sábado, 20 de febrero de 2016

En el corazón del mar




EN EL CORAZÓN DEL MAR

El filme, En el corazón del mar es la película más reciente del reconocido director estadounidense, Ron Howard. Basada en la obra "In the Heart of the Sea" de Nathaniel Philbrick, que cuenta una historia basada en hechos reales sobre el hundimiento del ballenero Essex, de Nantucket, Massachusetts. En el invierno de 1820, Owen Chase (Hemsworth) y varios marineros de la tripulación del Essex sobrevivieron en alta mar en durísimas condiciones después de que el barco se enfrentara con una enorme ballena blanca. Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, revivió las tormentas, al hambre y a la desesperación que le llevó a relatarle sus desventuras al escritor Herman Melville. El filme cuenta una historia real en la que se basaría el escritor norteamericano para ofrecernos el famoso relato “Moby Dick”. El director Ron Howard esta vez se separa de los interesantes relatos de los astronautas del  Apolo 13 y de Una mente brillante (2001) sobre la vida de John Forbes Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en 1994 y su batalla contra la esquizofrenia para entregarnos esta interesante película, “En el corazón del mar”.


La película ha sido vista desde diversos ángulos y ha recibido críticas y elogios. Considerada como entretenida y con excelentes efectos visuales, también ha llevado a decir que “Howard pone corazón, alma y todos los trucos de ballenas digitales del manual para crear una aventura marina”, o “la película de Ron Howard consigue mantener el interés, pero nunca genera oleadas de emoción". Otros dijeron…“Un drama basado en hechos reales sólido pero decepcionante...Ni siquiera Chris Hemsworth empuñando un arpón puede evitar que la reelaboración de Ron Howard sobre el Essex de Nantucket pierda el camino entre las olas” "Sólo los marineros de agua dulce se resistirían a la emocionante acción del hombre contra el leviatán”.  A pesar de estas críticas en Norteamérica, Hellen O Hara del Empire diría que "la historia de Howard es demasiado amplia, demasiado grandiosa. Quizás, a fin de cuentas, esta gran ballena blanca es demasiado monstruosa para que una sola película pueda abarcarla”. Los comentarios de la prensa española resultaron más favorables: "Estupenda película de aventuras…con magnífico retrato de tipos y la demostración de que Chris Hemsworth es también voz, carisma y técnica" (El País); "Película muy visual y entretenida, que alude a los contornos de esa historia llena de grandeza. Sustituye Ron Howard esa búsqueda y esa grandeza por imágenes sorprendentes, impresionantes” (ABC); "Muy bella visualmente (la fotografía es extraordinaria), la verdadera emoción sólo emerge cuando cierras los ojos y la imaginas en manos de Raoul Walsh” (La Vanguardia). Como verán pues no solo en la literatura existen críticos mordaces, también en el cine, y conviene recordarlo ahora que estamos muy cerca de los premios OSCAR de la Academia Cinematográfica.

El relato del filme, como la novela famosa evocará la persecución de una ballena enorme y en medio de los episodios realistas y de los desarrollos simbolistas. Melville mostró la ballena blanca de “Moby Dick” como la encarnación del mal, he hizo de su novela una epopeya apocalíptica con un monstruo de las profundidades, especie de Leviathán bestia marina del Antiguo Testamento. Los hombre del mar que tenían el cometido de hacer como dice La Biblia “matarán al dragón que está en el mar”, pero fueron atacados por el monstruo que destruyó todo lo que se puso en su camino. El capitán Ahab, representando la maldad absurda y obstinada, sostuvo una venganza personal con la bestia y arrastró a la muerte inútil a muchos inocentes. Sólo Ismael se salvará del desastre, recogido del mar por el capitán empeñado en la búsqueda de sus hijos náufragos. A propósito de las ballenas aprovecho para auto-citarme en un artículo publicado en este mismo blog el 24 de junio del 2015, donde decía  “A propósito de Ismael y habiendo nombrado a Moby Dick, que fue uno de los libros preferidos como lectura infantil de Pablo Antonio, mi hijo en sus años de infancia allá en nuestro hogar caraqueño, en la Avenida El Parque de Las Acacias, quiero igualmente recordar que utilicé el simil de la ballena blanca para uno de mis personajes femeninos, la seductora valquiria maracaibera Alicia Barrera en mi novela “Escribir en La Habana”. Mas como es de películas que comenzamos a hablar, no podemos olvidar el filme Moby Dick dirigida por John Houston en 1856, sobre la cual ya comentamos en este blog en particular sobre el guión de Ray Bradbury y el papel de Gregory Peck como el capitán Ahab. En 1998, se hizo también una serie de TV en EUA dirigida por Patrick Stewart donde Gregory Peck interpretó un papel secundario.
 
Con estos comentarios insistiré en que todo este es quizás reflejo de mi interés ancestral por los balleneros, sin haber estado nunca en Nantucket, ni siquiera en Cape Code. Sobre la obra de Melville, con más calificación que mi blog, citaré a RJ Lovera de-Sola quien afirmó: “Moby Dick es la mejor novela publicada en todo el continente americano, en el norte, en el centro, en el archipiélago caribeño, en el sur, en todo el Nuevo Mundo, y no sólo en los Estados Unidos, a todo lo largo de todo el siglo XIX”. Pero Herman Melville no fue reconocido en su tiempo; a Melville lo ignoraron y lo olvidaron. Según el decir de Arturo Uslar Pietri, Melville debió vivir en el purgatorio a donde van a dar los grandes creadores al morir, en espera que nuevos lectores y nuevas lecturas, los rescate, como sucedió con nuestro  José Antonio Ramos Sucre (1890-1930). El rescate de Melville y de su Moby Dick, no sucedió hasta los años treinta del siglo XX. Como un dato curioso, el mismo Lovera de-Sola informaría en una reunión del grupo “Relectura” celebrada en Los Palos Grandes, Caracas, en abril del año 2008, que existió una edición caraqueña de Moby Dick editada por Salvador Garmendia (1928-2001), con un texto suyo en la contratapa. Esta edición de Moby Dick, (Caracas: Biblioteca El Nacional, 2000. XXIV, 619 p.) fue traducida y anotada por el gran poeta y traductor español José María Valverde (1926-1996).

Maracaibo 20 de febrero del año 2016

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