EL OBSERVADOR GLOBAL ( El País,
España, 6 de febrero 2016 )
La necrofilia ideológica
Resumen de un artículo de
Moisés Naim
“La necrofilia es la atracción sexual por cadáveres. La necrofilia
ideológica es el amor ciego por ideas muertas. Resulta que esta patología es
más común en su vertiente política que en la sexual. Encienda su televisión
esta noche y le apuesto que verá a algún político apasionadamente enamorado de
ideas que ya han sido probadas y han fracasado. O defendiendo creencias cuya
falsedad ha quedado demostrada con evidencias incontrovertibles”.
…
En 1981 el Partido Comunista Chino emitió su diagnóstico final sobre la
gestión de Mao: “Cometió errores de enorme magnitud y larga duración [...], y
lejos de hacer un análisis acertado de muchos problemas, confundió lo correcto
con lo incorrecto y al pueblo con el enemigo. En esto se centra su tragedia”.
Uno pensaría que esta conclusión debería ser suficiente para que las ideas de
Mao se quedaran sin seguidores. Y estaría cometiendo un error: en un
sorprendente número de países aún hay agrupaciones políticas que con gran
entusiasmo se definen como maoístas.
…
Argentina es el único país que, habiendo alcanzado niveles de vida
equivalentes a los de países desarrollados, se las arregló para
subdesarrollarse. En esa involución tuvo mucho que ver el prolongado entusiasmo
nacional por el peronismo en sus diferentes corrientes y momentos. El
presidente Juan Domingo Perón fue un virtuoso del populismo que tan común se ha
hecho en América Latina y más allá. Prometer lo que de antemano se sabe que no
se podrá cumplir o distribuir lo que no hay o despilfarrar ahora lo que se
necesitará más adelante son algunas de las características del populismo. Hugo
Chávez es el mejor ejemplo de esto en el siglo XXI.
…
Donald Trump, por ejemplo, nos ha dado extraordinarias muestras de
populismo turbocargado. Extraditar a 11 millones de latinos de EE UU, construir
un muro con México o prohibir la inmigración de musulmanes son algunas de sus
propuestas. ¿Verdad que suenan tenebrosamente conocidas? Y no solo no van a
funcionar, sino que son imposibles de llevar a cabo, aun cuando Donald Trump
ganara las elecciones, cosa que no va a pasar. Pero eso no importa. Esas pueden
ser ideas muertas y sin futuro pero, para los seguidores de Trump, son las
razones que justifican su entusiasta apoyo.
…
Otro ejemplo nos lo da Ted Cruz, el vencedor de las recientes
elecciones primarias del Partido Republicano en Iowa y quien claramente padece
de necrofilia ideológica. Según Cruz, la manera de acabar con el Estado
Islámico es a través del carpet-bombing, el bombardeo hasta la saturación de
una vasta zona de Siria donde opera el ISIS. Cruz ignora convenientemente el
hecho de que las proclamas del ISIS —y sus adeptos— están floreciendo en
Europa, EE UU y Asia, y que hoy el ISIS es más una idea que una organización. A
Ted Cruz tampoco parece importarle que el uso de la “solución” militar en
Vietnam, Afganistán, Irak y Libia no haya ayudado mucho a la seguridad de su
país o a la estabilidad del mundo.
…
El punto es que la
necrofilia ideológica aparece en todas las corrientes: en la derecha, la
izquierda, los verdes, los secesionistas, los nacionalistas, los defensores del
libre mercado, los promotores de más Estado, los partidarios de la austeridad
económica y sus detractores. Las razones para la persistencia de las malas
ideas son muchas, pero quizás la más importante es la necesidad que tiene una
sociedad de creer en un líder cuando hay tantos cambios, ansiedad e
incertidumbre. Y la disposición de los demagogos a prometer cualquier cosa con
tal de obtener y retener el poder.
…
En la terrible
frase del ensayista H. L. Mencken: “El demagogo es quien predica doctrinas que
sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas”.
@moisesnaim
Aprovecho la oportunidad para presentarles un resumen del interesante
artículo de Moisés Naim, publicado en el País, hace unos días.
Maracaibo. Febrero, 2016
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