Élie Metchnikoff (nació el 16 de mayo de 1845, cerca de Járkov, en
Ucrania bajo
el Imperio ruso y
falleció el 16 de julio de 1916, en París ,
Francia). Élie
fue un zoólogo y microbiólogo quien recibió (junto con Paul Ehrlich)
el Premio Nobel de
Fisiología y Medicina de 1908 por su descubrimiento en animales de células
similares a amebas que engullen cuerpos extraños como bacterias, un fenómeno
conocido como fagocitosis que
es parte fundamental de la respuesta inmune.
Metchnikoff
se licenció en la
Universidad de Járkov en 1864 y completó su doctorado en la Universidad de San
Petersburgo (1868). Fue profesor de zoología y anatomía
comparada en la Universidad de Odesa (1870-1882). En Messina, Italia
(1882-1886), mientras estudiaba el origen de los órganos digestivos en larvas de estrellas de mar bipinnarias,
observó ciertas células no relacionadas con la digestión que rodeaban y
engullían partículas y astillas de tinte carmín que había introducido en los
cuerpos de las larvas. Él denominó a estas células, los fagocitos (del
griego que significa “células devoradoras”) y denominó el proceso fagocitosis.
Personalmente, yo guardo un recuerdo imborrable
de la oportunidad cuando escuché al Dr Rui Pérez Tamayo hablar de lo que él
llamó “el experimento más romántico de la
Medicina”, cuando Elías Metchnikoff a orillas del Mar Negro, con la espina
de una rosa clavada en una transparente estrella de mar vislumbraría hasta
donde habrían de llegar las fronteras de la inmunología. También ya hablamos de
él, de Metchnikoff en este blog (https://surl.li/eelkci ).
La
lectura de El origen de las especies de Charles
Darwin le produjo a Élie, un fuerte impacto en su concepto científico de la
naturaleza. Estudió en las universidades de Járkov
y Wurzburgo.
Luego llegó a la microbiología, donde descubrió procesos como
la fagocitosis,
inicialmente en medusas, esponjas y estrellas de mar. En 1870 fue nombrado
Profesor de Zoología de la Universidad de Odesa, cargo que dejó en
1882 para dedicarse a investigar en bacteriología y patología.
Tras dirigir el Instituto Bacteriológico de Odesa entre 1886 y
1888, se trasladó al Instituto
Pasteur de París,
en Francia donde ayudado y patrocinado por Luis Pasteur
fue nombrado subdirector en 1895.
Trabajando
en el Instituto Bacteriológico de Odessa (1886-1887) y en el Instituto Pasteur
de París (1888-1916), Metchnikoff contribuyó a muchos descubrimientos
importantes sobre la respuesta
inmune. Quizás su logro más notable fue su reconocimiento de que
el fagocito es
la primera línea de defensa contra la infección aguda en la mayoría de los
animales, incluidos los humanos, cuyos fagocitos son un tipo de leucocito o
glóbulo blanco.
El trabajo
de Metchnikoff (1892), formó la base de la teoría celular (fagocítica) de la
inmunidad, que constituyó una hipótesis que
engendró mucha oposición, particularmente de los científicos que afirmaban que
solo los fluidos corporales y las sustancias solubles en la sangre
(anticuerpos), y no las células, destruían a los microorganismos invasores (la
teoría humoral de la inmunidad). Aunque la teoría humoral dominó durante los
siguientes 50 años, en la década de 1940 los científicos comenzaron a reexaminar
el papel que desempeñan las células en la lucha contra las infecciones y finalmente,
la teoría de la inmunidad celular de Metchnikoff fue reivindicada cuando
los aspectos de ambas escuelas de pensamiento se integraron en
la comprensión moderna de la inmunidad.
Metchnikoff
dedicó la última década de su vida a investigar formas de aumentar la
longevidad humana y a abogar por el consumo de
bacterias productoras de ácido láctico. Escribió Leçons sur la pathologie comparée de l'inflammation (1892); L'Immunité dans les maladies infectieuses (1901);
y Études sur la Nature humaine (1903);
Trabajando en el Instituto Bacteriológico de Odessa (1886-1887) y en el
Instituto Pasteur de París (1888-1916), Metchnikoff contribuyó a muchos
descubrimientos importantes sobre la respuesta
inmune.
Quizás
su logro más notable fue su reconocimiento del fagocito como
primera línea de defensa contra la infección aguda en la
mayoría de los animales, incluidos los humanos, cuyos fagocitos son leucocitos o
glóbulos blancos. Este trabajo formó la base de la teoría celular (fagocítica)
de la inmunidad de Metchnikoff (1892), hipótesis que
engendró mucha oposición, particularmente de los científicos que afirmaban que
solo los fluidos corporales y las sustancias solubles en la sangre
(anticuerpos), y no las células, destruían a los microorganismos invasores. La
teoría humoral dominó durante los siguientes 50 años, pero en la década de 1940
los científicos comenzaron a reexaminar el papel que desempeñan las células en
la lucha contra las infecciones hasta que la teoría de la inmunidad celular de
Metchnikoff fue reivindicada cuando
ambas escuelas de pensamiento se integraron en
la comprensión moderna de la inmunidad.
Metchnikoff fue el
introductor del empleo de los fermentos lácticos en terapéutica para modificar
la fermentación pútrida en el intestino. Creyó haber encontrado en los
microbios de la leche ácida -el yogur-la solución al
problema del envejecimiento. Tuvo siempre un respeto reverencial por la muerte
y por eso creó disciplinas científicas como la gerontología
(ciencia la vejez) y la tanatología (ciencia
de la muerte). Creyó que la muerte estaba vinculada, en cierta forma, con la sífilis y
buscó, junto con Emile Roux, una cura, descubriendo el ungüento
gris a base de calomelanos.
En 1911 el Instituto Pasteur financió una expedición para estudiar la
tuberculosis en las tribus de la estepa de Kalmuk, al sur de Rusia. También
estudiaron la peste endémica en las estepas de Kirghiz. Después de la
expedición Metchnikoff regresó al Instituto para seguir trabajando sobre la
flora intestinal. A partir de 1913 comenzó a sufrir fallos cardíacos y en 1915
se celebró su jubilación. En noviembre de 1916 se resfrió, fue empeorando y
volvió a sufrir ataques cardíacos. Murió el 15 de diciembre.
Maracaibo, martes 3 de junio del
año 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario