domingo, 26 de mayo de 2024

Informe sobre ciegos


Ernesto Sabato nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911 y murió en Santos Lugares (Argentina) el año 2011. Sabato hizo su doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata. Luego trabajó en radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie, en Francia, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura. Escribiría varios libros de ensayo y tres novelas cuyas versiones definitivas presentó Seix Barral al público de habla hispana en 1978: El túnel en 1948, Sobre héroes y tumbas en 1961 y Abaddón el exterminador en 1974 (premiada en París como la mejor novela extranjera publicada en Francia en 1976).

Escritores tan dispares como Albert Camus, Graham Greene y Thomas Mann, como Quasimodo y Piovene, como Witold Gombrowicz y Maurice Nadeau han escrito con admiración sobre su obra, En 1984 Sabato obtuvo el Premio Miguel de Cervantes de Literatura; y ha obtenido el Premio Menéndez Pelayo, el Premio Jerusalén y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. En 1984 Sabato presidió la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), que redactó el "Informe Sabato" sobre los desaparecidos argentinos entre 1976 y 1982. Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires en 1984 y en septiembre de 1992 recibió el doctorado Honoris Causa de esa Universidad.

Informe sobre ciegos es un texto autónomo y a la vez es un capítulo emblemático de la novela Sobre héroes y tumbas– y constituye una pieza clave en la obra narrativa de Ernesto Sabato quien en esta novela ha plasmado un infierno espeluznante. Sabato vertió sus obsesiones más personales: el incesto, su conocimiento de la verdad, la locura, y el destino de manera tal, que puede decirse que, en la narrativa en lengua española del siglo XX, pocos escritores se empeñaron tanto como el argentino Ernesto Sabato en crear personajes trastornados y obsesivos. Su narrativa se apoya en sus personajes patológicos, en conflicto permanente con la normalidad social y entregados a fuerzas irracionales que les llevan a la destrucción, en forma de asesinato, de suicidio o de una locura irredimible.

En El túnel, el pintor Juan Pablo Castel, cuenta su historia desde un hospital psiquiátrico. El narrador del Informe sobre ciegos, Fernando Vidal Olmos, es un paranoico obsesionado con la idea de que una maligna secta de ciegos gobierna el mundo y le persigue para que no revele ese secreto; al final, será asesinado por su propia hija, con la que tendría relaciones incestuosas. Más adelante, veremos a Ernesto Sabato, convertido en un personaje de Abaddón el exterminador. Como si la paranoia de Fernando Vidal se le hubiese traspasado de forma metaléptica, su personaje vivirá también un particular proceso de enajenación.
 
El argumento de Abaddón el exterminador(https://tinyurl.com/yc772682) es sin duda alguna apocalíptico con la recreación de sucesos históricos nefastos de la Historia Argentina en los años 70, coincidiendo con dramas mundiales del siglo XX como fueron la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. El texto en una visión de los tiempos actuales, denuncia el triunfo del Mal.

El interés por los misterios de la locura y lo irracional sitúan a Sabato en la superación del realismo tradicional de la novela latinoamericana. José Donoso, ha comentado que Sobre héroes y tumbas le abrió el camino para hacia la aventura irracionalista que supuso El obsceno pájaro de la noche (https://tinyurl.com/25fx65p9). Ernesto Sabato parece estar consciente de la arbitrariedad psicológica de origen dostoiveskiano de la cual ya Borges se había burlado sobre esa manera de escribir; lo hizo en el prólogo a La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares (1940). Podríamos situar a Sabato dentro de la narrativa argentina de Roberto Arlt, El juguete rabioso(1929),y tras su segunda novela Los siete locos. En 1931 aparece Los lanzallamas (1931) como segunda y última parte de Los siete locos. Un año después publicaría su última novela, El amor brujo, cuando empezó a sentirse interesado por el teatro.

Los fantasmas de lo irracional se ocultan en las cosas de todos los días mientras lo racional, lo intelectual, desmesurado y caotizado, puede proliferar como un cáncer y desde su inicio llegar a conferirle una enfermiza atmósfera a la novela Sobre héroes y tumbas. La original psicología de los personajes de Sabato ha sido objeto de diversas interpretaciones. En 1966 Fred Petersen tras leer El túnel partiría del complejo de Edipo del protagonista, mientras las lecturas freudianas y junguianas, han llevado incluso a psicoanalizar al autor sin su permiso.

Para intentar una aproximación al sistema intelectual que sustenta las voces de los enloquecidos personajes de sus novelas, a Sabato aparentemente no sólo le interesa describir estados de locura habituales, sino proyectar una visión amplia y distinta de lo que entendemos por la conciencia humana. Su realidad novelesca, incluye las facetas más misteriosas de la subjetividad y el potencial cognoscitivo del inconsciente, resultando ser un heredero de las vanguardias y particularmente del surrealismo. Sabato, de manera casi paralela a Carpentier, quiere trascender el surrealismo que le parece valioso en lo histórico, pero peligroso en lo político.

Sabato, defendería el surrealismo, pero despreciaba a figuras como Salvador Dalí, y a pesar de sus excesos, forma parte del conjunto de tentativas modernas de recuperación de lo que llama el “hombre concreto”, el individuo cuya dignidad es eminente y sagrada, y que ha sido aplastado por las grandes ideologías modernas basadas en la razón, bien sean el socialismo o el liberalismo burgués.

El atractivo literario de el inconsciente es una primera posibilidad que Sabato seleccionaría para apostar por la exploración literaria de la subjetividad. Pero no la única, ya que su interés por la locura no puede desligarse de la razón, y podría recordarse el conocido pasado científico de Sabato, con el ejemplo artístico de Dostoievski; Sabato proclama la defunción del pensamiento sistemático y la restitución de lo paradójico e incognoscible en un puesto prioritario.

Dostoievski, tiene un peso fundamental en la trayectoria novelística de Sabato, y será Fernando Vidal el héroe dostoievskiano más claro. Dostoievsky analiza la naturaleza humana, en un estado de locura, la del crimen y su análisis se refiere a estados de enajenación que no son normales. La reconstrucción de ese horizonte nos puede ayudar a definir qué significa la locura para el narrador argentino. En Sabato, la locura no se reduce a la negatividad absoluta de la sinrazón. “Si existe el hombre como persona, el mal ha de tener un origen interno y no puede ser el resultado de condiciones o ambientes externos”

Informe sobre ciegos es considerado el mayor logro estético de Sabato y su más audaz creación narrativa donde aceptar la vida es aceptar la existencia del Mal que recoge una tradición intelectual y, por supuesto, religiosa. La idea del Mal es la esencia del Informe sobre ciegos. El Mal existe en el hombre, en su vida subterránea, oscura, y primitiva y Fernando Vidal, el narrador del “Informe”, es un loco con una hipótesis asombrosa y gran tenacidad para defenderla. “los males del mundo son culpa de una secta de malvadísimos ciegos que viven en el mundo subterráneo”.

Pero el Mal también está en el interior del propio Fernando. Su egoísmo, su locura, su pasión incestuosa, todos estos factores afectarán de forma decisiva a las vidas de los que le rodean. Fernando es asimismo un “hombre subterráneo”. La sumersión en lo más profundo del hombre suele dar a las creaciones literarias y artísticas de nuestro tiempo esa atmósfera fantasmal y nocturna que sólo se conocía en los sueños y en escritores como Kafka, Julien Green, Faulkner o Dostoievsky como en pintores como Chagall, Chirico o Rouault se siente esa nocturnidad.

Fernando Vidal trata de descubrir los secretos de la Secta de los Ciegos para encontrar una explicación a la injusticia y al sufrimiento humano y se esfuerza por convencernos de que esa idea es indemostrable y, sin embargo, atractiva. Sabato escarbando en la irracionalidad se arriesgará más aun en Abaddón el exterminador, donde el novelista, convertido en personaje, ahonda en esos territorios que escapan a la verificación y al pensamiento lógico. La trilogía novelística sabatiana es, la intensificación progresiva de una idea central, la de la ceguera, de la cual se extrae todo un potencial significativo y metafórico.

El protagonista continúa su investigación en la casa de Belgrano y las presencias fantásticas le rodean: siente al Anciano gigantesco con un solo ojo y siente el vuelo de los pterodáctilos. Teme que le arranquen los ojos, como él hacía con los animales de sus crueles experimentos juveniles. En el siguiente espacio en un páramo, un Ojo Fosforescente llama a Fernando y la entrada en el Ojo, lo transformara en pez, lo que supone el ascenso final hacia el destino cuando la unión con la Ciega supondrá el límite de la profundización en el inconsciente logrando, de ese modo, asumir el Mal entregándose totalmente al mundo de las tinieblas.

Maracaibo domingo 26 de mayo del año 2024



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