miércoles, 16 de noviembre de 2016

El Golem. una leyenda de Praga, el cine y la literatura.



EL GOLEM en la leyenda de Praga, el cine y la literatura

Un golem es, en el diccionario medieval y en la mitología judía, un ser animado fabricado a partir de materia inanimada. No debe relacionarse con un tal Gollum quien es una retorcida criatura en la ficticia Tierra Media de J. R. R. Tolkien, popularizada por la trilogía fílmica El Señor de los anillos dirigida por Peter Jackson. El nombre de la criatura no es derivado de golem, como podría pensarse, más bien se origina del ruido gutural y monocorde que emite al toser la criatura bastante deforme de la Tierra Media de Tolkien. En hebreo, la palabra golem significa tonto o estúpido y realmente el nombre parece derivar de la palabra gelem, que significa “materia bruta”. En su obra "La Cábala y su Simbolismo", Scholem describe al Golem como una figura que cada treinta y tres años aparece en la ventana de un cuarto sin acceso en el guetto de Praga.

Los primeros judíos llegaron a Praga en el siglo X y fueron comerciantes. En 1142 un incendio arrasó el asentamiento judío al pie del Castillo de Praga en el barrio de Malá Strana, y la comunidad hebrea se trasladó a la Ciudad Vieja de Praga donde se formó el Barrio Judío. Según Gershom Scholem, catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Praga fue el lugar donde empezó a utilizarse la estrella de David de seis puntas como símbolo de los judíos. El monumental edificio de la Sinagoga situado en el corazón del guetto alimentaba las leyendas. Una noche dos músicos judíos que habían tocado en una alegre boda a pesar de las altas horas de la noche, vieron que las ventanas del templo estaban iluminadas y desde su interior se oían cánticos, se cuenta que ellos verían como en la Sinagoga estaban reunidos los difuntos y se leía la lista de las personas que iban a morir el próximo año y el músico escucharía mencionar su propio nombre. Otras leyendas se refieren al ser artificial Golem, que fue amasado por el rabino Löw con arcilla de la orilla del río Vltava (Moldava) en Praga, ser este que cobraba vida cuando se le colocaba en la boca un pergamino con una fórmula mágica, denominada shem. 

 
El Rabino Judah Loew ben Bezalel, conocido como el Maharal de Praga, fue un conocido rabino del siglo XVI, a quien se le atribuye haber creado el golem en la Sinagoga Vieja-Nueva (Altneuschul), para defender el guetto de Praga de los ataques antisemitas. Los golems no son inteligentes, son incapaces de hablar y si se les ordena llevar a cabo una tarea, la cumplirán de modo concienzudo pero lento y ejecutando las instrucciones lo más literalmente posible. Existe una anécdota, según la cual la mujer del rabino le pidió al golem que fuera al río a sacar agua y el golem accedió al pie de la letra; fue al río, y comenzó a sacar agua del mismo sin parar hasta que inundó la ciudad. En muchas historias el golem lleva grabadas palabras mágicas que le dan vida y lo mantienen animado. Los Nombres de Dios grabados en su frente, o bien la palabra Emet (verdad en lengua hebrea) en su frente son ejemplos frecuentes y al borrar la primera letra de “Emet” para formar “Met” (muerte en hebreo) el golem podía ser destruido o desactivado, quedando solamente su cuerpo de barro inerte. De acuerdo con la leyenda, los restos del golem original están aún guardados en un ataúd en el ático del Altneuschul en Praga, y, el mismo puede ser devuelto a la vida, de ser ello necesario.

Estas historias atestiguaron un cambio dramático del golem, por ello el golem pasa a convertirse en la creación de místicos ambiciosos que inevitablemente serían castigados, situación muy similar al Frankenstein de Mary Shelley y al homúnculo alquímico. Algunos han considerado al golem como precursor de los androides. Como pasa en Frankenstein, un mito que guarda más de un punto en común con esta historia. Al crear su criatura a partir del barro, el rabino Löw había repetido los pasos realizados por Dios al crear a Adán. Pero jugar a ser Dios acaba siendo un mal negocio. El Golem debía dormir cada sabbath. Pero un sábado la hija del rabino enfermó gravemente y Löw olvidó retirar de la boca de su criatura las tablas con las letras de la Torá. Un descuido fatídico. El Golem enloquecería y sin atender órdenes, se escapó de la casa y arrasaó todo, derribaría varias casas y acabó con la vida de varios judíos. En su locura, el protector se ha convertido en un asesino incontrolable... Alertados, los judios se reúnen con el rabino Löw. Le piden que acabe con la criatura. El Golem no es una bendición, es una amenaza. El rabbi se muestra de acuerdo. Apenado, se acerca hasta su criatura y al ver a su padre, el Golem se tranquiliza. Entonces Löw le borra una letra de su frente. Emet (verdad), se vuelve Met (muerte). El Golem de nuevo es una figura de barro y el rabino Löw lo desmonta y lo sube a lo alto de la sinagoga.


A finales del s. XIX, el grueso de la sociedad europea adoptó la figura del golem. La novela de Gustav Meyrink, El Golem, de 1915, está basada en los relatos sobre el golem creado por el Rabino Judah Low ben Bezalel. Este libro inspiró una serie de clásicos expresionistas del cine mudo y El Golem resultó ser una célebre película de cine mudo, dirigida por Henrik Galeen y Paul Wegener en 1915. Trata de un golem de barro creado por un rabino piadoso que lleva a cabo una especie de magia o hechizo que le proporciona la vida al golem en la Praga medieval. La película está basada en la novela de Meyrink. Existe también una serie El Golem, de la que es especialmente famosa "El Golem: cómo vino al mundo" (también estrenada como "El Golem", 1920, E.U.A. (1921). 

En 1966 se estrenó La Estatua Viviente, versión británica de El Golem , con Roddy McDowall como el curador de un museo despedido por sus patrones, que utilizando una fórmula medieval logra que la estatua cobre vida y  la usa contra el jefe del museo. Otro famoso tratado de la misma época es "El Golem", "poema dramático en ocho secciones" en yidis de H.Leivick, 1921. El escritor argentino Jorge Luis Borges, en su obra "El otro, el mismo", escribe un poema titulado "El Golem" donde se refiere a este mito. Borges como palabras preliminares a la lectura del poema declaró que "el Golem es al rabino que lo creó, lo que el hombre es a Dios. y es también, lo que el poema es al poeta". Además, notó que tanto Bioy Casares como él lo consideraban uno de sus mejores poemas. 

Maracaibo, 16 de noviembre del 2016

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