domingo, 1 de junio de 2025

La conciencia


Hace 542 millones de años, durante la llamada “explosión cámbrica”, los gigantescos mares del precámbrico se transformarían en tupidas selvas donde se iban a mover depredadores cazadores y multitud de seres atrapados y digeridos por otros más fuertes, donde algunos como los espongiarios terminarían por perder sus células nerviosas y regresar a un estado vegetativo inerte, mientras otras especies iban a generar cambios sensoriales y hasta llegarían a adquirir memoria…

En el siglo XIX, Santiago Ramón y Cajal examinó el sistema nervioso de muchos animales vertebrados e invertebrados para terminar dibujando el mapa neuronal del cerebro humano cuando ya en Inglaterra Charles Sherrington había acuñado la palabra “sinapsis” y demostrado que estas podían ser excitadores e inhibidoras… No obstante, desde 1885 George John Romanes se había interesado por conocer sobre el comportamiento de las medusas…Todo esto ya dicho hasta este momento, podría llevarles a interrogarse… ¿Para dónde va este tipo? O en maracucho… ¿Cómo es la jaiba?

Pero es que, recuerden que ya en el siglo XIX, Élie Metchnikoff (ver) se iba a estudiar las estrellas de mar para descubrir dentro de ellas unas células amiboideas que servían para defenderlas… Sobre esto, nos habló una vez el doctor Rui Pérez Tamayo en el Colegio de Médicos del Zulia el año 1971cuando invitado a Maracaibo, charlaría sobre la investigación, el elefante, la Echerichia Coli y nos contaría de Élie Metchnikoff.

La historia nos dice cómo fue que Élie, en el año 1882, había tenido que hacerse responsable de su familia, y se fue a vivir con su mujer y las hermanas de ella a Messina, mientras continuaba con sus estudios sobre la fauna marina y el desarrollo filogenético del sistema digestivo de algunos invertebrados. Metchnikoff sería el primero en comprender el fenómeno de la fagocitosis como mecanismo de defensa de los organismos frente a los microbios observando una espina de una rosa clavada en una transparente estrella de mar. 

Había pues otros investigadores como Charles Darwin y George John Romanes (ver) quienes eran amigos en su juventud y también se interesaban en el comportamiento de las medusas y las estrellas de mar. Ramones había publicado en 1885 un libro “Jelly Fisch, Star Fish y Sea Urchins”, con fantásticos dibujos que mostraban las células nerviosas dentro de las medusas y de las estrellas de mar.

Esto vale para las medusas, pero es que las plantas, así como los animales y los hongos, también habían tomado un curso diferente en su evolución y ya Darwin había demostrado que las plantas llamadas “carnívoras” utilizaban la corriente eléctrica para moverse y para capturar insectos. Aprenderíamos como, la electricidad fluye en las plantas con mayor rapidez, -a 24 metros por segundo- según lo demostraría Hermann von Helmholtz en 1852. Estos flujos de iones y la generación de corriente, son cambios electroquímicos que entran y salen de las células a través de poros o canales moleculares, y están todos codificados en el genoma de las plantas, que de paso les informo que a menudo resulta ser mucho más grande que el de los humanos.

Ya Darwin y luego Romanes habían buscado signos de “conciencia” en animales tan primitivos como las medusas. Hebert Spencer Jemmings un estudioso de los protozoarios, demostró en 1906 como los paramecios eran capaces de comportarse como si pudieran “pensar”; de manera que, si regresamos a don Santiago Ramón y Cajal quien antes de su detallado estudio de la trama neuronal de nuestro cerebro, había examinado insectos, crustáceos y cefalópodos comenzando el pasado siglo XX quizás nunca imaginaría ver algo como la Aplysia.

Es que en la década de los 60 del mismo siglo XX de Cajal, ya Eric Kandel (ver) se interesaría en un caracol marino gigantesco llamado Aplysia que también es conocido como “la babosa marina borracha”, un molusco gasterópodo de la familia Aplysiidae  (Aplysia californica) que mostramos en una impresionante imagen aquí (ver) esta especie también conocida como liebre de mar y gracias a la misma fue que el Premio Nobel de Medicina del 2002 se le otorgó a el Dr. Eric Kandel, por sus estudios sobre esta especie en el área de aprendizaje y la memoria.

Sobre el tema de la increíble capacidad de los cefalópodos  (https://bit.ly/32PcrJ2) y de su sistema nervioso ya hemos hablado (https://tinyurl.com/358ym8m9) en este blog varias veces.

Hoy espero hayan disfrutado sobre estos comentarios alrededor de las capacidades de los seres vivos con gran cantidad de información que han sido revisados leyendo El río de la conciencia (Anagrama 2019) por su autor el brillante y polifacético Oliver Sachs (1933-2015) (https://surl.li/xribrs ).

En Maracaibo el día sábado 1 de junio del año 2025

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