martes, 21 de mayo de 2024

El cerebro de los genios

 

Según la RAE, un genio es una persona con “capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables”. Cuando pensamos en genios, nos vienen a la mente nombres como Newton, Einstein, Beethoven o Mozart, entre otros. Craig Wright, es doctor de musicología y profesor de la Universidad de Yale, le ha relatado a la BBC que "el genio humano es vinculable a la alta creatividad. Es lo que parecen ser Mozart, Shakespeare o Einstein; individuos con grandes capacidades creativas que cambian la dirección de la humanidad durante siglos".

Hace tan solo unos días que hablábamos sobre algunos detalles del cerebro de Albert Einstein (https://tinyurl.com/2s4vjjra). En esta ocasión podemos discutir sobre el tema de “el cerebro de los genios” y recordaremos que con las muestras del cerebro de Einstein. se realizaron dos estudios: “On the brain of a scientist: Albert Einstein” en 1985 y “Alterations in cortical thickness and neuronal density in the frontal cortex of Albert Einstein”, trabajos publicados en Neuroscience Letters, once años después…

El primero de aquellos dos trabajos concluyó que el cerebro de Einstein poseía más células gliales que el común de las personas, sin embargo, se dijo que el estudio tenía fallas e inconsistencias. El segundo, algo más consistente, determinó que el cerebro del genio alemán posee una corteza más delgada que la media, lo cual aparentemente se compensaba con una densidad mayor de neuronas por centímetro cúbico.

Frederick Lepore, profesor de Neurología de la Universidad de Rutgers y la antropóloga Dean Falk, de la Universidad de Florida, pudieron estudiar algunas fotos del cerebro de Einstein y notaron que a diferencia de la mayoría de las personas que tenemos tres giros prefrontales, Einstein según ellos tenía cuatro, tendría uno extra en su lóbulo frontal medio. Los giros son las elevaciones de la superficie del cerebro que se producen al plegarse la corteza y están separados por surcos. Ellos señalarían: "Tiene muchas otras cosas (distintas). Todos sus lóbulos del cerebro son distintos a la anatomía normal". Lepore y Falk publicaron sus investigaciones en la revista Brain.

Lo cierto es que a pesar de que varios científicos dicen haber encontrado algunas características únicas en el cerebro de Albert Einstein, estas no han sido suficiente para determinar una conclusión. Dean Keith Simonton, profesor emérito de psicología de la Universidad de California en Davis, afirma que: “como nadie tiene un cerebro 'típico' y para que los estudios sean válidos requerirían una larga muestra de cerebros de genios comparada a otra larga muestra de cerebros normales".

Falk y su equipo insistirían en que el cerebro de Einstein es excepcional, pero admiten que es imposible relacionar algunas diferencias anatómicas con la genialidad de Einstein. “Es muy difícil separar causa y efecto", explica James Gallagher, editor de Salud de la BBC, quien señala: "Además, estamos hablando de sólo un cerebro de un genio. Si me tuviéramos los de 100 premios Nobel y todos compartieran una diferencia funcional, podríamos afirmar algo con más seguridad".

En los últimos años han encontrado modus operandis comunes en las mentes de personas que son muy creativas, lo que nos podrían dar pistas acerca de, por ejemplo: ¿Qué pasaba dentro del cerebro del pequeño Amadeus cuando a los ocho años compuso su primera sinfonía? Dean Keith Simonton, profesor emérito de psicología de la Universidad de California en Davis, aclara que: "un alto coeficiente intelectual es una definición específica y otra definición es la que se usa para designar a los niños prodigio".

Una definición para un genio es: una persona que haga contribuciones originales y duraderas para la civilización humana, ya se trate de descubrimientos científicos o creatividad artística", Craig Wright, ya antes mencionado como doctor de musicología y profesor de la Universidad de Yale, apunta que un genio es "aquel con la capacidad de pensar con perspicacia e implementar esos pensamientos en el mundo real, teniendo impacto en la dirección del pensamiento y la actividad humana".

"El genio humano es vinculable a la alta creatividad", le ha declarado Wright a BBC Mundo. "Es lo que parecen ser Mozart, Shakespeare o Einstein; individuos con grandes capacidades creativas que cambian la dirección de la humanidad durante siglos". Wright vincula el genio humano a una alta capacidad creativa. Para precisar esta cualidad que aúna a algunos de los genios más revolucionarios de la historia hay estudios más concluyentes.

Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva en la Universidad de Harvard, ha liderado varias de estas investigaciones a través de resonancias magnéticas a personas exageradamente creativas en la población general, Beaty y su equipo encontraron redes neuronales específicas que se activan en la generación de las ideas, de manera que el pensamiento creativo ocurre en el interior de tres redes.

"La primera sería la red neuronal por defecto, utilizada para crear ideas. La segunda sería la de control ejecutivo, encargada de evaluar las ideas generadas, si son buenas o no y si cumplen los requisitos de lo que uno intenta resolver. La tercera red se encarga de alternar entre las dos primeras", explica Beaty. Su equipo determinó que las personas muy creativas tenían mejor comunicación entre estas redes.

Lo interesante es que muchas veces estas redes ni siquiera trabajan juntas en una persona típica. Las personas creativas son capaces de enlazar mejor estas redes, siendo más eficientes en la generación y evaluación de ideas", dice el investigador, pero el uso de estas redes neuronales tiene limitaciones a la hora de diferenciar a los genios. "Mentes ordinarias pueden entrar en este modo neuronal sin producir una sola idea. No es algo que tengan los genios a diferencia de las personas normales"…"
Wright se sorprendió al conocer cómo a los genios que ha estudiado se le ocurrían las ideas más perspicaces. Lejos de lo que pensaba, su "momento eureka" no ocurría cuando más concentrados estaban o más empeño ponían en hallar soluciones."Leyendo sobre genios a través de los siglos, comprendí que daban con sus mejores ideas cuando menos pensaban en la solución, cuando menos la esperaban; caminando por un parque, la costa o anotando lo que recordaban de sus sueños a la mañana siguiente", cuenta Wright.

El académico lamenta que, una vez más, tengamos información limitada sobre cómo pensaban otros grandes genios de la historia. "Shakespeare y Mozart nunca nos lo dijeron, pero sí sabemos más sobre cómo Einstein veía el mundo. En su autobiografía hablaba de cómo pensaba, cómo jugaba con imágenes mentales una y otra vez hasta que daba con sus teorías".

La lógica nos dice que un genio cuenta con un coeficiente intelectual superior al promedio. Se estima que Mozart, por ejemplo, tenía un CI de entre 150 y 155 puntos. Un nivel que sin dudas le da la distinción de genio. Pero no solo se trata de eso. "No todos los genios tienen CI excepcionales y no todas las personas con altos CI consiguen logros que les califican como genios"

"Pienso que la educación y la genética influyen en la inteligencia y creatividad de una persona. Hay evidencias de que se nace con ellas, pero que también se pueden entrenar", dice Beaty. En este caso, mejor cuanto antes y con la mayor libertad posible. "Lo más importante es mantener la motivación y evitar la desilusión. Trabajar en que los individuos expresen todas sus capacidades y no encasillarles de primeras en un campo específico", comentaría Wright.

Maracaibo, martes 21 de mayo del año 2024

 

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