa del acto de nombrar, aquellos seres cotidianos y simples, cobraban una portentosa dimensión mítica. El daño estaba hecho. La enfermedad se hallaba allí y también el éxtasis: una maldición doble que intuí, una vez que nos toma, ya no requiere explicación”.

 

Más adelante escribiría Carlos Noguera sobre porque se escribe: “Se escribe, para llegar a entender por qué se escribe. Se escribe porque no se puede no escribir. Se escribe para rozar la frontera de la comprensión propia y del conocimiento ajeno.” “Se escribe para sustituir al mundo que nos ha tocado en suerte y se escribe por juego y por goce”. “Se escribe, por una inmersión inevitable en la muerte y por un insaciado anhelo de totalidad: el asalto a un universo alternativo que al refundirse con el real, borre las fronteras que separan el deseo del éxtasis y nos sobrepongan a la espesa limitación de la vida que nos ha sido dada.”

 

“¿Qué hacer, entonces? ¿Refugiarnos en el silencio, acaso? No. El silencio es lo que no fuimos y lo que no seremos; la palabra, aún en su inquietante opacidad, es el brebajo que nos vuelve cuerpo en el filo del presente”… … “La mágica enfermedad, termina por resultarnos inevadible”. “Vamos a ejercerla, entonces en este solitario centro del universo que cada uno habita, al decir del verso italiano, mientras dure el breve relámpago que nos atraviesa y antes de que, de súbito, la noche acontezca. Porque inevitablemente acontecerá”.

 

El trabajo de Carlos Noguera “La prodigiosa alquimia”, aparecería publicado como “Documentos de la II Bienal Nacional de Literatura Mariano Picón Salas, Mérida, 20 al 25 de septiembre de 1993” en el No 9 de DOMINIOS, dirigido por Miguel Ángel Campos como Vic Rector Académico y Coordinador de Cultura de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”.

 

Me complace traer la memoria de quien fue mi amigo, Carlos Noguera, un gran novelista venezolano; hoy, ya en mis 86 años, recuerdo como bromeaba conmigo sobre la descripción que hacía de las jóvenes mujeres que aparecen en “Escribir en La Habana” en medio de la festiva presentación de los libros recién llegados de Euskadi en el acto de la Librería Kuai Mare en Chacaito. Cest la vie!

 

En Maracaibo el domingo 30 de noviembre del año 2025

 

 

sábado, 29 de noviembre de 2025

Wordsworth, el poeta.


William Wordsworth (1770-1850) fue uno de los más importantes poetas románticos ingleses. Wordsworth, con Samuel Taylor Coleridge, contribuyó a la evolución de la época romántica en la literatura inglesa especialmente por la publicación conjunta de las Baladas líricas en 1798. Esta obra influyó de modo determinante en el paisaje literario del siglo XIXWordsworth fue el poeta laureado de Inglaterra desde 1843 hasta su muerte en 1850.

En una película de Elia Kazan, su título Esplendor en la hierba,  procede de un poema de William Wordsworth quien con Samuel Taylor Coleridge, fueron los exponentes de la época romántica en la literatura inglesa. El poema de Wordsworth, recordado en la película por Natalie Wood es recitado en una clase de literatura, cuando su dolor era más fuerte que su esperanza en la situación que le tocaba vivir en un pueblo donde las tradiciones y las imposiciones de los padres, sacrificaban los sueños de sus jóvenes hijos.

El poema de Wordsworth se denomina: "Ode on Intimations of Immortality from Recollections of Early Childhoody dice así: “Aunque el resplandor que en otro tiempo fue tan brillante hoy esté por siempre oculto a mis miradas. Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba, aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo”.

Después de la muerte de su padre, los Wordsworth quedaron bajo la tutela de sus tíos, y aunque muchos aspectos de su infancia fueron positivos, William Wordsworth recordaba brotes de soledad y ansiedad, y tardaría muchos años en recobrarse de la muerte de sus padres y de la separación de sus hermanos. Comenzó a estudiar en el Saint John's College, de Cambridge en 1787 y en 1790, con su amigo Robert Jones, emprendió un viaje por el continente, llegó a París cuando se celebraba el primer aniversario de la Toma de la Bastilla, y apoyó el movimiento republicano. Después estuvo en Italia. Regresó a Inglaterra y, al año siguiente, se graduó en Cambridge.

El carácter innovador de la poesía de Wordsworth, ambientada en el sugerente paisaje del “distrito de los lagos”, en el norte de Cumberland,  -por lo que Wordsworth, Coleridge y Southey fueron conocidos como “los lakistas” al inspirarse en el paisaje de los lagos-. Los protagonistas de la poesía de Wordsworth, son personajes de humilde extracción, y el tema es la vida cotidiana, y su lenguaje es sencillo e inmediato. En noviembre de 1791, Wordsworth regresó a Francia. Ya en su viaje por Europa con las ideas revolucionarias, repudió la fe cristiana asumiendo el amor libre de los románticos. Ese año Samuel Taylor Coleridge sería un gran poeta y filósofo inglés. 

En 1793, Wordsworth expresó abiertamente sus convicciones políticas alabando la ejecución de Luis XVI de Francia, pero cuando llegó Robespierre “el Reinado del Terror” le apartó del movimiento republicano. En 1793 se publicó la primera poesía de Wordsworth y ese mismo año conoció a Samuel Taylor Coleridge y desarrollarían rápidamente una amistad íntima. Wordsworth y Coleridge produjeron Baladas líricas (1798) sin indicar en esta colección quién era el autor de cada poema.

Dorothy Mae Ann Wordsworth (1771–1855) fue la hermana del poeta romántico William Wordsworth, a quien estuvo muy apegada. Dorothy Wordsworth no se propuso ser escritora, pero es considerada como escritora y poeta inglesa, y sus obras son recopilaciones de cartas, entradas en su diario e historias cortas. A pesar de la temprana muerte de su madre, Dorothy, William y sus tres hermanos tuvieron una infancia feliz. En 1783 su padre murió, y los niños fueron enviados a vivir con varios parientes. Dorothy fue enviada sola a vivir con su tía, Elizabeth Threlkeld en HalifaxWest Yorkshire, pero luego tuvo la posibilidad de reencontrarse con William, primero en Racedown Lodge en Dorset en 1795 y luego (1797 y 1798) en Alfoxton House en Somerset, volviéndose compañeros inseparables. Vivieron en la pobreza; llegando a pedirle ropa en desuso a sus amigos.

En 1797, Wordsworth y su hermana, Dorothy, se trasladaron a Somerset, tan solo a unas millas de la casa de Coleridge en Nether Stowey. 

Wordsworth, Dorothy, y Coleridge viajaron a Alemania. Durante el duro invierno de 1798-1799, Wordsworth y Dorothy vivieron en Goslar, y a pesar de su extrema soledad y estrés, empezó a trabajar en una pieza autobiográfica luego titulada El preludio. En 1799 escribió los cuatro primeros poemas de los cinco agrupados normalmente con el título de Poemas de Lucy dedicados a una mujer muerta en juventud donde expresa su culto a la juventud, a la ingenuidad y el candor, así como la visión panteísta de la naturaleza.

En 1802 se casaría con Mary Hutchinson, amiga de la infancia, de quien Dorothy, que siguió viviendo con ellos, acabó haciéndose íntima amiga. Al año siguiente, Mary dio a luz al primero de sus cinco hijos, John. En 1802 también escribió algunos de sus más famosos sonetos Composed upon Westminster Bridge y I griev’d for Buonaparte with a vain And an unthinking grief.

Con la proclamación de Napoleón como emperador de Francia (1805), el último resto de liberalismo de Wordsworth cayó, y a partir de entonces se identificó a sí mismo como tory. Dos de sus hijos, Thomas y Catherine, murieron en 1812. Al año siguiente, se trasladó a Rydal MountAmbleside donde pasó el resto de su vida, salvo algún viaje esporádico. Su hermana Dorothy padeció una grave enfermedad en 1829, quedando inválida. En la cumbre de su fama y riqueza, fue distinguido con el título de poeta laureado en 1843. Cuando su hija Dora murió en 1847 cesó su producción poética. Murió en Rydal Mount el 23 de abril de 1850.

Maracaibo, sábado 29 de noviembre del año 2025

 

 

viernes, 28 de noviembre de 2025

Dos jóvenes poetas

 

Hace ya muchos años conversando en la patria de Sandino con Vilma Isabel, mi amiga colega nicaragüense le decía maravillado que el alma de Rubén Darío parecía renacer en muchos jóvenes nicas, pues me llamaba la atención como la poesía surgía espontáneamente en ellos, y Vilma sonriente me hacía ver que más que poetas también existían en su país muchos “hijoepuetas” quienes muchas veces aparentaban ser “mansos corderos”.

En el pasado, hace ya cinco años, en 2020 hablaría en este blog (lapesteloca) sobre el filme de Neflix A Storm In the Stars, una película sobre la criatura creada por la pluma de Mary Shelley, mencionada igualmente en varias ocasiones en este blog y recientemente de nuevo en las redes gracias al filme de Guillermo del Toro. Hoy revivo todo aquello de “las aguas mansas”, ante la supuesta búsqueda o los absurdos intentos de creación, casi que, de confección, de jóvenes poetas en un universo de “iliteralidad consumada”.

Pensé que podría ser interesante referirme a la trágica muerte del esposo de la famosa escritora, su marido, el amado poeta Percy Bysshe Shelley y del deseo de ésta, de conservar su corazón, una decisión, que ha valido para que algunos interpretasen la extraña decisión de Mary como un intento de emular a su personaje, el doctor Víctor Frankenstein. 

La existencia intensa y desafortunada del poeta Shelley fue breve, y podría comparase con la de otro joven poeta, Leigh Hunt quien estuvo presente en la exhumación de sus restos mortales de Percy Bysshe Shelley, joven y librepensador, que fue expulsado de la Universidad de Oxford y de su casa paterna y por haber hecho un trabajo adverso a la religión y estuvo obligado a refugiarse en otra patria, no podía vivir en la suya y así le tocó tener que abandonar Inglaterra para instalarse en Italia, afortunadamente en compañía de su inseparable esposa Mary Goodwin y de su gran amigo Lord Bryon. 

El 8 de julio de 1822, cuando costeaba el litoral etrusco entre los puertos de Ligurio y Vía Reggia, una tempestad azotaría la barca donde viajaba el poeta Percy Shelly, acompañado de un adolescente de nombre Eduardo Elliker Williams. Ambos morirían ahogados. Diez días más tarde, los cadáveres fueron encontrados en la costa cercana a Via Reggia. Shelley apareció mutilado y desfigurado y solo pudo ser reconocido gracias a un volumen de poemas de Keats y un tomo de Sófocles que llevaba en los bolsillos. Sus restos fueron enterrados a la orilla del mar y posteriormente serían exhumados e incinerados allí mismo, en presencia de Mary Shelly, Jane Williams, Lord Byron, de Leigh Hunt y pescadores de la zona.

El corazón de Percy Shelly fue conservado primero por Hunt, y luego por Mary Shelly. El poeta Trelawny, compañero y amigo de Byron y de Shelley, estampó sobre la tumba del poeta un verso del libro del poeta muerto, “La Tempestad”“Nada de él se perderá, sino que el mar lo ha de cambiar en algo raro y rico”. En noviembre 2016, en este blog, mostramos una imagen del funeral de Shelly pintado por Louis Edouard Fournier.

He aprovechado este articulo para referirme a otro joven poeta, Leigh Hunt quien estuvo presente en la exhumación de los restos mortales de su amigo Percy Shelly. Leigh Hunt nació en SouthgateLondres, donde sus padres un abogado de Filadelfia, y su madre, la hija de un mercader y una cuáquera devota, se habían visto obligados a mudarse debido a su postura durante la Guerra de la Independencia Americana. En 1813 Leigh era editor con su hermano de un periódico que atacaría  al príncipe de Inglaterra lo que resultó en una sentencia a dos años de cárcel para ambos hermanos: Leigh Hunt fue recluido en Surrey, y entre los visitantes en prisión estuvieron Lord Byron, John Moore, lord Brougham y otros, cuya amistad influenciaría su carrera posterior. El estoicismo de Leigh Hunt en su encarcelamiento atrajo atención y compasión general.

Percy Shelley habría de ser quien le sugirió a Hunt que se fuese a Italia con él y con lord Byron a establecer una revista cuatrimestral, en la cual las opiniones liberales pudiesen ser abogadas con mayor libertad que en Inglaterra. Finalmente, la revista, The Liberal fue publicada, dependiendo casi totalmente de las colaboraciones de Byron.

La trágica muerte de Shelley, ocurrida pocas semanas después de su viaje, destruyó toda posibilidad de éxito para The Liberal. Hunt pasó depender totalmente de Byron, quien no apoyaba la idea de ser el patrón de la gran y problemática familia de Leigh Hunt. Los amigos de Byron también despreciaron a Hunt. The Liberal tuvo unos números más, con contribuciones de Byron y las traducciones de Shelley de Fausto; pero en 1823 Byron partió a Grecia, dejando a Leigh Hunt en Génova donde residió hasta 1825, produciendo Ultra-Crepidarius: a Satire on William Gifford (1823), y su traducción de 1825 de la obra de Francesco Redi Bacco in Toscana. En1825 Hunt regresaría a Inglaterra, y en 1828 publicó Lord Byron and some of his Contemporaries, una obra que idealizó a Byron. 

Años más tarde en 1844 Mary Shelley y su hijo, Percy Florence, al obtener la finca familiar, le otorgaron a Leigh Hunt una anualidad de £120; y en 1847 John Russell le procuró una pensión de £200. Hunt, viviendo con comodidad, publicaría los libros Imagination and Fancy (1844), y Wit and Humour (1846), sobre selecciones de poetas ingleses. Su libro de la poesía pastoral de SiciliaA Jar of Honey from Mount Hybla (1848), también fue exitoso. En 1855 sus poemas narrativos, originales y traducciones, fueron publicados bajo el título Stories in Verse. Leigh Hunt falleció en Putney el 28 de agosto de 1859

En Maracaibo el viernes 28 de noviembre del año 2025

jueves, 27 de noviembre de 2025

Los hermanos Karamazov


Los hermanos Karamazov, la novela escrita por Fiódor Dostoievski en entregas que se publicaron durante dos años, ha sido comparada con la “Divina Comedia” y con “La Ilíada”. El 18 de septiembre del año 2023, Michael Dirda, PhD en literatura comparada (medieval studies and European romanticism) de la Universidad de Cornell, quien es periodista del Washington Post Book World y fue ganador del Premio Pulitzer, y del estudio crítico  "On Conan Doyle," asi como de cinco colecciones de ensayos: “Readings, Bound to Please, Book by Book, Classics for Pleasure y Browsings; Michael Dida en un trabajo publicado en INFOBAE en 2023  preguntaba: ¿Por qué “Los hermanos Karamazov” es “la cumbre suprema de toda la literatura” y no es un fastidio leerla aunque tenga 900 páginas?

La pregunta no significa que esta obra maestra de Fiódor Dostoievski esté libre de críticas. León Tolstoi garabateó en su diario que “los diálogos de Dostoievski son imposibles y completamente antinaturales (...) Me sorprendió su dejadez, su artificialidad, su calidad fabricada... tan torpes... totalmente antiartísticos”. Antón Chéjov calificó la novela de “buena pero pretenciosa. Vladimir Nabokov se limitó a tildar prácticamente todo lo que escribía Dostoievski de “poshlost”, vulgar, periodístico barato, kitsch de segunda categoría. Nadie puede negar que Los hermanos Karamazov puede ser prolijo y repetitivo, en parte porque inicialmente apareció a lo largo de dos años como una revista por entregas. Sin embargo, también es tan apasionante y pesadillesco como un thriller psicológico moderno o el cine negro.

La trama básica se puede resumir en el libertino y venal Fiódor Karamázov quien tiene tres hijos: el sensualista y conmovedor Dimitri, el intelectual y ateo Iván, y el gentil y espiritual Aliosha. Cuando Dimitri se enamora de la terrenal Grushenka, su rica y bella prometida Katerina se niega a dejarlo, en gran parte por vanidad, a pesar de que ha llegado a amar y ser amada por Iván. Mientras tanto, el padre Karamazov babea por Grushenka y le promete 3.000 rublos a cambio de sus favores. Enloquecido por los celos, Dimitri acaba por agredir a su padre durante una reunión familiar, amenazando incluso con matar al anciano. Observándolo todo, el silencioso y taciturno Iván parece desdeñar todo y a todos, incluido a sí mismo.

Alyosha, de 19 años, actúa como mediador y confesor de todas las personas con problemas de esta ciudad de provincias, en parte porque este muchacho de carácter dulce -Somerset Maugham lo consideraba quizá la criatura más atractiva de toda la ficción- posee un corazón indulgente y comprensivo. Cuando comienza la novela, Alyosha ha estado viviendo en un monasterio cercano como discípulo del santo y profundamente humano monje Zosima, que predica que nunca se deben decir mentiras, especialmente a uno mismo, y que cada individuo es responsable de todos los demás en la Tierra.

Aunque eclipsado por el tempestuoso Dimitri y el carismático Iván, Alyosha fue concebido en realidad como el eje principal de Los hermanos Karamazov. De hecho, se supone que toda la novela no es más que el preámbulo de un futuro relato, nunca escrito, de su vida posterior. Desgraciadamente, Dostoievski –(todos cuyos personajes principales encarnan claramente aspectos de su propia personalidad extremista)- murió en 1881, poco después de terminar esta suma de sus temas y obsesiones más profundamente sentidas. Tenía 59 años. Se dice que cuarenta mil personas asistieron a su cortejo fúnebre.

La trama de suspense de la novela se desarrolla en zigzag, alternando los capítulos entre los tres hermanos, mientras un narrador anónimo relata sus movimientos y acciones en los días, y luego en las horas, que preceden al asesinato de Fiódor Karamázov. Como Dostoievski aprendió gran parte de su arte de los romances góticos y de esas “horribles novelas” adopta muchos de sus elementos más sensacionales.

Nos enteramos de que Fiódor pudo haber engendrado un hijo ilegítimo, llamado Smerdyakov, que ahora es su sirviente untuosamente obediente; de que Grushenka sufrió abusos sexuales por parte de un hombre mucho mayor que ella cuando sólo tenía 17 años; y de que Katerina planeaba sacrificar su virtud para salvar a su padre de una desgracia financiera. Mientras tanto, un frágil niño muere lentamente de tisis, surgen dudas sobre la santidad de Zosima y la fe de Alyosha se tambalea. Incluso hay una orgiástica bacanal y un dramático final en los tribunales.

Al igual que otras novelas de Dostoievski, Los hermanos Karamazov presenta las almas de sus principales personajes como campos de batalla ideológicos entre la fe y la razón, contraponiendo la espiritualidad rusa y el cristianismo desinteresado representados por Zosima, al socialismo, el nihilismo y el racionalismo de Occidente. Como cristiano rusófilo conservador, Dostoievski esperaba que su novela fuera una teodicea, una justificación de los caminos de Dios ante el hombre, pero como artista da igual peso a la visión atea y empirista del mundo.

Los hermanos Karamazov  la famosa novela de Dostoievski se puede resumir así:

Dimitri, el mayor; Iván, el segundo, y Aleksiey Fiodorovich (Alioscha), el último, son los tres hijos protagonistas del drama en la casa de Fyodor Paulovich, un padre vicioso que jamás se ocupó de ellos pese al amor que supuestamente les tenía. Iván y Alioscha son hijos del segundo matrimonio de Fyodor Paulovich Karamazov. Su primera mujer, Adelaida Mivsolva, sólo le dio un hijo antes de morir: Dimitri. Skotoprigonyevsk, la pequeña ciudad donde viven, ha sido testigo de los desmanes de Dimitri, el primogénito, fuerte, violento, camorrista y borracho; un hombre corpulento pero con sentimientos nobles. Iván, el segundo de los Karamazov, es un intelectual austero, silencioso, de sentimientos contenidos, cínico y calculador. Alioscha, el menor, es reservado y cándido, naturalmente casto y de espíritu sensible que se ofende ante la vulgaridad. Cada hermano Karamazov pareciera encarnar una tendencia donde Dimitri es la Rusia del pasado; Iván la Rusia occidentalizada, y Alioscha el utópico futuro de Rusia quizás por el cual el mismo autor aspira.

Dimitri cuenta 29 años y se acaba de retirar como oficial del ejército; Iván es un estudiante de 28 años y Alioscha de 19 años ha decidido dedicar sui vida a la religión y está en un convento. Dimitri e Iván guardan un profundo rencor hacia su padre, un terrateniente corrupto. Ambos justifican sus sentimientos y el secreto deseo de verlo muerto. Alioscha, lo trata con distancia des de los preceptos que la religión le impone. Dimitri arde en dos amores por Katerina Ivanovna, hija de un militar, y Gruschenka, mujer humilde pero atractiva y exuberante, tras cuyos favores está también Fiodor Paulovich, su padre. Usando el chantaje, Dimitri consigue comprometerse con Katerina Ivanovna, quién en verdad está enamorada de Iván y él le corresponde. No obstante, el primogénito continúa obsesionado por Gruschenka, hasta que los dos hermanos terminan por descubrirse finalmente el doble juego. Hay un cuarto hermano Karamazov que se desliza torpemente por todos los rincones de la casa, que limpia y sirve sin chistar a su padre e incluso a los muchachos; se trata de Smerdiakov, hijo natural del viejo Fyodor Paulovich y una retrasada mental a la que siguiendo sus bajos instintos, violó una noche. Fruto de la agresión y el desprecio, Smerdiakov, nace demente como su madre, relegada por Karamazov al servicio doméstico. Será este cuarto Karamazov, Smerdiakov, quien cometerá el asesinato de su padre, pero el autor intelectual del parricidio será Iván, quien va a confundir y envolver más la atrofiada mente del pobre hermano loco. Todas las sospechas del asesinato de Fyodor Paulovich Karamazov recaen sobre Dimitri quién no disimula ante nadie el odio que sentía hacia su padre. Además las circunstancias lo acusan, ya que la noche del crimen ingresó furtivamente a la casa de su padre buscando descubrir a Gruschenka en sus brazos, hecho que no ocurriría. Dimitri es acusado y detenido. Smerdiakov le confiesa a Iván su culpa y se suicida sin que el asesinato se descubra. Iván calla y Dimitri es condenado a perpetuidad en Liberia a donde Gruschenka lo acompañará a purgar su pena de trabajos forzados. La narración se detiene en ese momento, dejando en suspenso el desenlace de la vida de los hermanos Karamazov.

 

Los hermanos Karamázov es también el título de una película basada en la novela homónima de Fiódor Dostoyevski, dirigida por Richard Brooks, con guion escrito por Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y el propio Brooks. Distribuida por la Metro-Goldwyn-Mayer, fue estrenada en febrero de 1958. Los hermanos son interpretados por Yul BrynnerRichard Basehart y William Shatner. Por su parte, Lee J. Cobb fue uno de los cinco nominados al Óscar como mejor actor de reparto en la 31.ª ceremonia de los Premios Óscar por su papel como Fyodor Karamazov. En 1958, la película fue nominada al Oscar, como Mejor actor de reparto para Lee J. Cobb.- Por el Sindicato de Directores (DGA): fue nominada a Mejor director. En el Festival de Cannes de ese año 1958, fue nominada a la Palma de Oro (como mejor película)- Tambien en 1958, el National Board of Review: la considero en el “Top 10” entre mejores películas.

 

La adaptación al cine de la novela del escritor Fiodor Dostoievski, más conocida es la protagonizada por Yul Brynner y Maria Schell, y dirigida por Richard Brooks. El film, rodado bajo los auspicios de la Metro, fue planteado como una producción con cierto toque de melodrama.  El filme, Los hermanos Karamazov' pertenece a la época en que Brooks estuvo ligado a esa productora y era la propia Metro la que decidía el reparto y gran parte del equipo técnico. Pese a ello, la película tuvo un importante éxito, en parte por la presencia de un Yul Brynner que, en aquellos momentos, vivía su momento de máximo esplendor como actor.

 

Maracaibo, jueves 27 de noviembre del año 2025

miércoles, 26 de noviembre de 2025

El Horla, de Maupassant.

El Horla tiene su origen en un cuento de Maupassant, Carta de un loco, publicado bajo el seudónimo de Maufrigneuse, en 1885 en el diario Le Gil Blas, donde desarrolla la misma historia, sin que se mencione el nombre de “Horla”. En la segunda versión, que es la más conocida, adopta la forma de un diario personal y  promueve aún más la identificación con el narrador. El Horla tiene la particularidad de ser la primera obra de ficción que presenta la evolución de un trastorno mental. "El Horla" es considerado uno de los mejores relatos de todos los tiempos, donde el protagonista es sobresaltado en las noches por un extraño ser invisible que llega a perturbarlo, hasta conducirlo a la locura.

La voz "Horla" es intraducible, pero sin duda, Maupassant alude a la presencia de un "otro", un ente ajeno a uno mismo. Se ha pretendido ver en este cuento, desde su primera publicación, las manifestaciones de la neurolúes que afectó a Maupassant y que fue su causa de muerte. Sin embargo, hay una primera versión de este relato que data de 1886, 7 años antes de su muerte y es improbable que lo haya escrito ya enfermo y que sobreviviera 7 años más sin terapia afectado por una parálisis general lúetica... En esa época sin tratamiento, un paciente con neurolúes no sobrevivía más de 3 o 4 años. Lo cierto es que desde su primer cuento de 1876, "La mano disecada" Maupassant manifestó interés por lo sobrenatural y la locura.

Maupassant tomaría entonces los elementos principales de Carta de un loco para escribir otras dos versiones de la historia bajo el título El Horla. La primera versión se publicó en 1886 también en Le Gil Blas. La segunda versión, más conocida y más extensa, apareció en 1887 en una colección de cuentos del mismo nombre. Hay tres versiones del cuento aparecen en tres formas literarias diferentes: Carta de un loco, como su título indica, es una carta ficticia, como primera versión de El Horla es una narración enmarcada y la segunda versión toma la forma de un diario personal inacabado que hace temer que su dueño haya caído en la locura o se haya suicidado. La escritura de El Horla coincide con los inicios de la locura de Maupassant, cada vez más víctima de alucinaciones y de doble personalidad a causa de la sífilis que contrajo. También intentó suicidarse en 1892.

Carta de un loco narra la confesión de un hombre que duda de su razón y que expone su estado a su médico. El hombre describe los sentidos después de leer una colección de textos, lo que le molestó mucho y por eso empezó a preguntarse por la realidad, a dudar de sus sentidos. ¿Y si el humano fuera solo un ser imperfecto, si el pequeño fuera solo lo que el ojo puede ver y el gigante el reflejo de nuestros límites? El hombre cuestiona el juicio de lo Conocido de la Realidad. Porque la Realidad depende enteramente de nuestros sentidos y por tanto es falsa porque nuestros sentidos son limitados. El hombre entonces se pregunta si puede ver lo Invisible… y termina viéndolo. Sus primeras palabras son: Vivía yo como todo el mundo, mirando la vida con los ojos abiertos y ciegos del hombre, sin sorprenderme ni comprender. Vivía como viven las bestias, como vivimos todos, cumpliendo todas las funciones de la existencia, analizando y creyendo ver, creyendo saber, creyendo conocer lo que me rodea, cuando un día me di cuenta de que todo es falso.

En primera persona y a modo de diario personal, el relato cuenta la historia de un hombre rico que vive en una mansión al borde el Sena, quien relata cómo empieza a sentirse perturbado: un día se siente plácidamente feliz y al otro, todo lo contrario, cansado y sin poder si quiera moverse. Algo se lo impide, algo lo horroriza, algo se apodera de él. Una presencia invisible que le roba las energías, que se sienta sobre su pecho por las noches y bebe lo que deja en la mesa de luz. Ese algo, ese ser es al que nombra el Horla. ¿Descubre a una criatura secreta, o se trata simplemente de la locura? Se dice que entre los vampiros existen algunos que no solo buscan con deseo la sangre, sino también la energía humana. Son los que se alimentan de la fuerza vital de las almas. Maupassant explica esto a través del personaje principal, acechado por ese ser invisible al cual atribuye la culpa de sus diabólicas noches y sus incesantes pesadillas. Analizándolo desde otra perspectiva podríamos estar hablando de la demencia, de la alucinación.

El doctor Marrande, un alienista, invita a unos compañeros a escuchar el testimonio de uno de sus pacientes en un hogar para enfermos mentales. El paciente relata varios hechos que le sucedieron y para los que sólo encuentra una explicación: ha llegado un nuevo ser, al que él mismo bautizó "el Horla", y tiene los medios para dominar a la humanidad. En su informe final, el doctor no puede juzgar si el paciente o él mismo están locos, o si el Horla es real. La palabra “Horla” en sí no es francesa sino un neologismo creado por Maupassant. Podría estar compuesto tanto por la expresión en francés hors-la-loi (“fuera de la ley”, en el sentido de bandolero) como por la palabra normanda “horsain” que significa “extranjero”. La traductora estadounidense Charlotte Mandell (1968), traductora de El Horla para la editorial Melville House, sugiere en un epílogo que la palabra "horla" es un acrónimo de las palabras francesas hors ("afuera") y  ("allí") y que "el horla" suena como "El forastero, el exterior, el que está afuera", y puede interpretarse transliteralmente como "lo que hay ahí afuera". Así, se crea un oxímoron destinado a resaltar tanto la anormalidad de esta criatura como su presencia.

En una segunda versión: la historia se desarrolla en la casa de campo del narrador, cerca de Ruán, a orillas del Sena, en donde pasa el tiempo descansando en el jardín, viendo los enormes barcos navegar, y en París a donde viaja para distraerse un poco de sus aflicciones y visitar a su familia.  En forma de diario personal, el narrador, un hombre burgués, soltero y de clase alta, transmite sus pensamientos inquietantes y sus sentimientos de angustia. Esta angustia ocurre durante cuatro días después de que ve una "soberbia corbeta brasileña" e impulsivamente la saluda porque le agradó a la vista. A su alrededor, siente la presencia de un ser al que llama "Horla". El tormento que provoca el Horla se manifiesta primero físicamente: el narrador se queja de que sufre de "una fiebre atroz" y de que le cuesta dormir. Se despierta de las pesadillas con la escalofriante sensación de que alguien lo está mirando y "se arrodilla sobre mi pecho", dice. Cada noche, mientras duerme, esta presencia lo invade y bebe su vida. El narrador decide irse por unos días al monte Saint-Michel y regresa a casa aparentemente curado. Sin embargo, a los pocos días los síntomas y miedos regresan, y siente que algo lo rodea y lo controla.

El Narrador es ahora un joven de clase alta que pasa su tiempo entre su casa de campo y Paris. Es soltero y vive solo con sus criados. Nunca tuvo amigos. El relato deja abierto si el Horla es real o una alucinación, o si se quita la vida. El Horla es una criatura invisible a simple vista, sin embargo, su cuerpo no parece totalmente inexistente porque puede mover objetos (como las páginas de un libro o una rosa), beber agua o leche, y nubla el reflejo del narrador en el espejo. Tiene una consistencia material, pero nadie puede determinar su forma. También parece ser capaz de hablar, ya que, según el narrador, la criatura le ha dicho su nombre. El aspecto fantástico de esta historia surge de la duda creada entre los lectores sobre la demencia del narrador o la realidad de los hechos que relata.

El propio Maupassant tenía la impresión de verse fuera de sí mismo o de ser un extraño para la persona que veía en el espejo. La conclusión, que evoca el suicidio como solución, puede verse como un reflejo del sentimiento del autor de no ver más una salida. El Horla es la culminación de una serie de cuentos que hacen referencia a un sentimiento de doble y luego a un ser monstruoso o sobrenatural.

A lo largo de todo este cuento, la cordura del narrador, o sus sentimientos de alienación, se ponen en duda a medida que el Horla domina progresivamente sus pensamientos. El propio narrador después de haber encontrado su vaso de agua vacío, a pesar de no haber bebido de él, cuestiona su cordura y exclama "¿Habré perdido la razón?" El narrador viaja a París en los días anteriores y posteriores a la Fiesta Nacional de Francia y visita a su prima, quien es sometida a una sesión de hipnotismo. Más tarde, al volver a casa, decide que, en realidad, no se está volviendo loco, ya que es plenamente "consciente" de “su estado"; y que, efectivamente, podría "analizarlo con la más completa lucidez". La presencia del Horla se vuelve cada vez más intolerable para el protagonista, ya que está "observándolo... mirándolo... [y] dominándolo".

El narrador empieza a cuestionar su propia cordura y el tiempo pasa hasta que un día, en el periódico, encuentra una noticia sobre los habitantes de Sao PauloBrasil, quienes han huido de sus casas lamentando el hecho de que "[son] perseguidos, poseídos, gobernados como un rebaño humano por... una especie de vampiros, que se alimentan con sus vidas durante el sueño... y beben agua". El narrador pronto se da cuenta de que el Horla estaba a bordo de la corbeta brasileña que había saludado previamente, invitando inconscientemente al ser sobrenatural a bordo del barco a rondar su casa. En la segunda versión, el narrador entiende, a partir de un artículo científico, que la criatura apareció por primera vez en Brasil, donde es considerada un "vampiro espectral", antes de abordar un barco para llegar a Francia. El Horla, como un súcubo, se alimenta de su presa mientras duerme y devora su cordura provocándole pesadillas. El narrador lo considera el máximo depredador del hombre, capaz de existir entre lo tangible y lo invisible. A través de ataques repetidos, se vuelve capaz de tomar el control de su presa mediante la influencia, en particular para disuadirla de huir. Así, el narrador se hunde poco a poco en la locura, se siente tan "perdido" y "poseído" hasta el punto de que está dispuesto a matar al Horla y toma medidas cada vez más drásticas para lograrlo y llega a decidir que no puede seguir viviendo mientras la criatura esté cerca. El narrador atrapa al Horla en una habitación y prende fuego a la casa, pero se olvida de sus sirvientes, que mueren en el incendio. En las últimas líneas del relato, ante la persistencia de la presencia de Horla, concluye que el suicidio es su única liberación.

Maupassant renovó el tema del doble, presente en la literatura fantástica desde Hoffmann, utilizando las últimas reflexiones científicas y médicas de moda, en particular la hipnosis y los trabajos sobre la histeria de Jean-Martin Charcot en el Salpêtrière. La investigadora Marie-Neige Cordonnier afirma que Maupassant, como Zola y otros autores, asistió a las demostraciones del profesor Charcot. ​ Sin embargo, no se debe exagerar el impacto de Charcot en la obra de Maupassant, sobre todo porque las relaciones documentadas entre el escritor y el neurólogo siguen siendo imprecisas. Maupassant, en la segunda versión de El Horla, cita dos veces el nombre de Mesmer, así como la Escuela de Nancy (École de Nancy), pionera entonces en el campo de la psicoterapia basada en la hipnosis, en competencia con la obra de Charcot.

Algo que debería ser visible y tangible se presenta fuera del campo de la percepción, afectando la conducta del narrador–protagonista, conduciéndolo a la locura. Lo siniestro está representado por el doble, der Doppelgänger.  El origen de esta figura de alteridad puede rastrearse en las sagas germano-escandinavas, tanto en la tradición pagana como en la cristiana. No obstante, en la modernidad lo veremos resurgir con nuevas; el doble es un monstruo, una figura siniestra que adquiere distintas formas: Dr. Jekyll y Mr. HydeFrankenstein o el moderno Prometeo, o El retrato de Dorian Gray.

Maracaibo, el miércoles 26 de noviembre del año 2025