martes, 28 de mayo de 2024

Sarita y los ratones


Siempre hay que “volver a que “Sarita” y en diversas ocasiones hemos en este blog lapesteloca enfatizado la existencia de esta “taguara” en el vecindario del hotel Kristoff de Maracaibo, así como también hablamos de la importancia de la re-lectura… Para quienes están fuera de este país y puedan acceder a la novela “Ratones desnudos” les cuento que, ahora es posible hacerlo a través de la plataforma de Amazon, aunque se perciba esta nota como una especie de “aviso publicitario”, al fin y al cabo, tener que hacerlo “una vez al año-no hace daño”.

Uno puede o debe siempre recordar que ( https://bit.ly/3yexQsO ) ... “en las novelas, lo que es verdad es también mentira. Los autores construyen a la noche los mismos mitos que han destruido por la mañana” Esto lo he comentado antes, pero quien lo dijo fue Tomás Eloy Martínez en su novela “Santa Evita”, aunque también he usado en ocasiones su frase como epígrafe, pues creo que encierra una gran verdad.


La importancia de regresar a releer; en este caso puede ser acercándonos a la taguara maracaibera “Sarita”, si no lo hace usted personalmente, todavía existe a un par de cuadras “detrás del Kristoff y una cuadra de Cecilio Acosta”, al menos puede lograrlo en con la relectura de la novela “Ratones desnudos”.

También se pueden re-leer en este blog lapesteloca (https://tinyurl.com/2ektjdb9) aunque sea a retazos, diversas historias alrededor de las aventuras que han conllevado a la escritura de esa novela-“Ratones desnudos”- y esta es, lo reitero, una muestra de algo ya antes dicho, -siempre muy “sinceramente”, como repetía mi muy estimada patóloga Gracia Regalado, (ahora al sur de Chile por este terrible exilio que ha arrasado con la Venezuela de mis padres y la que fue nuestra) ...-esta historia la cuento plagada de paréntesis- desde donde “la ciudad de fuego”(Maracaibo) prevalece a pesar de todas las catastróficas verdades…

En “Ratones desnudos” hay personajes que se hacen inolvidables, como la bruja Agatha de mirada cautivadora y poderes ocultos, Amador que se transformó en fotógrafo en la región austral por cosas terribles del destino, Greta la psiquiatra de aspecto desvalido que terminaría apodada “Casafierro”, no digamos nada de Luista Kaufman la estudiante de enfermería, y ni hablar de Felisberto quien pasó de embriólogo a hermbrólogo, o del profe Eduardo Soriano experto en ultraestructura quien bebía ginebra con sus gatos, y Diego Carias que aunque protagoniza toda una saga de investigaciones sobre ratones, con Marianaela, y Rosalinda, le toca permanecer -tal vez secuestrado- en la cajuela de un auto durante el desarrollo de la novela…

De la novela “Ratones desnudos”, copio textualmente solo un “piacito”: dicho por uno de mis personajes, (Amador) quien tan solo está expresando su opinión sincera, y estoy recordando nuevamente a Gracia: muy sinceramente

A: ¿Sabés qué pibe? Cada cabeza es un mundo. Te pongo el caso. Vos conociste sobre mi vida de saltimbanqui, pero decime, ¿sabés vos porqué yo cambié completamente? Yo sí lo sé, pibe. Fue María Elvira che. Con ella yo he sido muy feliz y, ¿te digo?, vos me tenés que escuchar. Te juro que nunca le he faltado, y no me arrepiento, che.

HS: ¿Qué? …

A: ¡Boludo vos! No te miento, che. ¿Sabéis qué? He aprendido que a vos no te debe importar cómo le caigás a la gente, que si sois simpático, que si vienen y te miran feo. A la gente, ni media bola le tenéis que parar. ¿Te digo, sí? No es para nada necesario que te quieran bien. Si vos queréis ser feliz, lo que necesitás es querer. Eso y no más. ¿Me entendés pibe? Querer vos, a la otra persona, amarla, pero de verdad…

HS: ¿Cómo?

A: Pero, ¡ya va!, esperate. Hay una condición. ¿Sabés qué cosa necesitás, chepibe? La condición debe ser, no esperar nunca una retribución. ¿Capishi? Te estoy hablando che, de querer, de amar, sin esperar nada a cambio. ¿Vergatario el asunto? Amor así, con todos los hierros, amor de verdad, y si te corresponden, ¡pues mejor, mucho mejor! Pues claro, pero entendeme, che. La felicidad está en vos mismo, en ese darte todo, ¿me entendés, che? Lo demás son mentiras, mentiras y lamentos. Al final escondida en las aguas de una mirada buena puede estar la muerte agazapada y cuando menos manyés, no podréis abrigarla porque más podrá siempre la muerte, ¿me entendés pibe? Te lo dice un viejo que ha recorrido el mundo. Al final, ya lo sabés, acabás sabiendo más por viejo que por ser el mismo diábolo. ¡Qué macana!
La novela “Ratones desnudos” no tiene un “epilogo”, pero al final, calculando que se avecinaba el año de su posible primera publicación (la primera ya que la edición de Amazon se constituye para mí en la segunda… ), finaliza la novela con una especie de “corolario explicativo terminal” para el año 2007 el cual textualmente dice:

Año 2007 del siglo XXI ya no existe el INP en Maracaibo, la que recibiera el apodo de “La Ciudad de Fuego”. Hernando Salazar(HS), comunicador social, sociólogo y ensayista, hace ya varios años que intentó descifrar el misterio de los ratones desnudos y de cuanto aconteciera en relación con los experimentos que una década antes se realizaron en el desaparecido instituto…

Investigando los hechos del pasado cercano, un periodista de nombre Hernando Salazar regresó al teatro de los acontecimientos en la mera “ciudad de fuego” para indagar sobre el Instituto de Neurología y Psiquiatría (INP) y sus gentes. A la postre, logró reunir una amplia documentación. Conversó y discutió exhaustivamente sobre los resultados de sus investigaciones con su amigo Jorge, sobre quien habría de recaer la responsabilidad autorial de esta novela”.

Ambos (HS y el Autor) transcribieron el producto de numerosas notas manuscritas para crear lo que tenía que ser un documento medular, quizás históricamente comprometedor... Eso pensaron ellos, no obstante, o finalmente, mejor dicho, fatalmente, pero como tenía que ser, y de común acuerdo, el asunto de los ratones desnudos del que se esperaba acabaría por transformarse en una novela titulada “La cabeza del ratón”, -o quizás “Los ratones desnudos”-, a la limón, decidirían que la autoría de los dos, la asumiría uno de ellos, quien previamente ya había publicado un par de novelas…

Fue así como vio luz por vez primera con un nuevo título “Ratones desnudos”, una novela que es muy de Maracaibo “la ciudad de fuego” y muestra un sinfín de historias que nacieron alrededor de “la microscopía electrónica” como oficio, y casi como un homenaje y para nunca olvidar la figura de quien fuera llamado absurdamente “el Brujo de Pipe”, el doctor Humberto Fernández Morán.

Maracaibo, martes 28 de mayo del año 2024

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