Rashomon el bosque
ensangrentado
Rashomon es el filme de Akira Kurosawa (1910-1998) del
año 1950 que ganaría el OSCAR de 1951 a la mejor película extranjera y le daría
a Akira Kurosawa el León de oro 1951 del Festival de Venecia, y cuando ni
Kurosawa se había enterado de que la película competía en el Festival de
Venecia, Rashomon dio a conocer el cine japonés al mundo occidental.
Tres hombres se resguardan de una lluvia torrencial debajo de la semiderruída
puerta de la ciudad de Rashomon, un leñador (Takashi Shimura), un monje budista
(Mnuru Chiaki) y un hombre de la ciudad (Kichihiro Veda). El leñador y el monje
cuentan lo que escucharon en el juicio donde han declarado e insisten que no
pueden entender lo que sucedió, que les parece algo terrible. Un samurái
apareció muerto en el bosque y su esposa había sido violada por el bandido
Tajamaru (Tohiro Mifune), esos parecen ser los hechos pero no se entiende quién
mató al samurai Takeiro (Masayuki Mori) si fue Tajamaru o su esposa Masago
(Machiko Kyo), o si caso se suicidó… La situación se hace más confusa al no
coincidir los puntos de vista del bandido Tajamaru, de su mujer Masago y del
samurái quien se comunica a través de una médium. Lo que opinaron el leñador y
el monje en el juicio, que lo dicen de cara a la cámara sin que se observen los
jueces, contrasta con la declaración de Tajamaru y existen escenas de
flash-back que se cruzan mostrando en parte lo que parece haber ocurrido.
El entramado de este filme
que representa una sombría parábola de algo que supuestamente sucedió en el
siglo XIII y recuerda una representación teatral, le muestra al espectador tres
niveles temporales: el presente a las puertas de la ciudad de Rashomon con el
aguacero, el pasado tres días antes y será lo sucedido en el bosque y lo que
ocurrió o cuanto se dijo, durante el juicio. Este tipo de narrativa mostró no
solo la brillante dirección de Kurosawa quien ya venía siendo un cineasta productivo
en el Japón desde 1943(La leyenda del gran Judo) y quien
después de Rashomon continuaría sorprendiéndonos (Los siete samuráis en 1954) y películas algunas basadas en obras de
Shakespeare (Ran y Trono de sangre de El rey Lear y Macbeth) o el idiota de Dostoievski en Donzoko
(Los
bajos fondos). Continuó sorprendiendo al mundo con numerosas
producciones como Los sueños de 1990 (Yume) donde nos metió a los
espectadores en el mundo pictórico de vanGogh. A Kurosawa se
le criticó en el Japón por haberse “occidentalizado", sin embargo su
cultura japonesa predomina en toda su obra influenciada por el teatro Kabuki y
Noh y del género Jidaigekki del dramatismo teatral que impregna las
producciones del cine y la televisión nipona.
La
fotografía en blanco y negro del filme Rashomon es fundamental y se debe a
Kazuo Miyagawa un estudioso de la tradicional pintura japonesa sumine. Venía
Mayagawa de ser técnico de laboratorio y asistente del director de fotografía
en varias películas y se haría famoso con Rashomon. Estaría 30 años más en el
cine que lamentablemente debió abandonar después de Kgemuscha la sombra del guerrero
por una afección ocular. Sería unos de los innovadores de la fotografía en el
cine con el uso de gruas y de otros artilugios para lograr planos con una
visión diferente, desde el aire o lateralmente, vistas que ya se intuyen en Rashomon
y que destacaron en Cuentos de la luna pálida y en Configuración (1953) inspirada
en las pinturas niponas y en El guardabosque(1961) también dirigida por
Kurosawa con esquemas de apariencia surrealista.
Maracaibo, 14 de febrero de 2016
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