John Irving, el prodigioso novelista
ante un futuro incierto
Las novelas de John
Irving (Exeter, New Hampshire, 1942) son como grandes frisos sociales de claroscuros coloridos y nítidos. Sus grotescos personajes se
cruzan en tramas y subtramas tragicómicas, vertiginosas, extrañamente verosímiles a pesar de la incredulidad que exigen de su público
lector. Este arte de la fabulación requiere de una prodigiosa capacidad
imaginativa, siempre dispuesta a asombrar con su mundo narrativo. En realidad,
no hay nada que se parezca tanto a una novela de John Irving como otra novela
de John Irving. Autor de numerosas narraciones, Irving se dio a conocer con la
novela Libertad para los osos (1968),
La epopeya del bebedor de agua
(1972), Doble pareja (1974) y El mundo según Garp (1978) llevada al
cine con Robin Williams y Glenn Close- Su quinta novela, El hotel New Hampshire (1981) en el film, con Jodie Foster y Rob
Lowe y luego Príncipes de Maine, reyes
de Nueva Inglaterra (1985), el filme con Michael Caine, Tobey Maguire y
Charlize Theron, que le daría a Irving un premio Oscar al mejor guión. Oración por Owen (1989), es un alegato
contra la guerra de Vietnam. En la pantalla con el título de El
gran Simón. Su octava novela,
fue Un hijo del circo (1994) y la
obra de Irving volvió al cine con Una
mujer difícil (1998) con el título The
Door in the Floor (2004) con Jeff Bridges y Kim Basinger. En la última
tanda de novelas La cuarta mano (2001),
Hasta que te encuentre (2005), La última noche en Twisted River (2010)
y Personas como yo (2012) y Avenida de los misterios (2016) su
última novela.
John Irving tuvo
grandes amigos y algunos considerados por él, sus maestros Kurt Vonnegut y John
Cheever. Kurt Vonnegut Jr. (Indianápolis, 1922-Nueva York, 2007) fue un
escritor estadounidense, cuyas obras, generalmente del género de ciencia
ficción, usan la sátira y la comedia negra. Autor de catorce novelas, durante
la década de los 60 publicó cuatro novelas, en las cuales se registra un fuerte
cambio formal y conceptual de su obra, hasta publicar Matadero cinco o La cruzada
de los inocentes en 1969, una novela semi-autobiográfica que relata sus
experiencias como soldado en el bombardeo de Dresde, experimentalmente
estructurada alrededor de viajes en el tiempo. John Cheever (1912-1982) fue un autor de relatos y novelista
estadounidense, frecuentemente llamado «el Chejov de los barrios
residenciales». En 1979 ganó el Premio Pulitzer por la compilación de sus
relatos titulada The Stories of John Cheever (1978), que además fue un best
seller.
La última novela de
John Irving Avenida de los misterios
narra la vida de un “niño de la basura”, un niño criado en un vertedero de
México que crece en un mundo de milagros, injusticias y extravagancias, y que era en
origen un guion de cine e Irving tardó 20 años en reescribirlo y hacerlo
novela. En el mes de mayo de este año 2016 Irving declaró para El País, España. “Como miembro de la generación de
la guerra de Vietnam nunca pensé que volvería a ver a mi país tan dividido como
ahora. Yo era muy inocente; ahora está más dividido. Mis predicciones no son
las mejores…”. Sus dotes de
contador de historias con personajes que zigzaguean en la orilla de la vida con
un final predeterminado las desplegaría en Casa de América de Madrid al
responder, sin prisas, con voz clara, baja y aire cavernoso dejando las frases
suspendidas, como folletines por entregas. “Yo no especulo, observo, describo”.
Sin ser un autor político, sus novelas son combativas y lo ha demostrado en El mundo según Garp, El hotel New Hampshire, Príncipes de Maine,
reyes de Nueva Inglaterra, Una mujer difícil, Personas como yo y ahora en Avenida
de los misterios. Veinte años ha tardado en crear esta última novela, un panorama
destilado de su creación.
Irving confesaría
para El País: “Lo único diferente de esta
novela es que empezó como un guion de cine hace unos 20 años. Entonces solo me
centraba en la historia de un sacerdote que va al basurero de Oaxaca y
encuentra a un niño, Juan Diego, un lector autodidacta al que ayuda. La
novela avanza y retrocede en el tiempo, entre el viaje del protagonista a
Filipinas, ya convertido en escritor de éxito, y los recuerdos de cuando vivía
entre basuras. Con catorce años, sufrió un accidente que cambió su vida y rezó
por que se produjese un milagro. Avenida de los Misterios o Calzada de los
Misterios es la calle de México por la que peregrinan los fieles hasta la
Basílica de la Virgen de Guadalupe. “Yo quería que los niños fueran creyentes,
pero creyentes en el sentido de que pensasen que se pueden producir milagros.
No creen en las políticas de la Iglesia, pero sí en la Virgen"… “Los niños
de la basura pelean por ver quién es la verdadera virgen, si María o Guadalupe…
Las estadísticas en Estados Unidos dicen que más del 50 por ciento de la gente
está de acuerdo con los derechos a la anticoncepción, el aborto o el matrimonio
homosexual. Esa es otra dualidad: la fe y las ideas de los creyentes y las
reglas de la Iglesia”…
Entonces se cuela en
estos días del año 2016 una dualidad real, la del universo irvingniano y la
desencadenada en su país por el candidato republicano a la presidencia Donald
Trump, y oiríamos a Irving decir. “Tanto el señor Trump como Sanders están
aprovechándose: primero, del enfado de los estadounidenses; segundo, de que la
gente no se siente representada; y tercero, y más importante, que sienten que
todo el sistema está en contra de ellos… A pesar de estas sinceras
declaraciones, Irving pensaba a mediados de este año que Trump perdería las
elecciones. “Lo que digo es que en Estados Unidos siempre hay otro lado. Cada vez
que hay elecciones la mitad de la gente se equivoca”. Aseverando su
afirmación, lo que el escritor no podía creer era que realmente existiese una
dualidad tan real, como la de su universo irvingniano y la que parecía estar destinada
a desencadenarse en su país por el candidato republicano a la presidencia
Donald Trump. Hoy ya sabemos lo que sucedió, ahora solo queda esperar por las consecuencias, esperar
y esperar, como esperamos los venezolanos porque la esperanza es lo último que
se pierde.
Pandora era
tremendamente curiosa, por lo que no dudó en abrir la caja que existía en la
casa de Epimeteo, caja donde se encerraban todos los males que afectan a los humanos, en realidad sabemos que Zeus quería que fuese abierta la caja, y Pandora,
asustada tras hacerlo, intentó cerrar la caja rápidamente pero sólo pudo evitar la fuga de
la Esperanza, que se quedó encerrada en la caja... Fue entonces cuando Pandora les
dijo a Prometeo y a su marido Epimeteo, que lo único a lo que siempre podrían
recurrir era a la Esperanza, pues era lo único que quedaba en la caja y por lo
tanto, lo último que se podría perder. Sí. Así fue, es y quizás siempre será… La
Esperanza es lo último que se pierde.
Maracaibo, 11 de noviembre del 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario